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Jacob Joseph Lew

La firma del Tesoro de EE UU

Experto en presupuestos, el nuevo secretario del Tesoro estadounidense ha formado parte de los últimos dos Gobiernos demócratas de su país.

Jacob Joseph Lew, secretario de Estado del Tesoro de EE UU.
Jacob Joseph Lew, secretario de Estado del Tesoro de EE UU.Hogue

Un eterno político de finanzas americano. Jack Lew fue nombrado el pasado mes de febrero nuevo secretario del Tesoro de Estados Unidos. Accede al cargo tras la propuesta del presidente de EE UU, Barack Obama, del que ha sido asesor desde los inicios de su primer mandato. Llega al puesto en uno de los momentos más complicados para la economía estadounidense. El neoyorquino, de 58 años, debe afrontar con el Congreso cómo recortar la deuda que agobia al país y cómo lograr controlar el gasto público.

Jacob Joseph Lew no forma parte del universo de Obama, del llamado círculo de Chicago, en el que se engloban los que han seguido al presidente estadounidense desde sus inicios en la política en esta ciudad. Lew proviene de una familia de clase media, del barrio neoyorquino de Queens, con raíces europeas. Su padre, un inmigrante polaco, trabajó como abogado y su madre, tras abandonar la escuela a los 15 años, comenzó a trabajar como jefa de personal.

En un discurso que dio hace dos años en el instituto Forest Hills, donde estudió de niño, Lew confesó su vocación de periodista de adolescente. Escribió para el periódico de la escuela y se planteó luchar contra la injusticia como profesional de los medios de comunicación. Sin embargo, en su camino se cruzó la política y decidió luchar desde esta posición privilegiada. Siguiendo los pasos de su padre, estudió en la Universidad de Harvard y obtuvo el doctorado en Derecho en la Universidad de Georgetown, en 1983. En 1979, un año después de finalizar sus estudios en la primera, ya se encontraba ejerciendo en el mundo de la política, como asesor del entonces presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Thomas O’Neill. Allí presenció las negociaciones presupuestarias de la década de 1980 con la Administración de Ronald Reagan, en torno a la reforma de la Seguridad Social y de los impuestos.

Estos aprendizajes le sirvieron para curtirse en las posteriores negociaciones económicas del mandato de Bill Clinton, durante el cual ejerció de director de la Oficina de Gestión y Presupuesto, desde 1998 hasta 2001. Durante su permanencia en este puesto, llevó al país a alcanzar un superávit presupuestario histórico durante tres años consecutivos. Su fiel compromiso con la religión, judío ortodoxo que abandona las tecnologías desde el atardecer del viernes hasta el del sábado, inspira sus políticas económicas, tratando de proteger a los pobres y a los necesitados de los recortes.

Devoto de la religión, pero también de su familia. Jack se casó con su novia del instituto, Ruth Schwartz, y tuvo dos hijos, Danny y Soshi, que siguió los pasos de su padre y, tras graduarse en Harvard, trabajó en la Oficina de Gestión y Presupuesto y en la Casa Blanca como asesora de políticas en materia de energía. Tras finalizar esta etapa, decidió pasarse a la empresa privada, quizá uno de los errores Jacob Joseph Lew La firma del Tesorode EEUU más graves de su carrera, por el que muchos políticos le juzgan actualmente. Entre 2006 y 2008 pasó por varios puestos dentro de Citigroup. A principios de 2008, se convirtió en alto ejecutivo de la unidad que asumió las inversiones más arriesgadas de la entidad y que la llevaron a la quiebra, de la que fue rescatada ese mismo año por el Gobierno de EE UU con 45.000 millones de dólares. Tras su salida de la compañía, recibió casi un millón de dólares, una cantidad similar, según él, a la que cobraron sus compañeros. Sin embargo, a los políticos republicanos no les convence esta explicación y no consideran adecuada su posición en el Tesoro, donde tendrá que supervisar la situación de Citigroup.

En cualquier caso, tras esta mancha negra en su carrera, Lew se volvió a incorporar a los servicios públicos en 2009 como parte del Gobierno de Obama, primero como secretario adjunto de Estado bajo la supervisión de Hillary Clinton, posteriormente, de nuevo, como director de la Oficina de Gestión y Presupuesto y, en 2012, como jefe de Gabinete de la Casa Blanca.

Para el actual presidente de EE UU, es un hombre de confianza. “Confío en su juicio, valoro su amistad”, declaró Obama durante la rueda de prensa en la que anunció la nominación del neoyorquino como candidato a secretario del Tesoro el pasado 10 de enero. Trasladar a Lew a otro organismo es “una pérdida para mí, pero una ganancia en favor del Estado”, afirmó. Tras la nominación de Obama, Lew tuvo que hacer frente a críticas e, incluso, a que se cuestionara su firma, que aparecerá en los billetes de dólar junto con la del presidente del país. Su rúbrica es similar a un muelle en vez de a su nombre, y Obama llegó a bromear con tener que elegir otro candidato por este inconveniente

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