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A fondo

¿Serán Apple y Google los bancos del futuro?

Sede de Google en Dublín (Irlanda)
Sede de Google en Dublín (Irlanda)Bloomberg

Deutsche Bank ha hecho una advertencia clara a la banca: tendrá que espabilar porque afrontará en los próximos años una dura competencia con Apple, Google, Amazon y eBay (PayPal). Según vaticinan sus analistas, estos gigantes tecnológicos se están introduciendo primero en el mercado de transferencias comerciales, y podrían dar un paso posterior al de préstamos y depósitos.

"Probablemente estos gigantes tecnológicos jugarán un papel importante en los pagos y en el mercado de servicios financieros móviles", destacan los analistas de la entidad alemana, que no dudan en apuntar que quizás veamos "un Google Bank y un Apple Bank" luchando por ganar clientes a los bancos.

Pese al contundente discurso, la opinión de los analistas de Deutsche Bank de que estos titanes tecnológicos podrían arrebatar a la banca parte de su negocio en un plazo de tres a cinco años no es nueva. Semanas atrás, Gartner también destacó la presión que las empresas de tecnología podrían ejercer sobre los bancos. Sus analistas dijeron que la banca minorista está preocupada "por el papel considerable que podrían jugar estos gigantes de internet en el futuro del sector financiero".

Según el vicepresidente de Gartner, David Furlonger, las compañías de tecnología son maestras en el análisis y la gestión de datos con una gran capacidad para definir los modelos de negocio, identificar nuevas oportunidades, ver las necesidades del cliente y extender el análisis de la cadena de valor más allá de su propio negocio". Así, estas empresas podrían desarrollar cambios en la industria financiera, ofreciendo nuevos servicios.

El informe de Deutsche Bank recomienda a los bancos tradicionales permanecer vigilantes ante los gigantes de internet. Y parece lógico, si quieren mantener su posición actual, pues cada día surgen tecnologías y start-ups (más allá de los gigantes tecnológicos citados) que están dando pasos a nuevos modelos de negocio.

Un hecho es claro: cada vez más gente realiza pagos usando plataformas electrónicas a través de smartphones, tabletas y ordenadores. Y Google, Amazon, Apple, Paypal y Facebook están tratando de extender más y más sus sistemas de pagos en la red y en los dispositivos móviles, buscando manejar directamente la relación con el cliente cuando este compre por internet o con el móvil en tiendas físicas. Algo que preocupa a los bancos, que pueden ver mermada su capacidad para conocer qué transacciones hacen sus clientes y qué hábitos de consumo tienen.

Las iniciativas ligadas a los sistemas de pago de los grupos tecnológicos empiezan a proliferar, muchas al calor del avance de la tecnología NFC (Near Field Communications), que permite pagos sin contacto. Google, por ejemplo, ha lanzado su billetera digital para pagar a través del móvil Google Wallet, Amazon tiene su servicio de pago One Click, y Apple estrenó en junio de 2012 su Apple Passbook. Una aplicación que, de momento, solo ofrece la posibilidad de guardar tiques (entradas de cine, cupones de descuentos, tarjetas de fidelización o tarjetas de embarque), pero que nadie duda será la aplicación sobre la que la compañía de la manzana desarrollará su sistema de pagos offline. Muchas de estas empresas, además, han recurrido a adquisiciones para reforzar su peso en el negocio financiero. Google, sin ir más lejos, adquirió el pasado abril la empresa TxVia, especializada en pagos y que gestionaba ya entonces 100 millones de cuentas. Además otras iniciativas han tomado bastante vuelo, como Square, el sistema de pago a través del móvil creado por Jack Dorsey, fundador de Twitter, que dice adiós al datáfono y al pago de tarifas al banco. La compañía, que ya cuenta con dos millones de usuarios, ha recibido una inyección de capital de Starbucks, que ha invertido 25 millones en la start-up y utiliza su sistema de pago en los 7.000 establecimientos que tiene la cadena de cafeterías en EE UU.

En la misma línea, Paypal ha lanzado su tecnología PayPal Here, con buena acogida por parte de los pequeños comercios. Y Boku, otra start-up de pagos móviles, ha recibido una importante inversión de Telefónica. No en vano, según un informe de Juniper Research el mercado del pago a través de dispositivos móviles superará los 170.000 millones de dólares en los próximos tres años, lejos de los 60 millones de 2011.

Reacción rápida

La batalla parece estar por ahora en el mundo transaccional (con sistemas de pago de comercio electrónico, micropagos en redes sociales y desarrollo de monedas virtuales), porque ahí lo que se necesita es tener una buena plataforma y no un Know how como en otras áreas de la banca como la concesión de préstamos. Pero, si los gigantes tecnológicos logran posicionarse ahí, por qué no van a intentar dar un paso más allá.

Por ello, y ante tanto movimiento por parte de las empresas tecnológicas, la reacción de los bancos debe ser rápida si no quieren quedarse atrás. Solo un dato: según publicaba El País en un artículo el pasado abril, Apple tenía en ese momento más tarjetas de crédito almacenadas en iTunes (200 millones) que el Banco Santander clientes en todo el mundo (100 millones). Así que nadie puede dormirse.

Menos ahora, que la confianza en los bancos vive sus horas más bajas. Y si de algo vive el sector financiero es de la confianza de sus clientes y si de algo presumen muchos de los gigantes tecnológicos es de la fortaleza de su marca. Según un estudio de la consultora KAE, un 10% de británicos y estadounidenses depositaría su dinero en Apple si la compañía ofreciera servicios financieros. Cifra que se eleva hasta el 43% entre los clientes de Apple.

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