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Los ministros de la UE sientan las bases del futuro proceso

Así se liquidarán bancos en la UE con el nuevo mecanismo de reestructuración

Luis de Guindos conversa con la ministra de Economía de Portugal Maria Luis Albuquerque, y con el responsable sueco Anders Borg.
Luis de Guindos conversa con la ministra de Economía de Portugal Maria Luis Albuquerque, y con el responsable sueco Anders Borg.FRANCOIS LENOIR (REUTERS)

Los ministros de Economía de a Unión Europea no han cerrado un acuerdo sobre el proceso que regirá en la UE para liquidar los bancos con problemas (el llamado mecanismo único de resolución bancaria), pero sí se han sentado las bases. Berlín ha logrado descafeinar algunas de las propuestas de la Comisión Europea. Así, el mecanismo se implantará en dos fases (la primera arrancaría en 2016) y dejará a la Comisión Europea (CE) un papel limitado en el proceso decisorio.

Estas son algunas claves sobre el nuevo procedimiento:

P. ¿Para qué sirve el mecanismo único de resolución bancaria (MUR) que prepara la UE?

R. El MUR pretende centralizar el proceso de reestructuración o liquidación de las entidades financieras europeas en dificultades, de manera coordinada y reduciendo al mínimo la factura para el contribuyente.

Durante la primera fase, que arrancará en 2016 y durará al menos 10 años, el mecanismo sería poco más que un fondo compartimentado por países, en el que la rees tructuración de una entidad en dificultades correría a cargo del sector financiero de su país de origen o de su Estado si necesitara dinero público.

P. ¿Qué ventajas aporta este mecanismo?

R. Elimina la discrecionalidad de las autoridades nacionales, que suelen retrasar la intervención de la entidad, y desvincula la crisis de un banco de la situación económica de su país.

Sin embargo, la presión de Alemania reduce notablemente las pretensiones de la Comisión Europea, que planteó la creación de un fondo común, para garantizar que todas las entidades eran socorridas en igualdad de condiciones, con independencia de su país de origen.

P. ¿Cómo ha influido esa situación en esta crisis?

R. La discrecionalidad de las autoridades y la vinculación de la crisis de un banco a la situación económica del país son dos factores que han supuesto que prácticamente todas las entidades han sido consideradas demasiado grandes para dejarlas caer, lo que ha obligado a los Estados a destinar billones de euros a su rescate. 

P. ¿Cómo corregirá el MUR esa situación?

R. Dispondrá de un fondo alimentado por las propias entidades para financiar las reestructuraciones o liquidaciones.

P. El nuevo fondo de reestructuración, ¿será ­europeo o nacional?

R. El proyecto de MUR aprobado por la Comisión Europea incluía un fondo europeo, pero las reticencias de Berlín impiden por ahora su creación. Consistirá en una red de fondos nacionales independientes, alimentado por los bancos de cada país y encargado de sus propias crisis.

P. ¿Qué consecuencias implican estos cambios?

R. Muy graves, porque no se romperá del todo el vínculo entre la banca y su país de origen, al no existir una hucha europea encargada del rescate de las entidades con independencia de su contribución y domicilio.

P. ¿Qué entidades salen perdiendo?

R. Las entidades de países pequeños o en los que el mercado detecte riesgos, porque pueden ser penalizadas aunque sean muy solventes.

P. ¿Se corregirá ese fallo en un futuro?

R. Sí, pero Berlín exige un cambio del Tratado de la UE antes de crear un fondo realmente europeo. Hasta entonces, algunas entidades deberán demostrar al mercado que ellas o el fondo de rescate de su país no son demasiado pequeñas para sobrevivir.

 

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