Iberia acatará el laudo de Montalvo, pero cree que Express no necesita arbitraje
El holding IAG, resultante de la fusión de Iberia y British Airways, "acatará el resultado del laudo" en curso que el Gobierno de Madrid ha impuesto para resolver el conflicto entre los pilotos y la compañía española.
El director financiero del grupo, Enrique Dupuy, hizo esta afirmación a CincoDías tras valorar los resultados del primer trimestre del gigante aeronáutico, que perdió 146 millones de euros.
Dupuy reiteró el acatamiento a la mediación que lleva a cabo el árbitro Jaime Montalvo, pero matizó que IAG entiende que la creación de Iberia Express no está sujeta al laudo ya que su creación es potestad exclusiva de la empresa. El arbitraje aborda el convenio de los pilotos y la creación de la filial Iberia Express.
El directivo evaluó las pérdidas de Iberia en 170 millones y señaló que IAG estudia todas las medias para ajustar los costes "tanto en vuelo como en el resto de las unidades", con el fin de hacer viable la empresa.
Recordó que las pérdidas de IAG se produjeron pese a que los ingresos totales aumentaron un 7,8%, hasta los 3.919 millones, mientras que los unitarios de pasaje ascendieron un 8,5%, con un incremento de la capacidad del 0,6 %.
Echó parte de la culpa del resultado al incremento de los costes del combustible, un 24,9%, impulsados por el alza de los precios, el menor impacto de las coberturas de fuel y a los costes de derechos de emisión (evaluados en 15 millones) que se han registrado por primera vez.
Pese a este entorno negativo, Dupuy se mostró convencido de que IAG puede ofrecer al final del ejercicio "un resultado equilibrado". La esperanza se apoya "en el buen comportamiento del mercado de la ciudad de Londres como una isla en medio de la crisis europea" que permite mantener un "satisfactorio comportamiento para el tráfico de negocios entre Europa y Estados Unidos".
Otra palanca para la mejora de las perspectivas a lo largo del ejercicio será el comienzo del uso de los derechos de vuelo conseguidos en el aeropuerto de Heathrow tras la compra de la compañía BMI.