Amanecer Zulú en el Ibex

Amanecer Zulú es una película bélica del año 1979 dirigida por Douglas Hickox. Narra la guerra que mantuvo el imperio británico contra la nación zulú en 1879 en Sudáfrica. Tras negarse el rey Cetshwayo a obedecer las órdenes de los británicos, deciden mandar sus tropas con el fin de someterlos. Confiando en su superioridad táctica y militar, desconocen que Cetshwayo puede congregar a miles de guerreros. En la batalla de Isandhlwana, cientos de soldados británicos fueron masacrados durante el ataque zulú.

Ayer otra masacre en el Campeador y de nuevo los bancos regando de sangre toda la zona de combate desde los 7.100 hasta los 6.800 puntos. En este enfrentamiento los osos consiguieron perforar intradía el soporte y alcanzar un mínimo en los 6.776 puntos. La ofensiva de los bajistas tenía su riesgo y era no traspasar los 6.811 puntos, dando opción a los toros de dibujar un triple suelo, figura de gran potencial al alza. No lo permitieron. Tras dejar tocado el sector bancario español el lunes pasado después de la rebaja de rating de once entidades, los osos volvieron sobre su presa para exterminarla. Víctimas como Bankia -5.13%, Bankinter -4,13% o Popular -4,31 entre otros son una muestra de la efectividad del ataque.

Y no empezó mal la sesión para los toros, tendieron un puente en forma de hueco alcista que les llevó a superar los 7.117 puntos, para sortear la zona de minas por la que se encuentra. La subida superaba con claridad el +1%. Pero como viene siendo habitual, en menos de una hora, la estrategia alcista era descubierta y desmantelada por completo por un dinámico y devastador empuje del bando bajista. El hueco cedía ante el ímpetu de los osos y empezaba a correr la sangre en el Campeador. La pólvora del obús lanzado hace dos días por los alcistas fue muy escasa, como nos delató el volumen de negociación. No consiguió pasar a zona enemiga, los estratégicos 7.200 puntos. Allí ha emplazado el ejército bajista sus cuerpos de élite.

En lo momentos más crudos de la batalla el selectivo español llegaba a perder un -3,5%. Los índices europeos plantaban batalla a los bajistas, los mantuvieron a raya durante algo más de tiempo. Pero acabaron cediendo también y entraron en números rojos, aunque siempre más moderados que el selectivo español. Una excepción, la legión francesa del General De Gaulle, el selectivo francés consiguió cerrar la sesión con una subida del +0,42%. Especialmente virulento fue también el ataque sobre el César italiano, cerró la sesión con un descenso del -2,60% hasta los 14.213 puntos. Dejó dibujada una sólida envolvente bajista que puede llevarle de nuevo sobre los 13.600, aunque mantiene como el Emperador una última esperanza en un HCH invertido, no puede conceder más terreno de los mínimos de ayer o cederá el segundo hombro.

Los osos eran conscientes del riesgo que entrañaba una nueva refriega sobre la resistencia de los 7.200 puntos en el Campeador. Podía poner encima de la mesa el asalto a los 8.000 puntos. Esta vez si dieron la cara bayoneta en mano, el volumen de negociación aumentó considerablemente. A falta de una hora para la conclusión, el doble techo pareció confirmado, pero un último y heroico avance de los alcistas a cierre, consiguió salvar lo que parecía inevitable, perder los 6.800 puntos y activar la figura de vuelta.

Al final de la sesión, nuevo desplome del -2,55% en nuestro selectivo, quedó exhausto sobre los 6.831 puntos con una robusta vela bajista que anuncia un amanecer muy complicado para la jornada de hoy. Confiar en los 6.700 puntos, mínimos de 2009, como soporte es más una ilusión que otra cosa. La figura de vuelta de doble techo tendrá seguramente su devastador efecto, 500 puntos de descenso adicional como comentábamos ayer, si se pierden a cierre los 6.800 puntos. Se amplía la divergencia del Campeador con sus homólogas. Los generales del lado corto tienen como teatro de operaciones al Campeador.

El Emperador europeo acabó cediendo un -0,71% hasta los 2.290 puntos. Salvó la zona del hombro de la figura HCH invertido que comentamos ayer, los 2.280 puntos. Hizo un mínimo en los 2.276. Si los alcistas quieren dibujar la figura de vuelta no pueden entregar más terreno. Hoy deberían atacar o la estrategia se vendrá abajo. Mientras las velas no superen la media móvil de las 200 sesiones situada sobre los 2.350 puntos los toros no tienen muchas oportunidades. El cruce de la media móvil de las 20 sesiones con la de 200 amplía la brecha, apoya claramente a los bajistas. Y otro aviso nada alentador, las líneas del Estocástico se cruzaron ayer a la baja. Peligro, este oscilador es muy fiable como nos ha demostrado en numerosas ocasiones.

La fortaleza sigue estando al otro lado Atlántico, en Wally mantuvieron el tipo y respondieron con soltura a los bajistas. Aunque cerraron en rojo, los descensos fueron muy limitados. El Dow Jones cerraba prácticamente plano en los 13.268 puntos, está en zona de máximos y ayer dibujó un doji sobre el gráfico tras un martillo invertido el día antes. Hay dudas de seguir ascendiendo en el Sargento de Hierro, la media móvil de las 20 sesiones se ha cruzado a la baja con la de 50. Precaución ante un eventual ataque de los osos para testear los 13.000 puntos, el estocástico en zona de sobrecompra se cruzó también ligeramente a la baja. Por encima de la sombra del martillo del martes, sobre los 13.240 puntos todo indica que los toros continuarán dando estopa a unos osos que huyen de territorio americano.

El General Custer por su parte se cedía un escaso -0,25% hasta los 1.402 puntos, mientras los osos no rompan de nuevo el cerco de los 1.385 puntos los alcistas no tendrán mayores problemas. La tecnología fue la que no cedió a la ofensiva bajista, el Nasdaq Composite terminaba la sesión subiendo un +0,31% hasta los 3.059 puntos, sujetándose bien sobre la media móvil de las 20 sesiones. Aunque el peligro en el mundo del chip acecha, la cita media móvil busca cruzarse a la baja con la de 50. Hasta aquí el parte de guerra, veremos si en el nuevo amanecer, los toros consiguen salir de la zona crítica donde se encuentra el Campeador o definitivamente ceden ante el ejército bajista.