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Del cole a la empresa

El modelo de formación profesional dual a la alemana ?estudios y prácticas al tiempo? está siendo recibido como la última panacea para dinamizar este tipo de títulos en España. A juzgar por el modo en que se ha puesto de actualidad, todos dirían que estamos en vías de abandonar nuestro modelo tradicional ?basado en la enseñanza teórica, seguida de prácticas en empresas? por el más dinámico formato germano, donde se combian en paralelo la formación en las instituciones educativas con las prácticas.

De hecho, el debate sobre la necesidad de llevar a cabo una transición hacia un formato que tan buenos resultados está dando en Alemania ha inundado los ambientes educativos ligados a la formación profesional (FP). Desde varias autonomías, empresas, instituciones y el propio Gobierno se anuncian iniciativas diversas, pero que revelan un amplio consenso sobre la necesidad de adaptar el modelo a España. Estos días, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, anunció recientemente la próxima presentación de un real decreto para regular la FP dual en España. Por las mismas fechas, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, avanzó también la modificación de la FP como uno de sus grandes objetivos, al tiempo que solicitaba para ello una mayor implicación de las empresas.

Algunas autonomías han empezado ya a ensayar. Es el caso de la de Madrid, que pretende ampliar la FP dual a 750 alumnos y a 89 empresas en el próximo curso. No es el único caso. El modelo empieza a entrar en Barcelona, donde algunas empresas ?BASF, Borges, Repsol o Siemens? lo han iniciado. Seta estrena estos días un sistema privado de FP dual. Al contrario de lo que ocurría antes, un modelo en el que los alumnos hacían dos cursos de FP en una entidad de enseñanza para completar el ciclo con un curso de formación ocupacional en la empresa, ahora compaginan semanalmente la enseñanza teórica con la práctica y recibirán una dotación que alcanzará los 530 euros al tercer año.

En una década el número de matriculados en FP ha crecido un 34%

Estos estudios siguen sin atraer a los jóvenes solo los realizan 600.000

Otra de las iniciativas ha partido del Consejo de Cámaras de Comercio, que acaba de firmar un convenio con sus homólogas alemanas para cooperar en la implementación de este modelo. en España.Las Cámaras, muy activas en la formación profesional, tienen el máximo interés en aprender de sus colegas alemanes, sobre los que descansa buena parte del esfuerzo germano en el área de la FP dual.

El súbito entusiasmo por implantar este tipo de FP obedece a dos razones: el pobre rendimiento del modelo seguido hasta ahora en nuestro país y el enorme éxito del formato puesto en marcha en Alemania en 1950, poco después del fin de la II Guerra Mundial. Pese a los esfuerzos de los dos ministerios implicados, en primer lugar Educación y después Empleo, la FP en España no acaba de arrancar. Aun cuando los niveles de asistencia a FP han aumentado en los últimos años, desde los 456.000 alumnos de 2000 a los 613.000 de 2012 (un 34% más), este tipo de enseñanzas siguen siendo muy residuales en España. Este año, los alumnos de FP (grados medio y superior) suponen apenas el 7,7% de todos los alumnos matriculados en las distintas enseñanzas del Régimen General No Universitario.

"Pese a los avances y al aumento de la demanda de este tipo de estudios", apunta Michaela Hertel, directora general de la Fundación Bertelsmann en Barcelona, "la FP no ha logrado ser un itinerario suficientemente atractivo para los jóvenes españoles". "Mientras que en Alemania y en el norte de Europa", explica Arsenio Huergo, vicepresidente de la Comisión de Formación del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, "el 60% de los estudiantes que concluyen la secundaria se decanta por la FP, en España es el 35%".

La fuerte tasa de abandono escolar en España y los errores cometidos a la hora de organizar la FP en nuestro país han llevado a que actualmente haya 11 millones de trabajadores españoles sin ningún tipo de cualificación, al tiempo que se calcula que hacen falta al menos 1,4 millones de nuevos graduados para cumplir con las necesidades del mercado laboral español en los próximos años.

En el Consejo de Cámaras de Comercio reconocen que la culpa de esta situación no es solo achacable al Gobierno, sino a toda la sociedad, incluidas las empresas. Huergo considera que uno de los problemas es que la FP en España no tiene prestigio. "Hay esa sensación de que es como el pariente pobre del sistema. Lo que no es cierto. Algunas titulaciones tienen ya un gran éxito de inserción y están muy bien pagadas". Tampoco las empresas han sido conscientes de sus ventajas para su competitividad. Por último, pese a sus proclamas, los últimos Gobiernos no han estado muy finos a la hora de legislar y adoptar decisiones para fomentar el atractivo de la FP en nuestro país.

En el Consejo de Cámaras apuntan que el Ministerio de Educación apenas ha tenido en cuenta los resultados de un estudio llevado a cabo por esta institución hace unos dos años y que destacaba los principales problemas que tenía el sistema y el modo de corregirlos. Aspectos, explica Huergo, "como el lentísimo desarrollo y puesta en marcha de la ley de 2002, hasta el punto de que 10 años después muchos aspectos de la misma sigan sin desarrollarse, la obsolescencia de muchas titulaciones o las dificultades para revisarlas rápidamente y adaptarse así a las necesidades de la empresa". Pese a que el Consejo de Cámaras envió el documento a todas las instancias pertinentes, al Servicio Público de Empleo o a Educación, "no se logró absolutamente nada. Todo siguió como estaba" dice.

Lo importante del acuerdo entre el Consejo de Cámaras y su homólogo alemán es que este está dispuesto a cooperar estrechamente con sus colegas españoles para transmitirles su know how e implantar su sistema en España. Un sistema que, como explica Clemens Wieland, responsable de proyectos en la Fundación Beertelsmann, "está en vigor en otros países del norte de Europa, Austria, Holanda, Suiza o Dinamarca con muy buenos resultados".

El respaldo de las Cámaras alemanas, según señalan en el sector, no se debe al simple altruismo, sino también a un interés de las empresas alemanas por mejorar la FP en los países del sur y este de Europa: interés que se ha potenciado ante la falta de determinados tipos de mano de obra cualificada en un país que ahora mismo tiene una tasa de paro de poco más del 5%. "No es la primera vez", reconoce el alto cargo del Consejo de Cámaras, "que nuestras homólogas alemanas se ponen en contacto con nosotros para hablar del tema y tratar de cooperar con nosotros, de trasladarnos un modelo que les funciona muy bien".

Pese a todo ello, no está claro que la FP dual vaya a tener el camino despejado en España. En el Consejo de Cámaras, así como en Bertelsmann, explican que hacen falta ciertas condiciones para que esto suceda. En primer lugar, un amplio consenso entre todas las instituciones y sectores implicados. "Aun cuando funciona en Alemania bajo el liderazgo de las Cámaras de Comercio", explica Huergo, "este es un modelo en el que todo el mundo participa, Gobierno central, lander, entidades educativas, empresas, sindicatos. Cada uno tiene su papel específico". Algo que se debe al particular modelo de cooperación alemán, "un sistema que en este caso", explica Clemens Wieland, "permite que entre instituciones del Estado, empresas y sindicatos hayan logrado definir programas de estudios para 350 profesiones distintas". Pese a esto, algún sindicato, como Comisiones Obreras, ha mostrado ya su rechazo por este modelo.

Tampoco hay consenso entre las instituciones de enseñanza. Por ejemplo, en el CES (Escuela Superior de Imagen y Sonido) no ven claro el modelo dual. Miguel Ángel Muñoz, director del CES, opina que el inconveniente de ese modelo es que "en Alemania un porcentaje alto de la formación (dos terceras partes) pasa a las empresas y deja a las escuelas al margen, y eso no nos parece bien. Creemos que la escuela tiene que tener un porcentaje elevado, no solo un tercio". Muñoz defiende esa necesidad basándose en que en muchos casos "son alumnos muy jóvenes; hay que tener en cuenta que los de grado medio, en algunos casos, pueden tener 16 años y necesitan ampliar con otros conocimientos. Además, tampoco es lógico que para acceder a esta formación el alumno tenga que encontrar primero el puesto en la empresa".

Otro inconveniente que Muñoz encuentra a la hora de aplicar el modelo dual en España es que "nuestro país tiene una realidad empresarial distinta de la alemana. Al sistema productivo español, formado en su mayoría por pymes, no le es fácil asumir a muchos jóvenes formándose por empresa. Organizar un sistema de formación dual en una empresa con pocos trabajadores le puede suponer un gran desequilibrio".

En el Consejo atribuyen buena parte del éxito de la FP dual alemana al protagonismo de las Cámaras, que son las que gestionan el proceso, algo que no parece vaya a suceder aquí. Pese a que en Empleo han anunciado el próximo real decreto, en el Consejo de Cámaras afirman no tener la menor noticia sobre su contenido. Tampoco parece claro que las empresas, al margen de las más grandes, estén muy convencidas. Sobre todo las pymes, que tendrían muchas más dificultades para implementar el modelo dadas sus carencias de capital, plantillas y organización.

"El problema", explica el alto cargo de las Cámaras, "no está en las empresas de más de 500 trabajadores (unas 1.700) o de más de 200 (unas 5.000), sino en las más pequeñas, a las que habrá que hacer ver que el modelo les aportaría muchas ventajas". Comunicarles las ventajas de un esfuerzo cuyo retorno es difícil de medir, y que debería ser considerado más una inversión que un gasto, no resulta fácil, pese a que, según destaca Huergo, "hay estudios que demuestran que estos estudiantes, al tercer año de cursar FP dual, ya resultan rentables para sus empresas". Esto porque, según añade Clemens Wieland, "al terminar sus estudios y prácticas, los jóvenes no solo se han entrenado en su profesión, sino en las especialidades concretas de una empresa". Para los jóvenes es también muy interesante. "El 60%", prosigue Wieland, "acaban contratados por las empresas en las que llevaron a cabo su aprendizaje".

Luego está el problema de la financiación. Mientras que en Alemania el modelo lo financian en su mayor parte las empresas, en España esto sería impensable, por lo que el peso tendría que recaer sobre el Gobierno central y las comunidades autónomas, algo complicado en la actual tesitura. Otra de las condiciones es que la implementación se lleve a cabo a escala del Estado. El que cada una de las autonomías se decida por su propio modelo es considerado un problema. "Pensamos que la FP dual debe ser resultado, como en Alemania, de una ley general, que asegure la movilidad de los trabajadores y la unidad de mercado, y no de las autonomías, lo que crearía problemas de dispersión. En Alemania, todas las titulaciones tienen las mismas características en todos los lander, con los mismos contenidos".

Luego está el problema de los tutores e instructores, los primeros en los colegios y los segundos en el lugar de trabajo, dos figuras fundamentales para obtener resultados, y que habrá que entrenar y preparar. "Estos profesionales", comenta Huergo, "son básicos, ya que son los que llevan a cabo la evaluación continua de los aprendices. Tienen que examinarlos y ser exigentes; de otro modo no funcionará".

De todos modos, desde el Consejo de Cámaras advierten que, aun cuando se consiguiera superar todas las dificultades, no hay que esperar que la puesta en marcha de una FP dual en España pueda ser cosa de unos meses o años. Será un proceso largo y complicado. "Es un proceso que se tomará su tiempo", explica el directivo del Consejo de Cámaras, "y que habrá que implantar de modo gradual. Ni aunque quisiéramos podría estar listo el año que viene. O el otro".

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