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La búsqueda de rentabilidad retrasa las desinversiones

La banca nacionalizada frena la venta de su cartera industrial

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia.
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia.Pablo Moreno
Juande Portillo

Bankia, Novagalicia, Catalunya Banc y Banco de Valencia fueron asistidas el pasado diciembre con 36.968 millones del rescate europeo, lo que ha servido para salvar los muebles pero con la condición de que ahora los vendan. Una metáfora que se hace especialmente clara en el caso de la cartera industrial de la banca intervenida, sobre la que Bruselas ha dado un margen de cuatro años para deshacer posiciones. Aunque las entidades hablaron inicialmente de la obligación de salir de los denominados “activos no estratégicos” –lo que Bankia estimó en una desinversión de 50.000 millones hasta 2015–, des_de la Comisión Europea se habla con severidad de la obligación de vender toda la cartera. Sin embargo, aunque las entidades iniciaron pronto la comercialización de sus participadas, el ritmo se ha ido reduciendo con miras ya al medio o largo plazo.

Hasta la fecha, no obstante, las cifras varían en cada casa. Mientras que Novagalicia ha sido la firma más proactiva, con ventas por 213 millones (ver despiece), la cartera de Banco de Valencia ha sido traspasada a CaixaBank. Del lado de Catalunya Banc, la operación más destacable sellada por el momento fue la venta, ya en diciembre, del 1,49% que poseía de Gas Natural desde 2003. La transmisión supuso un ingreso de 18 millones para la entidad catalana y una plusvalía de 4,5 millones sobre el valor contable al que tenía valorados los títulos de la gasística. Además de beneficios y liquidez, estiman desde Catalunya Banc, la venta supuso una reducción de consumo de recursos propios de 26,2 millones. Desde la firma asumen que esta era la operación de mayor calado prevista y que de momento no hay prisa, ni necesidad, de vender el 1,13% que mantienen en la Seda de Barcelona, su 0,57% en Colonial o el 7,98% en Applus.

Con la cartera industrial más potente, Bankia ha sido, de estas tres, la entidad más prudente en el proceso. De momento, la transacción más importante fue la venta de su filial de crédito, Finanmadrid, al grupo Apollo. La operación tuvo un impacto positivo en capital de 10 millones y permitió la salida no traumática de 124 empleados, lo que ayudó a reducir las cifras del ERE de Bankia. La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri, además, espera cerrar en los próximos meses la venta de su filial en Miami.

Bankia, sin embargo, sí dio un paso en firme en su estrategia de desinversión industrial al contratar a Rothschild para que ejerza de intermediario ante potenciales compradores. Después de todo, Bankia sigue teniendo una fuerte cartera accionarial que incluye un 5,13% de Iberdrola, un 14,9% de Mapfre, un 12,1% de IAG, un 20,1% de Indra, un 27,7% de Realia, un 19,07% de Metrovacesa y un 18% de Deoleo.

La participación de Bankia en NH Hoteles ha sufrido un leve retroceso, del 15,75% al 12,6%, que no se debe a ningún proceso de venta. La reducción se produjo como consecuencia de la dilución de capital para los accionistas que supuso la entrada de la china HNA en NH, de la que se hizo con un 20%, explican desde Bankia.

A partir de ahí, las tres entidades defienden que la idea ahora es apurar el plazo dado por Bruselas, de cuatro años, para maximizar la rentabilidad de la venta de participadas. El actual periodo de transición, no obstante, viene también marcado por la intención de Economía de agrupar a las tres firmas en un holding de banca pública, liderado por el equipo que gestiona Bankia, del que se espera una mejor gestión conjunta de la venta de todas las participadas. Después de todo, las nacionalizadas soportan en sus manos acciones de compañías estratégicas, tanto por su actividad como por su peso en el Ibex 35, que una mala venta podría hacer tambalear.

Novagalicia recauda 213 millones el último año

La fusión de las cajas gallegas ha sido, de las entidades intervenidas, la más proactiva a la hora de impulsar la desinversión en su cartera industrial. Según cálculos de la propia firma, la entidad habría ingresado unos 193 millones de euros procedentes de la venta de una docena de participadas en 2012, especialmente a finales del mismo, tras la aprobación del plan de reestructuración europeo. Fue en diciembre, de hecho, cuando se selló la venta del 44,7% que mantenía en Banco Etcheverría, con sede en Betanzos, que en breve pasará definitivamente a manos de Banesco Grupo Financiero Internacional, el primer banco privado de Venezuela.

A partir de ahí, los ingresos han aumentado hasta 213 millones como consecución de las últimas operaciones, fundamentalmente la venta de REN (Redes Energéticas Nacionais), firma en la que Novagalicia mantenía una participación del 1,94%, por la que ha ingresado 20 millones de euros. En los últimos tiempos, también habrían salido de Quabit, en la que mantenían un 2,63% hasta noviembre.

Estas operaciones siguen el ritmo marcado en 2012, cuando Novagalicia redujo su cartera en 11 sociedades y rebajó las acciones que poseía en otra quincena. De momento, no obstante, no están previstas nuevas operaciones y la prensa local de Galicia sostenía esta semana que la nacionalizada habría rechazado, a instancias del FROB, una oferta del fondo de capital riesgo Coller Capital para hacerse con una decena de participadas no cotizadas por un total de 200 millones de euros.

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