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Columna
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El crédito debe volver a fluir

El proceso de desapalancamiento amenaza con crear un equivalente económico de un choque en cadena. A medida que los bancos pisan el freno del crédito, las empresas y los consumidores pisan también los suyos chocando unos contra otros. Es de vital importancia que los bancos vuelvan a prestar, como reconocen las autoridades de ambos lados del Atlántico.

Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) dijo con acierto que revivir el flujo del crédito era el mayor reto al que se enfrentan los legisladores. La Reserva Federal, mientras, inició un plan de 800.000 millones de dólares para desbloquear el mercado de valores respaldados por activos. La acción es importante. Pero las palabras también cuentan. Y hay dos cosas urgentes que los gobiernos deberían decir para abrir el grifo.

Primero, deberían decir que no les importa que los bancos tengan amplios márgenes. Mucha de la ira de los políticos se ha centrando en cómo los bancos han fracasado al llevar los beneficios de unos tipos de interés bajos a los hipotecados y a las empresas. La prioridad es que los bancos den crédito. La esperanza de unos márgenes más amplios es una herramienta para lograrlo.

Segundo, deberían decir que les da igual que los ratios de capital caigan durante la recesión. En los mercados, la visión es que los gobiernos no quieren obligar a los bancos a acumular más capital. Si lo hacen, el capital que han inyectado solo será acumulado y no fluirá por la economía.

Los reguladores deben asegurar que los bancos tienen el capital suficiente para soportar pérdidas y eso significa seguir adelante con los planes para inyectar capital en los bancos débiles. Pero después de tener en cuenta las pérdidas esperadas, los ratios de capital mínimos deberían caer.

Se puede entender mejor con un ejemplo. Durante la época de bonanza, muchos bancos tenían ratios del 5-6%. Tras sus recapitalizaciones, parecen estar en un 7-8%. Suponga que los bancos afrontan pérdidas netas equivalentes a dos puntos porcentuales de su capital durante la recesión. En una base pro forma, el ratio de capital caería de nuevo al 5-6%. Los reguladores necesitan aclarar que esto no es aceptable, pero en medio de una recesión, los ratios de capital pueden ser más bajos que en los buenos tiempos.

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