El Tesoro no logra devolver el pulso al Ibex

El Ibex ha vuelto a mostrar signos de debilidad y ha cerrado con una caída del 1,57%, hasta los 9.629,80 puntos. Las buenas noticias de que el Tesoro ha colocado letras a un año a un interés mínimo histórico y de que la confianza de los inversores alemanes ha mejorado en noviembre a máximos de cuatro años no han sido motores suficientes. Tampoco la posibilidad, aunque remota y sugerida de forma muy superficial por el vicepresidente del BCE, de que la institución compre activos al estilo de la Fed ha logrado animar las Bolsas europeas.

 El Ibex se ha despedido hoy de la proximidad a los 9.800 puntos alcanzada ayer. La prudencia se impone los mercados europeos tras el rally de los últimos meses y los inversores optan por recoger beneficios, en espera de nuevos argumentos para mantener (o poner fin) a las ganancias. Ha sucedido así en la Bolsa española y también en la alemana, que ayer tocó nuevo récord histórico para perder fuelle en la jornada de hoy. En Wall Street, el Dow Jones tampoco ha logrado asentarse al cierre sobre el récord de los 16.000 puntos: ha terminado en 15,966.9, tras bajar un 0,06%. Mientras, el Standard & Poor's cayó 0,2%, hasta los 1.787.86 puntos, y el Nasdaq, un 0,44%, hasta 3.931,55. 

El millonario Carl Icahn ha contribuido en gran medida a este ambiente de intranquilidad tras el rally, al declarar anoche que es muy "cauto" sobre las ganancias en renta variable ya que pueden no estar sustentadas por una mejora similar en las previsiones de las empresas. De hecho, aseguró que no descarta una "gran caída" en las Bolsas porque la mejora en los resultados que han registrado muchas empresas han podido proceder más de los menores costes de la deuda que de una recuperación real de los ingresos.

Otra de las referencias del día era la cita con el presidente de la Fed, Ben Bernanke, que participará hoy en un acto de la Asociación Nacional de Economistas de Empresa (National Association of Business Economists) en la que hablará de política de monetaria. Aunque la conferencia se celebrará ya con las Bolsas europeas y estadounidenses cerradas, "entendemos que los inversores actuarán con cautela durante la sesión, a la espera de lo que pueda decir Bernanke y por si da pistas de cuándo puede iniciar la Fed la retirada de estímulos", según los analistas de Link Securities.

Y así ha sido, a pesar de las referencias positivas con las que ha contado la Bolsa europea y, en especial la española. El Tesoro español ha colocado letras a un año al tipo de interés mínimo, el 0,678%, tras lo que la prima de riesgo se ha situado en los 237 puntos y la rentabilidad del bono a diez años, en el 4,09%, por debajo del 4,1%. La otra buena noticia la ha traído el índice Zew de confianza de los inversores alemanes, que ha marcado en noviembre su mejor cifra en cuatro años, pese a lo que no se ha conservado el tono positivo en la Bolsa de Fráncfort.

La banca ha determinado las caídas del Ibex, con descensos del 2,02% de Santander y del 1,96% de BBVA, a las que se ha sumado el retroceso del 2,16% de Inditex y del 7,87% de Sacyr, el valor más castigado. No ha calado la posibilidad, aunque muy incierta, de que el BCE pudiera comprar deuda al estilo de la Reserva Federal estadounidense, una política que sin duda chocaría con la negativa de Alemania. El vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, ha señalado que “es una posibilidad”, aunque ha aclarado también que si bien “todo es posible”, no se ha discutido ningún detalle.

 Por su parte, el euro se mantiene apenas sin cambios en los 1,35 dólares.