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El objetivo es no perder

La edad y el nivel de riesgo que el ahorrador está dispuesto a asumir son, en principio, los dos factores más relevantes a la hora de elegir el plan de previsión más adecuado a las circunstancias particulares de cada uno. Pero no siempre es una tarea sencilla; el inversor debe analizar muy bien la oferta antes de decidirse por el instrumento que mejor le garantice una renta adicional cuando alcance la jubilación, en un momento, además, especialmente complicado. La crisis aprieta, las pensiones públicas retroceden y, sobre todo, el desempleo, que implica menos cotizantes, y el envejecimiento de la población son una espada de Damocles que pende sobre la viabilidad del sistema de reparto a medio y largo plazo.

Aunque no hay una edad óptima para empezar a ahorrar con el horizonte del retiro, sí existe una certeza: cuanto antes lo hagamos, mejor y será menor el esfuerzo que haya que realizar. "Debemos emplear el sentido común y considerar la aversión al riesgo del partícipe. El producto elegido debe encajar en nuestra estrategia de ahorro; hay que tener en cuenta el porcentaje en Bolsa, en renta fija, la liquidez de nuestra cartera... y la inflación, ya que la tasa mínima de rentabilidad exigida debe ser mayor para evitar pérdida de poder adquisitivo", asegura Carlos Herrera desde la Asociación Europea de Asesores Financieros (EFPA).

Además de la edad y el perfil de riesgo, "otros aspectos a considerar son el asesoramiento que ofrezca la entidad en el momento de contratar o la atención posventa que se brinda al cliente", apunta Juan Fernández Palacios, consejero delegado de Mapfre Vida. "Igualmente debe valorarse la rentabilidad a medio y largo plazo y las comisiones que aplique la gestora", añade.

Conviene contratar un producto de jubilación con el primer trabajo

La percepción de que a más edad menos riesgo no siempre es exacta

La consultora Mercer prevé para este año rentabilidades altas

Más del 60% de los ahorradores son hombres entre los 40 y 60 años

Puesto que los planes de pensiones son un producto finalista, Luis Sáez de Jáuregui, director de vida, pensiones y servicios financieros de Axa, recomienda contratar uno cuando nos incorporamos a la vida laboral. "Aunque sean mínimas nuestras aportaciones, el efecto exponencial y el largo plazo harán que el capital acumulado más los intereses nos permitan complementar la pensión pública y no perder poder adquisitivo".

El ahorrador prima ahora la fiscalidad y la rentabilidad al contratar un plan, pasando la seguridad y la transparencia a ocupar el tercer y cuarto lugar, al contrario que en 2011, cuando la rentabilidad quedaba en el cuarto puesto, según recoge la última encuesta de planes de pensiones del Observatorio de Inverco. "El actual contexto económico, la incertidumbre de los partícipes y la disminución en la capacidad de ahorro de las familias durante el último año están suponiendo un repliegue hacia productos más conservadores y con rentabilidad garantizada", señala Ángel Martínez-Aldama, director del observatorio. El porcentaje de ahorradores que se autodefinen como conservadores, más pendientes de no perder dinero que de ganar, ha aumentado un 50% respecto a los datos de 2009.

Al final de 2012, todas las categorías de planes de pensiones presentaban rendimientos positivos, desde el 3,5% de la renta fija a corto plazo hasta el 10,4% de la renta variable, superando todas ellas la tasa de inflación del periodo (2,9%). Para el total de planes del sistema individual, la rentabilidad media anual se situó en el 5,7%, según datos de Inverco.

David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI), no comparte la idea extendida de que la edad deba ir asociada necesariamente a más o menos apetito por el riesgo. "Hay personas cercanas a la jubilación que quieren riesgo y jóvenes de 28 años que no están dispuestos a asumirlo; hay quien concentra el riesgo en su cartera de acciones y en su fondo de pensiones adopta una posición defensiva, y al revés... No cabe hacer una recomendación genérica, ni siquiera esa percepción general de que a más edad, menos riesgo".

Desde Aon Hewitt, Ricardo Pulido, director de consultoría de inversiones, destaca el incremento de la inversión en deuda pública española de los planes de pensiones en la última parte de 2012 y señala que si la prima de riesgo vuelve a tener tensiones, perjudicará a las rentabilidades. "El resultado en 2013 estará muy condicionado por el comportamiento de la deuda pública española", puntualiza.

Con una fuerte demanda de productos garantizados, el pasado año ha sido el de la recuperación de las rentabilidades perdidas, tanto de renta fija como variable, asegura José Ángel Barriga, director gerente de Ibercaja Pensiones. "Creo que la tendencia de 2013 va a ser la misma, pero cuando empecemos a ver productos alternativos con buenas rentabilidades, mejorará la demanda de planes con mayor riesgo (los de acciones o mixtos), aunque los garantizados seguirán siendo predominantes".

El director del área de previsión social de Mercer, Miguel Menéndez, prevé para este año rentabilidades altas, tanto para los planes individuales como para los de empleo. "De hecho, la prima de riesgo ha bajado, hay una recuperación en el mercado financiero, la Bolsa mantiene una tendencia alcista... Y esto es un adelanto de lo que va a pasar en la economía real. Por tanto, esperamos que en el segundo o tercer trimestre se produzca una mejora económica, lo que va a implicar mayor capacidad de ahorro y que podamos destinar más dinero a los sistemas de pensiones". David Cano también piensa que este año va a ser "relativamente" bueno en los mercados financieros. "Por ello hay que pensar que los planes con más peso en Bolsa tendrán un mayor rendimiento, al contrario que los instrumentos de ahorro defensivos, que serán menos rentables". Desde Analistas Financieros Internacionales recomiendan llevar la inversión "hacia planes con más riesgo". No obstante, si se está muy cerca de la jubilación, "sería mejor decantarse por los de renta fija", matiza Cano.

El 65% de las entidades consultadas en el Observatorio de Inverco reflejan que más del 60% de los ahorradores son hombres entre los 40 y los 60 años y que el 60% tiene un patrimonio acumulado superior a 5.000 euros. Además, los encuestados creen que los planes de pensiones como complemento de la jubilación no están suficientemente incentivados. Para fomentarlos proponen mejorar la fiscalidad en el momento de la prestación, establecer un sistema cuasi obligatorio de planes de pensiones en las empresas, permitir la liquidez a los 10 años y aumentar los límites de aportación.

La industria de planes de pensiones acumula más de 84.000 millones de euros en patrimonio gestionado y aglutina más de 10,3 millones de clientes, entre planes individuales y de empleo.

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