CaixaBank limpia Cívica y se da hasta junio para sanear su ladrillo

La compra de Banca Cívica por parte de CaixaBank ha supuesto un notable incremento en el número de clientes, créditos o activos y ha convertido al grupo catalán en líder de buena parte del negocio retail en el territorio español. La operación, anunciada en marzo y consumada en agosto, trajo consigo también, sin embargo, una imponente carga de ladrillo en el peor momento posible. En plena batalla por limpiar los balances de activos inmobiliarios y bajo la lupa de la troika, CaixaBank ha logrado limpiar la entidad adquirida y salir airosa en los test de estrés de la consultora Oliver Wyman.

No ha sido gratis. El beneficio neto atribuido de CaixaBank hasta septiembre ha caído un 79,5% con respecto a la misma fecha del año anterior, limitándose a 173 millones de euros. Un impacto derivado, en buena parte, del ímprobo esfuerzo realizado para asumir la carga tóxica de Cívica y valorarla a precios realistas. En concreto, la entidad que preside Isidro Fainé ha ajustado en 3.218 millones la cartera crediticia de la firma absorbida, y en 632 millones, la de sus activos adjudicados.

Este sacrificio se une a los 4.524 millones que CaixaBank lleva provisionados a lo largo del año para cumplir con las exigencias de saneamiento impuestas por el Gobierno. En total, por tanto, la entidad arrastra un coste de 8.374 millones en limpieza de balances. El grupo lleva cubiertas el 78% de las provisiones establecidas por el Ministerio de Economía en los decretos ley aprobados durante el año. Mientras que el de febrero estaría ya completamente dotado, con 2.436 millones por CaixaBank y 934 millones de Cívica, cumplir con el decreto de mayo aún requiere un esfuerzo adicional. Aunque se han provisionado los 1.287 millones que requiere Cívica, CaixaBank solo ha cubierto aún 600 millones de los 2.102 millones que se le piden.

Fuentes de la entidad asumen, no obstante, que se aprovechará el plazo extra que conlleva haber aprobado una fusión, y que los 1.500 millones restantes por sanear se irán cubriendo paulatinamente hasta junio de 2013.

Cuentas marcadas por la fusión

La influencia de la compra de Cívica, no obstante, va mucho más allá de la carga inmobiliaria que suma y es visible en cada cifra del tercer trimestre del grupo. De hecho, el buen comportamiento registrado por CaixaBank en multitud de áreas de negocio están directamente provocadas por la fusión.

Así, si en el último año los recursos de clientes en el balance han subido un 23,2%, esto se debe a la adhesión de la cartera de Cívica, pues en términos orgánicos, CaixaBank por sí sola los ha visto caer un 0,7%. Así ocurre con el ahorro a la vista, que crece un 20,8%; los depósitos a plazo, que suben un 20,5%, o las emisiones retail, un 82,7% superiores a las de septiembre de 2011, mientras que, en conjunto, han caído un 0,8% atendiendo solo a las cuentas de la firma catalana.

Del lado de la inversión crediticia ocurre otro tanto. Si los créditos a particulares han ascendido un 28,8% -incluyendo compra de vivienda- en el grupo, en CaixaBank han descendido un 1,1%. Los préstamos concedidos a empresas, a su vez, han descendido un 6,7% en la entidad original, mientras que registran un alza del 18,2% al sumar Cívica.

En términos globales, según los resultados remitidos hoy a la CNMV, la entidad ha incrementado sus activos totales hasta los 343.755 millones (un 27,1% más) en el año, y un volumen de negocio total de 526.528 millones, es decir, el 23,2% más.

La única pata que crece desde ambos puntos de vista es el crédito al sector público. Tal y como registraba un reciente informe del Banco de España, que apuntaba que estos préstamos se han duplicado en volumen desde el comienzo de la crisis mientras el resto de crédito se restringe, en el caso de CaixaBank más Cívica la cifra aumenta un 26,2% en el último año y un 8% si se toma solo a la primera firma.

La ecuación se vuelve más negativa, de otra parte, si se atiende a la morosidad del grupo. Aunque este sigue por debajo de la media del sector, en el 10,51% en agosto, se sitúa ya en el 8,42% como consecuencia de la integración. Sin Cívica, la morosidad de Caixabank habría experimentado un alza solo moderada, hasta el 6,14%.

2013, un mal año

En este sentido, fuentes de la entidad asumen que mientras la morosidad del sector inmobiliario está ya prácticamente aireada y bien provisionada, la mala situación del entorno macroeconómico, que estiman se alargará durante todo 2013, conllevará un repunte de la mora en créditos a otros sectores empresariales.

CaixaBank pese a todo, ha mostrado signos de fortaleza al generar un margen de intereses que asciende a 2.845 millones, con un crecimiento del 22,7% respecto a los nueve primeros meses de 2011. Una evolución que viene explicada por la gestión de los márgenes de las nuevas operaciones, los volúmenes, y la favorable evolución de las curvas de tipos de interés en el primer semestre de 2012.

A su vez, las comisiones netas han crecido un 11,5% en el periodo, hasta los 1.268 millones, por el aumento de la actividad comercial, la especialización por segmentos. En conjunto, los ingresos de CaixaBank han crecido un 7,9%, hasta los 5.140 millones de margen bruto. El margen de explotación alcanza los 2.586 millones, un 17,1% más. Los gastos se mantienen en el mismo nivel del año anterior pese a la integración de Cívica, cuya factura se irá notando más en los próximos meses.

Con todo, desde la entidad consideran que la operación arrojará un ahorro de costes de 540 millones de euros para 2014. Una previsión argumentada, en parte, en el hecho de que el ahorro generado en el último trimestre asciende ya a 80 millones de euros, frente a los 54 previstos.