Montar un laboratorio con 36.000 euros

Se puede montar un laboratorio con 36.000 euros. Sorprende, ¿verdad? Pues, Alejandro Ollé, Erich Büchen y Joaquim Domingo lo corroboran. Pese a la dificultad para hacerse un hueco entre las multinacionales del sector farmacéutico, el proyecto Galenicum, ideado por estos tres emprendedores universitarios, ha funcionado.

Tiene tan solo diez años y ya distribuye principios activos y fármacos genéricos a multitud de laboratorios farmacéuticos españoles y extranjeros, además de tener autorización para registrar productos en toda Europa desde 2006.

El ibuprofeno, la atorvastatina (para el colesterol) y el sildenafil (para la disfunción eréctil) forman parte de su cartera actual, que ya supera los 200 productos. Su facturación también ha crecido de forma meteórica. En los últimos cuatro años ha pasado de ingresar 12 millones de euros a más de 77 millones en 2011.

Procedentes del mundo de las telecomunicaciones y el sector químico, y frente a unos gin-tonic, estos tres amigos (dos ingenieros y un economista) decidieron fundar esta compañía, que se ha convertido en una de las más innovadoras en el campo de los genéricos en Europa.

Cuentan que su sueño era “hacer que los medicamentos tuviesen un precio razonable para todas las personas”, y sin ningún bagaje previo en la industria farmacéutica, vieron la oportunidad de comenzar el negocio en India, un país donde existe una potente industria en esta área.

Fue un acierto, porque enseguida se hicieron con la representación en España de la potente farmacéutica india Dr. Reddy’s y consiguieron la primera licencia de formulación de fármacos, el principal objetivo de la compañía.

Actualmente, el desarrollo de medicamentos genéricos propios constituye la parte principal de su negocio, que tiene sede en Barcelona y cuenta con oficinas en Madrid, Malta, filiales en Brasil, Perú, China e India, además de un laboratorio en Esplugues de Llobregat (Barcelona), donde realiza el control de calidad de los productos.

“Gracias al desarrollo de medicamentos, se ha producido el fuerte impulso de la compañía, sobre todo por la atorvastatina”, asevera Ollé.

Desarrollar moléculas nuevas, eso sí, aprovechando las oportunidades del mercado, ha sido desde entonces su principal actividad, absorbiendo gran parte de la inversión de la compañía. Solo este año, la inversión en I+D ascenderá a cinco millones de euros y la previsión es desarrollar anualmente ocho fármacos.

Aunque los tres reconocen que es “muy crítico” lanzar productos nuevos al mercado, ya que se tarda entre año y medio y dos años en completar el desarrollo y otros dos en conseguir la aprobación de la Agencia Española del Medicamento, en estos momentos la compañía trabaja en un total de 20 fármacos nuevos, ocho de ellos con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI). Esta entidad financia el 75% de los proyectos mediante créditos blandos.

Además de los desarrollos, su espíritu innovador también se ha dirigido a iniciativas destinadas a mejorar las presentaciones, la conservación y el consumo de los medicamentos. Pensando solo en los consumidores, Galenicum trabaja actualmente en el desarrollo de un comprimido de ibuprofeno (600 mg), que será el más pequeño del mundo.

“Muchas veces los laboratorios nos olvidamos de los pacientes y nos centramos más en la vertiente científica, cuando lo realmente importante es que los enfermos se tomen los medicamentos”, señalan los fundadores. La previsión es que este miniibuprofeno esté en el mercado en 2015.

Asimismo, también está desarrollando un proyecto de inyectables, que hasta ahora había que conservar refrigerados (entre 2 y 8 grados), para que puedan mantenerse a temperatura ambiente. “Es muy importante ser el primero en poner el producto en el mercado”, dicen en la compañía, que tiene previsto comercializarlos en 2017.

Potenciar las ventas en los mercados exteriores es otro de los puntos que están bajo la mira de la empresa en estos momentos. Aunque ya comercializa sus productos en países europeos como Alemania, Italia, Francia, Inglaterra, Polonia y Portugal, actualmente el 75% de su negocio se genera en España.

El plan estratégico gestado por el laboratorio prevé vender el 60% de sus productos fuera de España en 2017. Sus principales objetivos son Latinoamérica y Oriente Próximo, porque “son mercados potenciales muy prometedores”.

En Latinoamérica existen fármacos originales y genéricos de baja calidad, sin estudios clínicos equivalentes, y “la idea es introducir medicamentos de alta calidad a precios asequibles”. Para potenciar su presencia en la zona, planea abrir en breve una nueva filial en Chile, que se sumará a las que ya tiene en Brasil y Perú.

La entrada en Oriente Próximo, por contra, se va a instrumentalizar de la mano de una empresa distribuidora de Kuwait, que será la encargada de vender sus productos en toda la zona. “Allí los crecimientos del negocio son muy grandes”, dice Ollé, quien asegura que la compañía realiza estudios de mercado muy exhaustivos para reconocer los huecos y cubrirlos antes de lanzarse a poner en marcha un nuevo reto.