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Los presidentes de Campofrío, Alfa y Shuanghui

Ballvé, Garza y Long, los apellidos de la operación sobre Campofrío

Pedro Ballvé y su hermano Fernando recuperaron en 1987 el 100% de Campofrío Wan Long, presidente de Shuanghui, entró a trabajar en una fábrica del grupo en 1968 Armando Garza preside el gigante mexicano Alfa, un grupo familiar iniciado en el siglo XIX

Artículos de Campofrío.
Artículos de Campofrío.Reuters.

En Campofrío conviven ahora tres de los mayores empresarios de España, China y México. Pedro Ballvé, presidente del grupo español; Wan Long, presidente del grupo chino Shunghui; y Armando Garza, presidente del mexicano Alfa (matriz de Sigma) son tres de las personalidades más reconocidas en el panorama empresarial de sus respectivos países. El lanzamiento de la opa sobre el 100% de Campofrío por parte de Sigma, apoyado por Ballvé, y sobre la que todavía Shunghui no se ha pronunciado, los ha reunido.

Pedro Ballvé (Burgos, 1954) es todo un clásico en el sector cotizado alimentario español, curtido en mil batallas enfrentado o aliado a los mayores fondos de inversión del mundo.

El 1 de diciembre de 1987 es una fecha clavada en la memoria de la familia Ballvé y del grupo Campofrío. Ese día Pedro y su hermano Fernando recuperaron el control de Campofrío, fundada por su padre, José Luis Ballvé en 1957. A finales de los años setenta el fundador del grupo vendió el 50% a la multinacional estadounidense Beatrice Foods. Con un crédito de 10.000 millones de las antiguas pesetas los hermanos Ballvé recuperaron el 100% de Campofrío.

Después vendrían las adquisiciones de Navidul, Oscar Mayer y, a finales de 1999, Telepizza. La fusión con el grupo estadounidense Smithfields, la llegada, el año pasado, del grupo chino Shuanghui y la reciente entrada de Sigma son los últimos capítulos de la carrera empresarial de Pedro Ballvé.

El mexicano Armando Garza (Monterrey, 1957) también es descendiente de los fundadores, a finales del siglo XIX, del germen del grupo empresarial que ahora preside, la cervecera Cuauhtémoc.

En 1973 el conglomerado familiar en el que se había convertido aquella cervecera, Grupo Monterrey, se escindió haciéndose cargo su abuelo, Roberto Garza, de lo que hoy es el grupo Alfa, propietario de Sigma, la empresa que ha lanzado la opa sobre Campofrío.

Grupo Industrial Alfa es en la actualidad uno de los mayores holdings empresariales mexicanos empleando a más de 56.000 personas. Controla cinco negocios: Alpek (petroquímica); Nemak (alumino); Sigma (alimentación); Alestra (telecomunicaciones) y Newpek (energía). La división petroquímica representa cerca del 50% de la facturación total del grupo; la división alimentaria supone el 23%.

En 2012 Alfa registró una facturación de 15.152 millones de dólares, un 3% más, reduciendo su endeudamiento hasta los 7.155 millones de dólares (un 3% menos).

Según la última memoria anual de Alfa, el grupo es el mayor productor de componentes de aluminio de motor para la industria automotriz en el mundo y uno de los más importantes productores de poliéster. Lidera el mercado mexicano de petroquímicos y asegura ser líder en el mercado de carnes frías en Estados Unidos y de quesos en México.

“Lo que yo hago es matar cerdos y vender su carne”, explicó el año pasado a un diario chino el señor Wan Long (1941), presidente del grupo chino Shunghui. Long ingresó en la compañía que ahora preside en el año 1968 como trabajador de una de sus fábricas tras abandonar el ejército. En una entrevista recogida por Financial Times, Long aseguró hace dos años que se retiraría en 2015.

Long, que pasa por ser un hombre dedicado por completo a su trabajo, ligado a las altas estructuras del Partido Comunista Chino, pasará a la historia empresarial de su país por haber efectuado, hasta el momento, la mayor adquisición de una empresa estadounidense por parte de otra china, la compra, el pasado mes de mayo, del grupo Smithfield Foods, una operación valorada en 7.100 millones de dólares.

España toma impulso como destino del dinero mexicano

La llegada de la empresa Sigma, filial del grupo Alfa, al mercado español a través de Campofrío es la última inversión conocida de una sociedad mexicana en España.

A finales del mes pasado el fondo británico Moor Park Capital Partners vendió al grupo mexicano Grupo-e, 253 sucursales alquiladas a Banco Sabadell en España por 290 millones de euros.

En agosto el grupo mexicano ADO acordó la adquisición de la empresa de autobuses Avanza, que estaba en manos del fondo de capital riesgo Doughty Hanson desde 2006.

También en agosto la cementera mexicana Cemex decidió integrar en España los activos y fuerza comercial de la suiza Holcim. Cemex dirige operaciones desde España en 30 países, en los que el grupo tiene activos por más de 40.000 millones.

El mexicano Carlos Slim, habitual en las listas de las cinco mayores fortunas del mundo, compró el año pasado 400 sucursales de La Caixa. También en 2012 se hizo con el equipo de fútbol Real Oviedo.

Este mes la empresa española Bodaclick tiene previsto traspasar el 20% de su capital a dos sociedades mexicanas Comercializadora y Estrategias Tirsa.

En 2011 el grupo Bimbo adquirió por 115 millones de euros Bimbo en España y Portugal a la multinacional estadounidense Sara Lee.

La mayor operación de inversión conocida hasta la fecha de un grupo mexicano en una compañía española es la adquisición, en 2011, del 4,62% de Repsol por parte de la petrolera mexicana estatal Pemex, por 1.123 millones de euros.

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