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Manu Alber, coach, consultor y profesor de la Universidad Europea

El talento es una moneda que se da e intercambia

Manu Alber

Recientemente tuve el placer de impartir un taller para emprendedores, invitado por la gente de Madrid 2020, dentro de su proyecto para el fomento de nuevas empresas de cara a ese año tan ilusionante de la candidatura a los Juegos Olímpicos.

Tuve la suerte de estar con un grupo de futuros empresarios llenos de ganas por sacar adelante sus proyectos y con estrategias ya definidas realmente interesantes. Tal como les contaba, mi experiencia en diversas compañías, muchas de ellas en fase start-up, me dice que, por muy bien trazado que esté un plan de negocio sobre el papel, hay algo que, si falla en los miembros del equipo, es garantía de fracaso estrepitoso: El talento. Pero, ¿qué es el talento?, ¿todo el mundo lo tiene?, ¿el talento nace o se hace?

Para mí el talento es “el conocimiento y el compromiso puestos en acción, de manera ejemplar y generando valor a la organización, al equipo o al proyecto”. Todo el mundo poseemos talento. Sólo hay que descubrirlo y desarrollarlo, atreviéndose a romper barreras mentales que frenan nuestra creatividad. Si unimos nuestro talento con el del resto de los miembros de nuestra empresa, poniendo a su disposición nuestro engagement, conocimientos, ideas y trabajo duro, ya tenemos un punto a nuestro favor para llegar al éxito.

Biografía:

Soy coach, consultor de estrategia, profesor de la Universidad Europea e imparto formación relacionada con habilidades directivas y team building. Estoy graduado en Gestión del Talento por ESADE (Madrid) y cualificado en coaching por Watterson and Associates (EEUU). He trabajado con multinacionales como Telefónica o Alcatel Lucent, liderando y motivando equipos internacionales. Además, ejerzo como partner en Verbung Personal Branding

Las nueve inteligencias

Howard Gardner dice que el ser humano no tiene una Inteligencia sino nueve. Ver aquí

Para mí todas las inteligencias son la base de lo que llamamos talento, pero resaltaría además la puesta en acción y despliegue de todo ese potencial para con los demás. El talento es una moneda que se da e intercambia. Representa valores. Si nuestro talento no circula, pierde valor. Por eso es necesario compartirlo con nuestros compañeros de viaje, para así ser más fuertes.

Además del cultivo de esas nueve inteligencias, hace falta “mojarse”. Es necesario ir más allá. Es imprescindible el compromiso hacia los tuyos, hacia tu proyecto, hacia tu cliente. Citius, Altius, Fortius. Así generamos valor. Hay que sembrar, abonar y regar en equipo. El talento vive para el equipo porque así consigue el florecimiento sinérgico y el momento Eureka: 2+2 =5

La comunicación

Además, la buena comunicación ayuda a mejorar el funcionamiento de la organización y permite construir un equipo eficaz. Para mí la comunicación es como una flor formada por cinco pétalos: Metas, roles, relaciones, liderazgo y procedimientos. Las metas empresariales son las que se logran haciendo una adecuada planificación del trabajo conjunto; los roles son los perfiles que poseen cada uno de los miembros de nuestro equipo, que tenemos que conocer y adecuarnos a ellos; las relaciones son las interacciones que establecemos con cada persona, demostrando nuestra confianza y motivándolas para mejorar; el liderazgo, que funcionará cuando está adaptado a las situaciones y las peculiaridades de cada uno y, por último, los siempre importantes procedimientos que nos permiten aumentar y mantener la calidad de los procesos para darles lo mejor a nuestros clientes.

En definitiva, el talento es una mezcla entre los valores personales, organizacionales y las competencias necesarias para poner en marcha esos ideales, a través del trabajo y la implicación de todos.

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