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Los justicieros enmascarados copan la lista de películas más taquilleras

Las taquillas echan de menos a los superhéroes

Cartel de Los Vengadores
Cartel de Los Vengadores

El fenómeno palomitero de este verano se llama World War Z. La película, protagonizada por un Brad Pitt que lucha contra una plaga mundial de zombis, es hasta el momento el estreno más rentable en España. Tras solo tres semanas en cartel se acerca ya a los 10 millones de euros de recaudación, cifra que otras películas (Gru 2 y Monstruos University) han tardado meses en alcanzar, y acumula más de 400 millones en todo el mundo, una cifra acorde con las expectativas puestas por su altísimo presupuesto (en torno a los 200 millones de euros).

Estas magnitudes no son malas, pero palidecen si se las compara a la de los fenómenos de la pasada temporada estival. Los vengadores, una nueva franquicia que reúne a los protagonistas de otras cuatro sagas (Iron Man, El Capitán América, Thor y Hulk), arrasó en todo el mundo. Amasó más de 1.500 millones de dólares, convirtiéndose en la tercera película más taquillera de todos los tiempos, solo superada por Avatar (2.780 millones) y la última película de Batman (El caballero oscuro: la leyenda renace), que también se estrenó en 2012 (2.185 millones).

Los filmes basados en personajes de cómic se han convertido en un auténtico filón. Los motivos de su éxito se acostumbran a situar en los grandes avances que han experimentado los efectos especiales en los últimos años... y en el hecho de que los niños y adolescentes que leían las historietas en los años ochenta y noventa son ahora padres que llevan a sus hijos al cine para compartir sus recuerdos de infancia.

El actor Ben Affleck será el nuevo rostro de Batman.
El actor Ben Affleck será el nuevo rostro de Batman.

El hombre murciélago ya tiene nuevo rostro... y van cinco

Un año después de concluir la trilogía que ha resucitado a Batman y de que su protagonista, Christian Bale, rechazara seguir prestándose a futuras entregas, Warner Bross acaba de anunciar su sustituto. El oscarizado Ben Affleck ha sido el elegido para acompañar a Superman en la segunda parte de El hombre de acero. Affleck es el quinto actor que se pone detrás de la máscara negra. Michael Keaton fue el primero, al que sucedieron primero Val Kilmer y luego George Clooney. Bale ha sido, con tres entregas, el que más tiempo ha durado hasta el momento.

Sin embargo, las películas de superhéroes que han llegado a las pantallas este curso han tenido un éxito desigual. El que mejor ha funcionado ha sido Iron Man 3, que se ha logrado colocar en el quinto puesto en el codiciado ranking de las películas con mejor recaudación de la historia, superando los 1.142 millones. No sucedió lo mismo con Lobezno inmortal, que acaba de sobrepasar los 300 millones de dólares, mientras que El hombre de acero, el segundo reboot de la saga de Superman, ha logrado juntar más de 620 millones.

Una apuesta segura

La industria cinematográfica no se complica: cuando da con una fórmula rentable, la exprime mientras puede. Resulta hasta complicado enumerar todos los proyectos en marcha relacionados con superhéroes. Los vengadores tendrá secuela, como también todas las sagas de los personajes que en ella aparecen, y se están cocinando varios filmes que desarrollan todavía más personajes de la trama.

El hombre de acero (todavía en cartel) contará en su segunda parte con la aparición de Batman, que cambiará de rostro por quinta vez. Y luego vendrán la Patrulla X, Los 4 fantásticos, Flash... Todo apunta a que pocos personajes se quedarán sin dar el salto al celuloide.

Un oficio solo apto para millonarios

Para vestirse con mallas y repartir justicia por el mundo no basta con ser joven y gozar de una excelente forma física. También hace falta tener un patrimonio considerable. Carlos Slim o Bill Gates tendrían más posibilidades de convertirse en superhéroes que Rafa Nadal o Usain Bolt.

Moneysupermarket.com ha publicado un estudio en el que desglosa qué inversión han llevado a cabo Bruce Wayne y Tony Stark para convertirse en Batman y Iron Man, respectivamente. Según sus estimaciones, para llegar a ser el hombre murciélago hace falta un desembolso de 682 millones de dólares (sumando el traje, los vehículos, la mansión y la batcueva).

Convertirse en IronMan es todavía más caro: la armadura de acero y el tren de vida que lleva su dueño, aficionado a coleccionar superdeportivos, exigen una inversión, según la citada compañía, de unos 1.612 millones de dólares. A la vista de las cifras, si se quiere impartir justicia resulta mucho más barato nacer con superpoderes o estudiar Derecho.

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