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Columna
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En tiempo de descuento

China ha empezado 2013 con el mismo viejo modelo económico. El crecimiento durante los dos primeros meses del año ha sido impulsado principalmente por las exportaciones y los bienes raíces. El aumento de la construcción parece haber sido alimentado por el crédito. La actual trayectoria sólo puede continuar engordando el apalancamiento cada vez más y el riesgo en el sistema. La inversión en las ciudades subió un 21% con respecto a enero y febrero del año anterior, más rápido que en todo 2012. A pesar de que el gobierno trata de frenar la especulación inmobiliaria, la inversión en residencias aumentó en un 23%, frente al 11% en el conjunto de 2012. Este crecimiento está siendo impulsado por el crédito. La promoción inmobiliaria tiende a fluctuar con el crecimiento de la “financiación social total”: una medida que incluye no sólo los créditos bancarios y bonos, sino también préstamos entre empresas y la financiación de las sociedades fiduciarias. Todos estos préstamos, sin embargo, no están llegando a la gente de la calle. El consumo parece relativamente débil, si nos basamos en el defectuoso indicador de las ventas minoristas. Las ventas de ropa y de coches se desaceleraron con respecto al año pasado; su crecimiento en artículos de uso diario, alimentación, tabaco y muebles ha sido el peor de los dos últimos años. La aritmética sugiere que esto no puede durar. Si la tasa de los últimos dos meses de plazo de préstamo continúa, China va a bombear casi 22 billones de yuanes de nuevo financiamiento en la economía en 2013, un aumento del 37% con respecto al año anterior. Si bien esto puede permitir que el país alcance una vez más su objetivo oficial de crecimiento del 7,5%, ello habrá sido logrado a costa de una enorme acumulación de riesgos financieros. El año pasado muchos inversores bajistas apostaron por un crac en el mercado inmobiliario que no llegó a materializarse. Los datos más recientes sugieren que mientras que el calendario puede ser difícil de predecir, ese eventual ajuste parece inevitable.

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