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Recursos humanos

La imagen claro que importa en un currículum

Se trata de acentuar habilidades, como dotes de comunicación Conviene cuidar detalles como el vestuario o la iluminación en la grabación

Grabación de un vídeocurrículum, realizado por la productora Luz.
Grabación de un vídeocurrículum, realizado por la productora Luz.

Estamos en la sociedad 2.0, en la que la inmediatez y la imagen tienen un gran protagonismo. También en los currículos. “Hemos detectado que en el momento actual la imagen supone un gran escaparate para demostrar todas las habilidades que poseemos, como el hecho de hablar inglés o tener dotes de comunicación”, afirma Paula García-Pozuelo, directora de la productora audiovisual Luz, que acaba de desarrollar un servicio, Lúzete, para ayudar a los profesionales a preparar un buen videocurrículum. Es la última tendencia, que en Estados Unidos está implantada desde 2007. “Si te presentas en un vídeo tienes muchas más posibilidades de transmitir a quien lo vea lo que vales, y ya existen muchos portales de búsqueda de empleo en los que se suben vídeos. Es un sistema ágil que conlleva muchos beneficios”.

 De hecho, enviar un videocurrículum es considerado todavía en España una iniciativa aislada, que podría calificarse como innovadora. Yese es un detalle a tener en cuenta, como explica el consultor Juan Mateo, socio director de Logra. Asegura que puede ser una magnífica tarjeta de presentación, donde se pueden ver las dotes comunicativas de un candidato. Pero donde no puede haber trampa ni cartón es en la entrevista personal con el encargado de la selección. “Y aquí hay que demostrar que esa actitud innovadora es de verdad. Con el vídeo se evita tener una imagen distorsionada a través de las palabras”, señala Mateo, quien reafirma que la imagen es muy importante. “Los guapos y bien vestidos siempre han tenido más posibilidades de entrada, y aquel que no es tan agraciado ha tenido que esforzarse más por demostrar su talento”, apunta.

Lo que puede ser un plus se puede volver en contra del profesional que aspira a un puesto, si no cuida ciertos matices. No hay nada peor que presentar un vídeo casero. “Hacerlo tú mismo con tu cámara en casa puede dar una imagen negativa. Además, muy poca gente sabe expresarse ante una cámara”, explica García-Pozuelo, que ofrece cinco horas de formación para salir airoso ante la cámara (con vídeo incluido, maquillaje y peluquería, a partir de 144 euros). “No se trata de leer un currículo, sino de destacar los rasgos que le hacen a uno diferente, de transmitir confianza”, añade esta emprendedora, que ha encontrado en este tipo de productos profesionales un nicho de mercado, debido a las numerosas posibilidades que ofrece este formato. Por ejemplo, en las profesiones más técnicas, como los ingenieros o arquitectos, se puede acompañar la presentación con vídeos de los trabajos realizados anteriormente.

En los últimos meses han aparecido ejemplos de este tipo de vídeos tan llamativos que han saltado a los medios de comunicación gracias a su éxito en las redes sociales. Desde un joven que cantaba su currículum en el metro, otro que utilizaba a sus abuelos para contar las bondades de contratarle, o hasta cinco creativas que lanzaban una original campaña llamada “No soy prima de” para advertir que no tenían ningún enchufe que las pudiera abrir una oportunidad, aunque tenían otras capacidades.

María Victoria Márquez es una de estas cinco creativas que prepararon sus videocurrículos para el Festival del Sol, donde vestidas con camisetas entregaban unos códigos que llevaban a sus vídeos y a sus páginas de Linkedin. “Nos sirvió para tener más de 100 visitas al día a nuestro perfil de Linkedin y, de momento a tres entrevistas para cada una”, cuenta Márquez. Aunque es cierto que no han encontrado de momento trabajo. “Buscaban gente más sénior o becarias”, explica. Las cinco compañeras han acabado su periodo de beca en la agencia en la que trabajaban sin encontrar empleo. “Profesionalmente, la experiencia nos ha servido para aprender y tener la opción de acudir a entrevistas”.

La originalidad también llega a las versiones en papel. Fotos impactantes, colores, ilustraciones, caricaturas del propio candidato o cómics con la finalidad de llamar la atención del reclutador.

“La originalidad es buena, pero sobre todo para perfiles creativos. Para otras profesiones es menos importante”, cree Ana Fuentes, consultora de Adecco Professional. En el caso de esta empresa de selección reconoce que les llegan modelos con formatos en bombilla, cartulinas de colores o incluso una caja con muffins. “Empieza a estar de moda. Es cierto que llama la atención y es un punto que indica que la persona está motivada. Sirve para que te fijes, pero al final lo importante son las competencias”, asegura esta experta.

En el caso de los perfiles directivos, la originalidad no llega a tanto, pero sí comienzan a surgir estas experiencias. “Llega de todo. Recuerdo una presentación de un ejecutivo con gráficas en las que demostraba que cuando él se iba de la empresa, las ventas caían. Obviamente lo descarté, porque un buen directivo debe dar continuidad a la empresa aunque él no esté”, cuenta Álvaro Arias, socio director de Pedersen & Partners.

“Uno que me causó un impacto fuerte fue el de un currículum que contenía un enlace a un vídeo de Youtube. Allí el directivo era entrevistado por un periodista y daba opiniones sobre el trabajo, el sector o las tendencias que él veía. Me resultó muy útil porque conoces su opiniones, cómo se desenvuelve, cómo viste o las opiniones que tiene. Es algo que no se te olvida”, asegura este reclutador. “Me parece algo muy sencillo y útil, que todo el mundo puede hacer”.

Sin embargo, no todos son de la misma opinión. “No puedo dedicar mi tiempo a ver imágenes dos o tres minutos imágenes. Lo que quieres es que un una mirada rápida saber si es lo que buscas. Puedes ver uno por curiosidad pero nada más”, asegura Miguel Mercado, director de Randstad Professional. “En la parte de marketing más creativa tiene sentido ser originales. En otros casos se busca formalidad y sobre todo, la experiencia”, cree.

Consejos

“A mí me sirve que expliquen la experiencia profesional, comenzando desde la más actual, que sea muy profesional, limpio y claro”, explica el responsable de Randstad. “Debe ser esquemático, que lleva foto, contar las aficiones porque también te fijas en la persona y una descripción de la empresas donde trabajaba y sus funciones”, añade el socio de Pedersen & Partners. “Tiene que ser conciso, breve, en una hoja y calidad en la redacción. Hay algunos que llegan hasta con faltas de ortografía. Lo más importante es explicar bien la experiencia profesional”, apunta la consultora de Adecco.

Evitar siempre las rayas

El videocurrículum puede volverse en contra de uno si no se cuidan los detalles. Por ejemplo, uno de los fallos habituales, asegura la experta Paula García-Pozuelo, de la productora audiovisual Luz, que cometen los candidatos cuando envían un vídeo casero es el mal sonido, la mala iluminación o los nervios. “Hay que hablar mirando con seguridad a la cámara, sin mostrar nerviosismo”, añade. El tiempo es otro factor a tener en cuenta: un vídeo profesional no debe exceder de los dos minutos.

Por tanto, conviene ir al grano, no explayarse en información que no aporta nada al perfil del candidato. El vestuario también es importante. “Tiene que adecuarse al puesto que se va a ocupar, pero siempre hay que evitar el traje de rayas o los estampados con dibujos pequeños, porque distorsionan la imagen”.

El objetivo final no es otro que transmitir una imagen natural, limpia y seria. “Hay que saber hablar de uno mismo, y a eso se aprende con unas dinámicas de grupo, donde se ensaya y la gente aprende a soltarse ante la cámara, de manera que después la entrevista de trabajo sea más fácil de afrontar”, señala la responsable del proyecto Lúzete.

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