En Búzios, playas y redes de energía inteligentes

Llamada la Saint-Tropez brasileña por la gran cantidad de turistas que recibe todo el año, Búzios será muy pronto conocida no solo por sus playas paradisiacas sino también por ser la primera smart city de América Latina. En este municipio de 28.000 habitantes ubicado al este de Río de Janeiro -estado al que pertenece- Endesa está instalando una red de distribución eléctrica inteligente que permitirá gestionar de manera más sostenible la energía. El proyecto empezó en noviembre de 2011 y concluirá dentro de dos años con una inversión total de 15 millones de euros.

Cidade Inteligente Búzios, como se denomina el plan, abarca la instalación de pequeños generadores de energía renovable (eólica y solar) en parques y techos de la ciudad, y la automatización de las líneas de transmisión, a fin de que sean capaces de aprovechar la energía procedente de estas nuevas fuentes. El programa comprende también la instalación de telecontadores digitales en oficinas, tiendas, hoteles y hogares, la utilización de lámparas led en el alumbrado público, la colocación de puntos de recarga rápida para coches eléctricos y la puesta enmarcha de medidas de eficiencia energética en los edificios públicos, entre otras iniciativas.

"La automatización de la red nos permitirá tener un control descentralizado de la misma, de manera que cualquier elemento que esté conectado a ella -un consumidor doméstico, un sistema de almacenamiento, un poste de recarga eléctrica- pueda recibir información en tiempo real de su consumo y enviar órdenes al sistema", explica Susana Carrillo, responsable de smart grids de Endesa. En otras palabras, el flujo de información ya no será direccional sino bidireccional y, además, permitirá al consumidor interactuar con la red.

La compañía y las autoridades locales, que hace poco inauguraron el centro desde el cual se controlará el funcionamiento de la red, esperan que el uso de esta tecnología incentive a los usuarios a mejorar sus hábitos de consumo, ya que, por ejemplo, gracias a los telecontadores, un cliente podrá conectarse y desconectarse al sistema en función de sus necesidades, o subir y bajar la potencia con solo una llamada telefónica.

Este modelo crea también una nueva figura que es la del agregador de carga, cuya tarea consistirá en gestionar la energía de un barrio o grupo de clientes. Así, por ejemplo, si en un momento dado el agregador detecta una oferta en la tarifa, podrá subir la calefacción de sus usuarios dentro del rango de temperatura establecido por ellos mismos. Este papel podrá ser asumido por cualquier empresa usuaria del sistema, desde un supermercado hasta un hotel.

"En una red inteligente, los clientes pasan a ser protagonistas", destaca Carrillo. Recuerda que en Málaga, donde el grupo inició en 2009 un proyecto similar, los usuarios reciben en su tableta o smartphone información en tiempo real del consumo de cualquier artefacto que hayan dejado encendido en casa y si consideran que este es innecesario o excesivo, pueden apagarlo a distancia. Los telecontadores permitirán que esta misma aplicación esté disponible para los habitantes de Búzios.

El modelo de distribución eléctrica tradicional se basa en el tiempo de consumo. El usuario paga un sobreprecio por la energía suministrada durante las horas pico. Pero si este fuera capaz de controlar por internet o teléfono el consumo de su hogar o empresa, podría concentrarlo en las horas valle. Y si como consecuencia de ello la demanda bajase en las horas pico, la distribuidora perdería menos energía durante la transmisión. Esto es lo que hace posible una tecnología como la que Endesa está desplegando en Búzios. Allí, el nuevo modelo de fijación de precios basado en la demanda y la oferta real podría reducir los costes de la electricidad hasta en un 30% para 10.363 clientes. Esta estimación aparece en un informe de KPMG que considera al de esta ciudad de Brasil uno de los 100 proyectos de infraestructura urbana más innovadores del mundo.