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Invierno sobre ruedas

Frío, nieve, lluvia y aún quedan unos días para la llegada del invierno. El mal tiempo pone a prueba a los conductores y la Dirección General de Tráfico (DGT) avisa: Casi la mitad de los accidentes con víctimas ocurridos en las carreteras españolas se produce en los meses de octubre a marzo. Las complicadas condiciones climatológicas hacen que los neumáticos –único punto de contacto con el suelo– pierdan en buena medida su capacidad de adherencia. En España no son obligatorias como en otros países de Europa, pero los expertos en seguridad vial creen que las ruedas específicas de invierno son la mejor opción para una conducción más segura.

“A pesar de estar recogido en el Reglamento General de Vehículos, su utilización está muy por debajo de lo que sería recomendable por las condiciones orográficas de la Península Ibérica”, apuntan desde Michelin. Según datos de Goodyear Dunlop, más de 250.000 unidades de este tipo se vendieron durante el año 2012 y solo el 3% de los vehículos españoles disponen de ellas.

Los automovilistas tienden a pensar que se trata de un equipamiento para zonas de frío extremo, sin embargo, “a partir de 7 grados centígrados el rendimiento que ofrece un neumático de invierno es superior al de uno de verano en cualquier tipo de superficie, incluyendo seca, mojada, nieve o hielo”. Así lo explican desde Goodyear Dunlop. Además, los portavoces añaden: “En esas condiciones están preparados para proporcionar mejor tracción, frenado, maniobrabilidad, resistencia al aquaplaning [patinar sobre pista mojada] y agarre”.

Un simple gesto, el de montar cada invierno neumáticos específicos y desmontarlos en verano, puede evitar situaciones incómodas para las que hay que tener un perfecto control y manejo de un vehículo. Desde el área de seguridad vial del Race comentan que, “en nuestro país, no es mucho el conocimiento que existe de los mismos, por eso es importante concienciar al usuario, ya que, en las condiciones invernales en buena parte de España, son necesarios”.

Y no se trata solo del agarre que proporcionan este tipo de ruedas, también hay que señalar que gracias a estos neumáticos se evita tener que poner cadenas si, por ejemplo, somos sorprendidos por una nevada. Representan una alternativa legal a otros accesorios para la nieve que sólo sirven para franquear zonas difíciles. “Su montaje y desmontaje, además, supone esfuerzo, incomodidad e, incluso, en ocasiones, un riesgo. Debemos recordar que el 80% de los conductores asegura no saber montar las cadenas o nunca las ha montado”, afirman desde Michelin.

259.000 unidades vendidas en 2012. Según Goodyear Dunlop, desde el inicio de la crisis las ventas de neumáticos de invierno han aumentado. Aún así, solo suponen el 3% del mercado frente al 60% de otros países. Entre las causas está la idea errónea de que no son necesarios en España.

Pero, ¿qué hace tan especiales a las ruedas invernales? Los fabricantes señalan que “se trata de un dibujo de la banda más recortado y profundo, lo que permite evacuación del agua. También cambia la densidad y el compuesto de la goma que es más blando y flexible para que mantenga sus propiedades por debajo de los 7 grados centígrados”. Los avances técnicos también han permitido mejorar la resistencia de este tipo de neumático y que aguanten muchos más kilómetros de rodaje. Gracias a esto se logra que una frenada en nieve sea 11 metros más corta que con una rueda de verano y que, al reducir la velocidad, en un pavimento mojado necesitemos cinco metros menos de distancia.

Cuando el frío apriete, conduzca seguro

La falta de luz y las condiciones meteorológicas predominantes durante estos meses son factores que afectan a la conducción y ante los que se deben extremar las precauciones.

“Se requiere conducir de forma sosegada y anticipativa, a una velocidad moderada y manteniendo siempre la distancia de seguridad oportuna, minimizando los riesgos de sufrir un accidente, evitando siempre los frenazos bruscos y los cambios de dirección repentinos”, precisan desde el área de seguridad vial del Race.Además, antes del viaje, “será necesario revisar los elementos que influyen en la visibilidad, faros, parabrisas, retrovisores, escobillas”. También recomiendan planificar la ruta y elegir las vías con mejores condiciones de seguridad. “No hay que olvidar llevar el depósito lleno, y algo de alimento y agua por si surgiera algún imprevisto”, añaden.Desde el Race invitan a “utilizar ropa cómoda y nunca excesiva, ya que nos dificulta la movilidad y resta eficacia al cinturón de seguridad”. Se debe vigilar las temperaturas dentro del vehículo y no sobrepasar los 21 grados centígrados.

Si aún así nos encontramos en una situación difícil, por ejemplo, lluvia abundante, se debe circular a velocidad moderada y frenar progresivamente. “De sufrir aquaplaning, lo ideal es sujetar el volante con firmeza y ni frenar ni acelerar”, apuntan.

Otro de los factores atmosféricos más peligrosos es el viento. Bajo condiciones de fuertes rachas se debe extremar la precaución ya que puede provocar cambios de dirección inesperados.

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