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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Más banda ancha contra la recesión

Reducción del déficit público, reforma de las pensiones para garantizar su sostenibilidad, flexibilización del mercado laboral, reestructuración del sector financiero para que fluya el crédito... Estas y otras muchas son medidas imprescindibles para que España deje atrás la recesión, recupere la senda del crecimiento y, por fin, vuelva a crear empleo. Pero además de los ajustes macroeconómicos, el país no debe olvidar que hay ciertas inversiones sin las cuales una economía basada en el sector servicios, como la española, no puede competir en el siglo XXI.

Entre esas inversiones se señalan a menudo, y razonablemente, partidas del gasto público como la educación o la investigación. Lo cierto es que igual de prioritaria que estas debe ser la inversión privada en las infraestructuras que facilitan la innovación y que permiten a empresas y particulares aprovechar todo el potencial de las nuevas tecnologías. Y en ese capítulo figuran en lugar destacado las redes de conexión a internet por banda ancha.

Hasta el comienzo de la crisis, España avanzaba a buen ritmo en el despliegue de esas redes: 29% de penetración frente al 30% de media en 2006. Pero los datos publicados ayer por Eurostat, la oficina a de estadísticas de la Comisión Europea, indican que empieza a rezagarse. Y el índice de penetración de banda ancha no solo se aleja de la media europea (67% frente al 72%), sino también de socios tan cruciales como Alemania (82%) o Francia (77%), con los que hace seis años había llegado a estar a la par.

En este siglo, las autopistas digitales para transportar datos a la máxima velocidad y con la mayor calidad posibles son tan esenciales como las infraestructuras ferroviarias durante la primera Revolución Industrial. Según recordaba ayer la Comisión Europea, el incremento de productividad se deriva en la actualidad en un 50% de la inversión en información y tecnología. Y Bruselas advierte que sin esas autopistas digitales no se pueden desarrollar filones económicos como el mercado audiovisual, la prestación de servicios sanitarios a distancia, las nubes informáticas o las ciudades inteligentes.

La comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, anunció ayer que a principios de 2013 cursará una recomendación para facilitar las inversiones en banda ancha, encaminada sobre todo a garantizar que las operadoras puedan rentabilizar su esfuerzo económico. Al mismo tiempo, Bruselas vigilará que los operadores alternativos dispongan de un acceso razonable a esas nuevas redes. Hace bien la Comisión en reequilibrar su posición para favorecer a los propietarios de la red. Porque la competencia es importante, pero sin inversión no habrá ni redes ni operadores ni tampoco crecimiento, lo que es peor para España y para el conjunto de la zona euro.

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