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Anuncio de David Cameron

El Reino Unido tendrá un índice bursátil islámico y emitirá bonos 'halal'

El primer ministro británico, David Cameron, ofrece un discurso durante el Foro Económico del Mundo Islámico en Londres.
El primer ministro británico, David Cameron, ofrece un discurso durante el Foro Económico del Mundo Islámico en Londres.EFE

El Reino Unido se afianzó hoy como principal centro financiero islámico fuera del mundo musulmán con el lanzamiento de un nuevo índice bursátil conforme a la ley “sharia” y la emisión de bonos respetuosos con los mandamientos del Corán.

El primer ministro, David Cameron, anunció la introducción de ese índice, que cotizará en la Bolsa de Londres, en la apertura del Foro Económico del Mundo Islámico, que se celebra hasta el jueves en Londres, por primera vez en un país no mahometano.

Ante una audiencia de jefes de Estado y Gobierno y financieros de 115 países, entre ellos el rey Abdalá de Jordania y el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, Cameron reveló además que el Reino Unido emitirá, también en primicia, bonos islámicos o “sukuk”, que podrán adquirir los musulmanes sin temor a violar las preceptos de su fe.

“Londres es ya el mayor centro de finanzas islámico fuera del mundo musulmán, pero hoy nuestra ambición es ir más lejos”, manifestó el líder conservador.“No quiero que Londres sea la gran capital de las finanzas islámicas en el mundo occidental; quiero que figure junto a Dubai y Kuala Lumpur como una de las capitales de las finanzas islámicas en cualquier parte del mundo”, proclamó.

El Reino Unido se puso a la vanguardia de las finanzas islámicas -que respetan la “sharia” o ley coránica- en 2008, con la apertura de varios bancos totalmente islámicos y la venta de productos financieros, como hipotecas o pólizas de seguros, “halal” (permitidos).

Con el anuncio de hoy, la City (centro financiero) de Londres se consolida con núcleo mundial de ese tipo de transacciones, que se calcula que han crecido un 150 % en los últimos siete años y que nutren a un mercado valorado en 1,5 billones de euros.

El Reino Unido “no cometerá el error” de cerrar la puerta al negocio, a diferencia, precisó Cameron, de otros países que “miran hacia dentro” y “rechazan reconocer que la manera en que cambia el mundo afecta a su futura prosperidad”.

El nuevo índice islámico, formado por empresas regidas por la ley coránica, busca atraer más inversores musulmanes a Londres, que ahora -explicó- “podrán identificar más fácilmente las oportunidades” de inversión.

Al tiempo, el Tesoro trabaja en la emisión a partir de 2014 de “sukuk” (certificados financieros equivalentes a bonos que se emiten sobre activos tangibles), por valor de unos 200 millones de libras (230 millones de euros).

Estos bonos se estructurarán de modo que los inversores reciban una ganancia fija en base al beneficio generado por un activo tangible -como la construcción de una carretera-, en línea con el principio coránico que prohíbe el cobro de intereses.

La gran mayoría de los bancos del Reino Unido ofrecen ya una amplia variedad de productos aceptables para los musulmanes, como hipotecas sin intereses o pólizas de seguro con riesgo compartido, así como inversiones que huyen de campos vetados, como la pornografía, el juego, el alcohol o el tabaco.

El sistema financiero islámico, común en Oriente Medio, se basa en los principios de prohibir toda forma de interés y compartir el riesgo, al tiempo que debe garantizarse que las inversiones son en valores permitidos, como petróleo, minerales o incluso armas.

Uno de los principales productos en oferta son las “musharaka” decrecientes, una hipoteca en la que el banco compra la mayoría de una propiedad y el resto, el cliente, que acaba de adquirir lo que le falta mediante el pago de un alquiler mensual al banco por un plazo de tiempo determinado.

Cameron recordó hoy que, para facilitar las finanzas islámicas y evitar la discriminación de los musulmanes, el Reino Unido modificó su legislación fiscal para prevenir, entre otras, “el doble cobro de impuestos” sobre esas hipotecas.

Otros productos son seguros cooperativos o mutuos (“takaful“) o cuentas y préstamos sin intereses (“muharaba“), donde el beneficio para el banco se obtiene con fórmulas inversoras alternativas.

Los servicios financieros islámicos están abiertos a cualquier ciudadano y, aunque en la práctica cuestan y rinden igual que los convencionales, cada vez más personas se sienten atraídas por estas inversiones más éticas y un modelo de negocio que sorteó sin problemas la crisis de 2008.

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