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Contante & Sonante

El pacto del canje de preferentes por acciones

Bruselas, el Gobierno español y las entidades financieras nacionalizadas -Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia, Banco de Valencia y Banco Gallego- siguen limando los planes de recapitalización para intentar que la factura que pase Europa sobre las ayudas públicas para sanear a estas firmas sean lo menor posible. El miércoles 28 de noviembre es la fecha fijada para que la CE anuncie su conclusión sobre estos planes de recapitalización.

España tiene abierta una línea de ayudas por 100.000 millones de euros, pero Economía no quiere superar los 40.000 millones de euros. Incluso ya la factura se ha reducido a unos 30.000 millones.

La puesta en marcha del banco malo con la segregación de todos los activos inmobiliarios de las entidades que necesitan ayudas, en las que se incluyen además de las nacionalizadas las firmas que recibirán capital en forma de bonos convertibles contingentes (cocos) -BMN, Liberbank, Caja España Duero y Caja 3-, liberará fondos de estas entidades, más de lo que estaba previsto inicialmente. Eso es al menos lo que transmitió hace casi un mes del subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, cuando presentó públicamente Sareb.

El volumen inicial de activos que gestionará la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) está estimado en unos 60.000 millones, con un máximo de 90.000 millones. Solo de las cuatro entidades nacionalizadas la cifra asciende a 45.000 millones de euros.

Restoy explicó que el banco malo permitirá reducir entre 5.000 millones a 6.000 millones de euros las necesidades de capital de la banca con problemas.

La otra reducción vendrá de la gestión de las participaciones preferentes y deuda subordinada suscrita por miles de clientes minoristas. Según el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la CE las entidades nacionalizadas con preferentes entregarán a sus tenedores acciones o algún instrumento que pueda computar como core Tier 1 EBA (como capital de máxima calidad) en lugar de efectivo o depósitos.

"La entrega de acciones tiene la ventaja de que reduce la inyección de capital a realizar por el FROB (el Estado) en un importe igual al nominal total de los híbridos, y ello con independencia del haircut (descuento), ya que la parte correspondiente al haircut disminuiría las necesidades vía mayores reservas y el resto vía mayor capital", explica un documento del supervisor entregado al sector. Esto supondría, según explican varios expertos, que las ayudas a la banca intervenida disminuiría en la misma cantidad que productos híbridos se canjeen por acciones -computan como capital de máxima calidad -.

Así, BFA-Bankia podría rebajar la factura a pedir a Bruselas en 6.900 millones de euros si todos los tenedores de híbridos fuesen al canje, ya que este es el saldo vivo que tiene la entidad entre preferentes y subordinadas. La entidad solicitó en mayo pasado 19.000 millones de euros, pero el informe de Oliver Wyman detectó un déficit de capital de 24.743 millones.

Lo mismo sucedería con Novagalicia, con unos 900 millones de euros en participaciones preferentes y otros 1.130 millones en deuda subordinada, y Catalunya Banc, con 510 millones de euros en preferentes en circulación y con 1.428 millones en bonos subordinados.

El acuerdo alcanzado con Bruselas es que "a cambio de entregar acciones se permite un menos haircut". De esta forma, el FROB reduce la parte "que le corresponderá en el momento de la venta de la entidad a cambio de inyectar menos capital en el momento inicial", añade el documento.

Mientras, las presiones del Gobierno para que los bancos sanos -Santander, BBVA, CaixaBank, Unicaja, Sabadell, Kutxabank e incluye a Popular e Ibercaja, aunque estas dos últimas firmas deben aumentar su capital- participen en el capital de Sareb aumentan, según explican todos los directivos de la banca consultados.

"Creemos que al final todos participaremos en Sareb. Bueno, es casi seguro. La presión es tan grande que nuestra entrada se hará por real decreto o por el artículo 33", aseguraba el viernes un directivo de una destacada entidad financiera. La fecha clave es el próximo viernes 30 de noviembre. Ese día todos los bancos sanos se reunirán con la presidenta de Sareb, Belén Romana. el objetivo es convencer al sector para que participe. Eso sí, BBVA, el más reacio de todos a entrar en el banco malo, ha puesto una larga serie de condicionantes para participar en el Sareb, que en gran parte es secundada por otras entidades. El Gobierno, de momento, se ha puesto manos a la obra y ha comenzado a introducir algunos de los cambios que ha pedido la banca.

El problema es que una de las condiciones que reclama algunas entidades es que entren también inversores extranjeros. En ello está el Gobierno, pero de momento no ha logrado convencer a ningún fondo. Otro punto en contra es que los bancos de inversión suman la inversión en Sareb como deuda pública, pese a que Economía insiste en que no lo es y no lo sume y pese a que el Gobierno tendrá menos del 49% de su capital.

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