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Mathias Breschan, presidente mundial de Rado

"Busco no enamorarme de mi estrategia"

Relojes minimalistas, extrafinos, de cerámica son las apuestas de la suiza Rado por llegar a un público joven. Su presidente apuesta porque el mercado del lujo y la relojería sigan creciendo en España gracias a los turistas.

Mathias Breschan.
Mathias Breschan.Juan Lázaro

Rado Watch, del grupo Swatch, es una relojera joven comparada con sus hermanas suizas. Su triunfo llegó con el uso de nuevos materiales y un diseño más moderno. Matthias Breschan (Kärnten, Austria), preside la compañía desde el pasado año, pero lleva en este mundo más de 15 años. Recientemente estuvo en Madrid para presentar su nuevo Rado Hypercrome, un reloj monocasco en cerámica.

Pregunta. ¿Cuál es el estilo Rado?

Respuesta. Una marca muy única, muy diferente a las relojeras suizas tradicionales, menos centrada en los mecanismos y más en el diseño y en la tecnología más puntera.

P. ¿Y cómo es el diseño?

R. Ha sido uno de los valores de marca. Somos conocidos por tener unos diseños muy minimalistas y rompedores y eso lo vamos a continuar haciendo.

P. ¿Cuál es su best seller?

R. El True Thinline, el reloj de cerámica más fino del mundo, que lanzamos en 2011. Es popular porque la cerámica es un material muy agradable para llevarlo junto a la piel, se adapta bien a la temperatura corporal, es muy suave, no se araña, es muy ligero e hipoalergénico. Además, si se le une que sólo tiene cinco milímetros de grosor, es como llevar una segunda piel, ni te das cuenta que lo llevas.

P. ¿Cómo está afectando la crisis en España a su firma?

R. No solo Rado, también el resto de la industria relojera, no se está resintiendo por la crisis gracias a las compras de los turistas, sobre todo de los chinos. En España y otros países con dificultades, el crecimiento de las ventas a turistas están compensando la pérdida de las ventas a locales. El sector del lujo es muy privilegiado, porque la mayoría de las empresas siguen creciendo gracias a los extranjeros.

P. Vender productos de lujo, en medio de una crisis, ¿le supone algún tipo de planteamiento ético?

R. El reloj es algo muy especial, sobre todo para los hombres, porque las mujeres tienen otras libertades para expresar su estilo personal. Para los hombres, que tenemos la obligación de ir de traje y todos parecidos, el reloj es de las pocas cosas que tenemos para expresar nuestro estilo, estatus y personalidad. Tiene un componente emocional. Lo sientes como algo propio. Pero sí debemos ser honestos, hablamos de mucho dinero para la mayoría de la gente. Es mucho dinero, seguro. Todo el mundo debe plantearse cuánto puede pagar por un reloj o qué le merece la pena.

P. ¿Qué principios internos tiene Rado?

R. No solo para Rado, también para todo el grupo Swatch en general, pretendemos que los ejecutivos no se sientan como meros gestores a sueldo sino como empresarios responsables del futuro de la compañía. Y que sientan la necesidad de seguir innovando para que la empresa siga adelante. A nivel personal, yo busco no enamorarme de mi propia estrategia. Y cuando funciona un plan, saber que es gracias a todo el equipo y no a una única persona.

P. ¿Es difícil encontrar las personas que hacen los relojes?

R. Nunca es difícil encontrar gente, pero siempre es difícil encontrar gente muy buena.

P. Y más allá de suizos, ¿encuentran buenos relojeros?

R. En la central de Rado ya hay 15 nacionalidades. Eso sí, entre los relojeros, la mayoría son suizos.

P. Usted es austriaco y trabaja en Suiza. ¿Qué visión tienen los centroeuropeos de lo que ocurre en España?

R. Se percibe como una situación complicada. Pero creo que todos opinan que España es un país que tiene los recursos para salir de la crisis a medio plazo. Hay recursos naturales fantásticos, gente preparada y con carácter optimista que sabrán encontrar una salida.

P. ¿Y por qué hemos llegado hasta aquí?

R. Probablemente no sea culpa solo de España.

P. A veces llegan mensajes de Alemania o del Norte de Europa en los que tal vez se ven a los españoles como poco trabajadores.

R. No es cierto. Será una opinión muy minoritaria. Nunca he leído nada que diga que los españoles sean vagos, sino más bien que España tiene gente muy creativa que lidera sectores como la moda.

Objetivo: doble de tiendas en España

La firma se especializa en un segmento de producto entre 1.000 y 3.500 euros. "En los últimos años todo el mundo quería estar en el segmento lujo y muchos pretendían hacerlo subiendo nada más que el precio sin añadir nada nuevo en innovación del reloj", se queja.Su cliente está por encima de los 40 años de edad, quienes buscan diseño y tecnología, aunque con los últimos lanzamientos cree que rejunvencerá el perfil.Es optimista respecto al mercado español: "Las ventas de la relojería en España van a seguir creciendo". Por eso, cuenta con un ambicioso plan de expansión. Actualmente cuenta con 100 puntos de venta, fundamentalmente en las grandes ciudades. "Nos interesa tener una mayor visibilidad. Manteniendo la calidad en la atención, el objetivo estaría pasar a 200 o 250 tiendas en cinco años", explica, sobre todo, en urbes más pequeñas.

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