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Extremadura cuenta con el más avanzado, el de la alemana Gehrlicher

La reforma energética hace peligrar los proyectos fotovoltaicos sin primas

Empresas como la alemana Gehrlicher desarrollan en España los primeros proyectos de plantas fotovoltaicas eficientes que funcionarán sin necesidad de cobrar primas. La intención del Gobierno de establecer un tributo del 19% a esta tecnología arruinaría unas instalaciones que no afectan al déficit de tarifa.

La reforma energética hace peligrar los proyectos fotovoltaicos sin primas
La reforma energética hace peligrar los proyectos fotovoltaicos sin primasCinco Días

El impuesto del 19% que el Gobierno pretende aplicar a la energía fotovoltaica en el marco de la reforma energética que aún sigue abierta, pondría en peligro los nuevos proyectos de plantas solares que van a generar sin cobrar primas. Si el objetivo de la reforma es resolver el problema del déficit tarifario y, dadas las fuertes críticas del propio Ejecutivo al sistema de primas a las que muchos atribuyen parte de dicho déficit, gravar las nuevas instalaciones que competirían en el mercado sin incentivo resulta contradictorio, según fuentes del sector.

El proyecto más avanzado de la media docena aproximada que han surgido en el último año, es el que Gehrlicher Solar España ha puesto en marcha en la localidad cacereña de Talaván. Se trata de una planta de 250 MW de capacidad que se ubicará en una finca de 750 hectáreas alquilada al ayuntamiento "a buen precio". A finales de marzo, el grupo alemán, uno de los mayores fabricantes del mundo de accesorios solares, firmó un protocolo con la Junta de Extremadura, por el cual, el gobierno regional le asesora en la tramitación administrativa para construir la instalación, cuya puesta en marcha está prevista para finales de 2013.

Pero la incertidumbre generada por las medidas fiscales que Industria plantea (aunque la oposición de Hacienda las ha dejado en suspenso), podría trastocar un proyecto (esencialmente, su financiación) en el que se trabaja desde hace casi dos años. De momento, es el más avanzado de todos: su viabilidad técnica ha sido certificada ya por REE; cuenta con el plácet del ayuntamiento y la comunidad autónoma y le faltaría el permiso de conexión a la red por parte de Industria y la autorización definitiva, previa evaluación de impacto ambiental.

Esta planta ha abierto otra brecha: es la primera renovable que se tramita por el régimen ordinario y no el especial, por lo que no necesitará avales en su trámite de autorización.

Extremadura, que ha perdido el tren de las inversiones eólicas (su plan autonómico recibió luz verde a finales del año pasado, poco antes de que el Gobierno aprobase una moratoria para el cobro de primas) y da por muerta la refinería que el grupo Gallardo proyectaba en Badajoz, ha puesto sus esperanzas en este tipo de proyectos fotovoltaicos. Con ellos, el Gobierno de José Antonio Monago quiere compensar parte de esas inversiones.

La de la planta de Talaván supondría unos de 250 millones y una plantilla fija de 105 personas. Pero no es la única en marcha. Otra inversión que se anunció en mayo es la de Ecoenergías del Guadiana, que anunció la construcción de una planta solar (también sin incentivo) en 500 hectáreas en la localidad pacense de Usagre, con una inversión de 700 millones y se ubicará en una superficie de entre 1.000 y 1.200 MW.

Otros grupos empresariales, alguno también alemán, estarían negociando con el Gobierno autonómico nuevos emplazamientos. Según los expertos, el territorio extremeño reúne las condiciones óptimas para una fotovoltaica: cuenta con la irradiación más alta (5 grados) sin que la temperatura sea elevada.

Cómo funcionar sin incentivos

Al igual que ocurre con el resto de tecnologías de nuevo cuño, hasta que logran la eficiencia y el desarrollo adecuados que les permite competir en el mercado, son incentivados con fondos públicos. Esto es lo que ha ocurrido con la energía solar fotovoltaica, que recibe primas que pagan los consumidores a través de la tarifa de acceso. Una inadecuada planificación, que disparó la potencia que estaba previsto subvencionar, y la crisis de la demanda, ha disparado el peso relativo de las primas en la tarifa y muchos le achacan parte del déficit de tarifa.Hace casi dos años, en el grupo alemán Gehrlicher, conscientes de que "antes o después" el sistema de primas que lleva 10 años tendría que terminar, comenzaron a trabajar sobre proyectos que pudieran andar por si solos. Algo que se logrará, según fuentes de la compañía, "haciendo un gran esfuerzo para reducir los costes", indican en la empresa.Además de elegir un territorio solar eficiente, como Extremadura, la clave está en la reducción del precio de los paneles (módulos e inversores), que han caído más de un 75%, lo que proporciona un gran margen. También en las dimensiones y la capacidad de negociación de la empresa. En el caso de Gehrlicher u otros grupos alemanes, como Würth que también tiene plantas sin primas en marcha, cuentan con la ventaja de ser fabricantes de componentes (conectores, cableados y otros accesorios), lo que permite construir proyectos llave en mano".Con todo, según aseguró en su día el consejero delegado de la filial española de Gehrlicher, Guillermo Barea, "este tipo de proyectos son "el fruto de haber tenido unos años de subvenciones en el sector", subvenciones, que, opina, todavía necesitan otro tipo de renovables.

En Murcia

Würth y Andaltia-La alemana Wurth anunció en abril la construcción de una fotovoltaica sin prima en Jumilla (Murcia). Con una potencia de 287 MW se ubicará en una finca de 500 hectáreas y tendrá una inversión de 277 millones.-El grupo almeriense Andaltia tiene previsto construir otra planta de estas características en la localidad murciana de Lorca. Con una potencia de 400 megavatios, se desarrollará en cuatro fases y empleará a 590 personas.

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