Los pícaros llegan hasta el plan PIVE

Es picaresca o sólo aprovechar las oportunidades? ¿Es abuso de las ayudas o cumplimiento de los planes? Se llame como se llame, lo cierto es que el Plan PIVE de ayuda a la renovación del parque automovilístico español está motivando una curiosa demanda en el mercado de los vehículos usados. Tal y como detallaba ayer la plataforma online AutoScout24, el interés por los automóviles de segunda mano "con un precio inferior a 300 euros se ha disparado un 42,6% desde la puesta en marcha del Plan PIVE".

Este fuerte crecimiento de la demanda de usados baratos se debe a que este tipo de vehículos suponen "una moneda de cambio perfecta", afirman en la plataforma, para quienes quieren comprarse un automóvil acogiéndose al PIVE, pero no disponen de un coche de más de doce años para el achatarramiento.

A diferencia del anterior plan de ayudas conocido como Plan Prever, el PIVE "no exige la titularidad del vehículo a achatarrar por un tiempo determinado", explican. Los clientes "aprovechan para gastar menos de 300 euros en un usado, y poder beneficiarse después de las ayudas de 2.000 euros que proporciona el programa actualmente en vigor", detallan desde AutoScout24.

Para la plataforma, estas prácticas nos son abuso sino que "forman parte del movimiento natural del mercado y dinamiza las ventas" además de que "presiona al alza la demanda de coches usados".

La venta de vehículos de segunda mano se ha incrementado un 23,1% en el mes de noviembre, con un especial énfasis en la demanda de coches de más de 10 años, que acaparan el 41% de las operaciones del mes. En el conjunto del año, estos automóviles han protagonizado el 42% de las operaciones de compraventa del sector. Se venden tres usados por cada vehículo nuevo porque la demanda de coches a estrenar no deja de caer.

En todo caso, "se consigue el objetivo del plan de ayudas que es retirar de la circulación los coches más viejos, menos seguros y eficientes", afirman. El director general de la plataforma, Gerardo Cabañas, considera que estas operaciones representan una compra "inteligente y racional" en la que el comprador pone a su alcance "todas las herramientas legales para conseguir cambiar de coche al mejor precio".

Si en todo caso esta pequeña trampa no es más que aprovechar la situación, lo que si está incrementando la crisis es la venta ilegal de coches usados en la vía pública. Estas prácticas han aumentado un 20% desde el año 2007, como "consecuencia de la crisis económica", convirtiendo esta práctica en un "negocio lucrativo en manos de mafias y de individuos que se hacen pasar por vendedores profesionales", según la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam). Este mercado negro de automóviles de coches usados genera anualmente unas pérdidas de 30 millones de euros al sector automovilístico, afirma la patronal .

De todas las compraventa de coches usados, un 10% corresponde a ventas pirata, un volumen anual de unas 95.000 unidades. Estos automóviles se venden en reuniones entre particulares o en aparcamientos de centros comerciales.