Sareb puede requerir más capital si no acelera sus ventas

La venta de viviendas terminadas es el motor de arranque con el que el banco malo pretende iniciar su ardua tarea de deshacerse de los 197.474 activos inmobiliarios, por valor de 50.449 millones de euros, que adquirió a las entidades asistidas y nacionalizadas. Siendo el 78% de los activos créditos y préstamos a promotor, y buena parte de los adjudicados suelo y promociones en curso, los 55.700 inmuebles ya terminados suponen el producto de más fácil salida, y el que goza de demanda tanto entre particulares como mayoristas.

Así, de hecho, el nuevo plan de negocio revisado por KPMG que aprobó Sareb esta primavera contaba con que la sociedad rozara la velocidad crucero de venta de inmuebles ya este primer año, con 7.528 operaciones sobre inmuebles, a un precio medio de 124.000 euros, por los que ingresaría 933 millones de euros. A mayo, sin embargo, solo se han concretado un 7% de estas operaciones, lo que pone en riesgo no solo el cumplimiento del plan de negocio sino la estructura misma de capital de la sociedad.

En concreto, tal y como informaba la propia sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria, desde la contratación de las entidades cedentes para la comercialización de activos, el pasado febrero, y este mes de mayo, se han cerrado 550 ventas. Aunque en este mismo periodo se han ingresado 500 millones de euros, el grueso de esta cifra proviene de la gestión de activos puramente financieros, como el recobro de préstamos. Al citado precio medio de 124.000 euros por vivienda, los ingresos correspondientes a la venta de inmuebles se limitarían a unos 68,2 millones de euros.

Sareb asegura que cuenta además con otras 800 operaciones en marcha pendientes de escriturar así como con 2.200 inmuebles sobre los que existen ofertas preliminares de compra. En paralelo, el equipo que preside Belén Romana ultima estos días el conocido como Proyecto Toro, que supondría la venta de un paquete de 200 millones de euros en activos a un grupo de fondos de inversión internacionales.

Pese a que el cierre de estas operaciones supondría un repunte del citado ritmo de ventas, de momento los datos apuntan a una fuerte desviación para el primer ejercicio de vida de Sareb. Y eso que incluso bajo las ventas estimadas en el plan de negocio ya se esperaban unas pérdidas de 47 millones de euros para el ejercicio. Teniendo en cuenta los fuertes costes de mantenimiento y gestión que asume Sareb –que la compañía cifra en 1.600 millones el primer año– un descalabro mayor podría poner en riesgo la estructura de capital de la firma.

Aunque Sareb cuenta con unos recursos propios de 4.800 millones, solo 1.200 corresponden a capital puro, que es con el que tendría que hacer frente a eventuales pérdidas inesperadas. Una posibilidad que podría obligar a organizar una nueva ampliación de capital a medio plazo, según fuentes cercanas a la sociedad. Desde la propia Sareb, sin embargo, consideran que las ventas de los primeros meses no son representativas ya que el ritmo de las operaciones crece “de forma exponencial”, y que otros ingresos compensarían eventuales desviaciones.