Alibérico quiere ser el primer productor mundial de paneles de aluminio en 2015

El empresario del aluminio Clemente González Soler ultima las negociaciones con las autoridades australianas para dar el definitivo salto a Oceanía, único continente en que su empresa Alibérico no tiene producción pese a que exporta hasta allí sus paneles de composite de aluminio. El grupo está en plena gestión de los trámites burocráticos para la construcción de una fábrica para su filial Alucoil. Se barajan dos ubicaciones: Brisbane, en el Estado de Queensland, y Melbourne, en Victoria.

Alibérico ha contratado a un director para sus negocios en ese país, Andrew Nielsen, y acaba de abrir oficina comercial este mismo fin de semana en Melbourne. El propio González Soler, ingeniero aeronáutico de formación, ha estado en las últimas semanas sobre el terreno: "Australia tiene materia prima, pero no es rica en industria de transformación. Nos han acogido muy positivamente y la nuestra será la primera fábrica de componentes de aluminio del país", asegura el empresario. La instalación debe estar operativa en el ejercicio 2014.

Alibérico, fundada en 1996, entró en la crisis como compañía de producción local y vocación exportadora. La empresa ha mantenido sus plantas aquí, pero su desarrollo la ha llevado a buscar oportunidades fuera para acercar Alucoil al cliente. Su filosofía es la compra de compañías en dificultades para reestructurarlas, la reinversión de los beneficios (no paga dividendos) y una mínima exposición al crédito bancario.

El objetivo, alcanzar el liderazgo mundial en paneles de aluminio a través de Alucoil y sus marcas Larson y Larcore. La ventaja competitiva de la española es producir los paneles en continuo y en grandes dimensiones (dos metros de ancho por 14 metros de largo).

Alibérico prevé cerrar 2012 con unos 250 millones de facturación. Para 2015, la cifra debería alcanzar los 500 millones, atendiendo un 10% de la demanda mundial de paneles de aluminio. Para entonces, Alucoil será la punta de lanza del conglomerado de empresas, con un 50% de la cifra de negocio frente al 30% actual.

La principal planta de Alucoil se encuentra en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro. La empresa se lanzó a la internacionalización de su producción en 2011 y el desarrollo está siendo vertiginoso. Construye en Sao Paulo (Brasil) una fábrica en joint venture con la cotizada brasileña Teknos, que arrancará entre febrero y marzo. Tiene en marcha la instalación marroquí de Casablanca y otra en la ciudad india de Pune (en Maharashtra), esta última merced a un acuerdo con Durabuild Technologies. Además, controla desde finales de 2011 el 100% de la empresa Intrabond en EE UU, con fábrica incluida en Carolina del Sur. Con presencia en América del Norte, América del Sur, Europa, África y Asia, Alucoil completa ahora el círculo en Australia.

En el nuevo mercado a conquistar se han asentado las exportaciones chinas, con paneles de bajo coste para la construcción, y tiene presencia Mitsubishi con una oferta más avanzada. Alucoil quiere vender paneles Larson para la edificación y ya está en negociaciones con dos de los dos principales astilleros australianos, Austal e Incat, para llevar su oferta al sector naval. González Soler está tratando de introducir sus paneles ligeros en fast ferry y en barcos militares.

"Australia demanda productos de calidad y con diseño, y sus empresas están dispuestas a pagarlo. Nuestra verdadera competencia allí llega desde Japón", afirma el dueño de Alibérico.

Lanzada la estrategia de diversificación, a la que se suman ahora la apertura de oficina comercial en Kiev y la próxima inauguración en Dubai, Alucoil se va a consolidar como principal enseña del grupo Alibérico, que cuenta con otras diez instalaciones productivas en España y cuatro en Europa. Y es que la empresa se dedica también a la producción de envases para el sector de la alimentación: su aluminio cubre los yogures de Yoplait, las mermeladas de Hero, la comida del catering de las aerolíneas o los bombones de Ferrero Roché.