Carbures consolida su entrada en automoción con un contrato de BMW

A inicios de año, la empresa andaluza Carbures nacida de la Universidad de Cádiz y especializada en fabricar piezas para la aviación en fibra de carbono, anunció que se diversificaba para explorar la incorporación de este material en el sector de la construcción y, sobre todo, de la automoción. El desafío ha tenido resultados y hoy Carbures ya cuenta con tres contratos desarrollados desde la planta que posee en Estados Unidos. El principal, que determina su entrada con fuerza como empresa de componentes para automoción, es un acuerdo denominado Intercar cerrado junto con Metalsa -compañía estadounidense especializada en chasis- y la Universidad de Clemson para desarrollar en fibra de carbono el frontal del chasis del modelo X5 de BMW que se monta en EE UU.

El contrato del fabricante alemán, firmado realmente con la empresa Metalsa, también recoge el desarrollo del proceso para producir en serie la pieza, una tarea que recaería sobre la planta que Carbures posee en EE UU. El proyecto implica empezar fabricando 50.000 piezas al año que podrían ampliarse hasta las 200.000, según explica a CincoDías José María Tarragó, vicepresidente ejecutivo de Carbures.

Tarragó, que procede de Ficosa -multinacional catalana de componentes de automoción- matiza que aunque la fabricación de la pieza se desarrollará en la planta de Carbures en EE UU por la cercanía con las factorías de BMW, el desarrollo tecnológico de la puesta en marcha del proceso de producción se está llevando a cabo por el departamento de ingeniería en España. Concretamente, el equipo se traslada estos días a la factoría que la empresa gaditana inaugurará este mismo mes en Jerez y que doblará la capacidad productiva de la empresa en España.

Aunque el contrato con BMW supondrá la puerta de entrada de Carbures como empresa de componentes de automoción, desde la planta estadounidense ya se trabaja en otros contratos ligados al sector del motor. Aunque el directivo no puede desvelar el cliente, están reparando la carrocería de un autobús urbano eléctrico que a su vez les ha pedido la fabricación de algunas unidades de su modelo actual. Pero la oportunidad llegará con el nuevo modelo, totalmente construido en fibra de carbono, que podría ser adjudicado a Carbures.

Un tercer pedido se centra en la fabricación para un constructor de automóviles de lujo de 5.000 piezas, siempre en fibra de carbono, igualmente para el chasis. La entrada de la fibra de carbono en la estructura de los vehículos es el gran reto que se plantea a este fabricante, pues ya se producen algunas piezas de la carrocería. Sin embargo, en el chasis implicaría que tras un accidente se podría sustituir la pieza de carbono dañada sin que su hubiese deformado la estructura del chasis, una avería de difícil arreglo.

Contratos en España

Actualmente, Carbures dispone de dos plantas en España, incluida la de Jerez, ambas para aviación; otra en proceso en China -también para aviación- y en EE UU cuenta con la única del grupo para automoción, y otra en proceso para aviación. No obstante, la estrategia es ir montado factorías en función de los pedidos que vayan surgiendo. Eso abre las puertas a una factoría futura de automoción en España si finalmente se cierra algún acuerdo con automovilísticas que montan vehículos en España. Algunos contactos se están haciendo en esta dirección.