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Crecimiento y finanzas públicas en Europa

La CE confirma que el déficit de España en 2011 se desvió 25.000 millones de euros

Eurostat confirmó ayer que España cerró 2011 con un déficit del 8,5%, tal y como anunció el Gobierno de Mariano Rajoy. La cifra supone una desviación de casi 25.000 millones de euros en relación al objetivo comprometido por el anterior Ejecutivo. Y contrasta con la acelerada consolidación fiscal en el resto de la UE.

Probablemente nunca se había recibido con tanto alivio un dato tan negativo como la cifra del déficit español publicado ayer por Eurostat. La oficina de estadísticas de la Comisión Europea, con sede en Luxemburgo, confirmó ayer que los números rojos del Presupuesto español alcanzaron en 2011 los 91.344 millones de euros o el 8,5% del PIB, muy por encima del 6,6% que temía la Comisión a finales del año pasado y más alejada aún del 6% prometido en Bruselas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

A pesar del espectacular derrape, Bruselas y Madrid se regocijaban ayer de que el dato, al menos, disipe las dudas surgidas a principios de este año sobre la credibilidad de las estadísticas españolas.

"Los rumores que especulaban sobre un dato inflado del déficit han quedado totalmente desmentidos", señaló ayer el portavoz de Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos. El organismo comunitario parece olvidarse ahora de que fue el primero en sorprenderse por la drástica revisión al alza del déficit anunciada por el nuevo Gobierno español, un escenario que evocó el fantasma de la revisión llevada a cabo en 2009 tras el relevo gubernamental en Atenas.

La Comisión califica ahora la cifra de déficit como "un dato aislado" que espera analizar en función del programa de estabilidad que presente esta semana el nuevo ministro de Economía, Luis de Guindos. Bruselas parece dispuesta a obviar la desviación del año pasado si el programa garantiza un recorte del déficit de tres puntos durante este año (hasta el 5,3%) y casi otro tanto el año que viene (hasta el 3%).

El dogma de la austeridad

El brutal ajuste condena a España a una larga recesión confirmada ayer por los datos del Banco de España sobre el crecimiento registrado en el primer trimestre de este año. Pero la Comisión insistió ayer en que el dogma de la austeridad se mantiene invariable. Al menos de momento y a falta de que se resuelva el duelo electoral en Francia entre Nicolas Sarkozy (que se ha comprometido a situar el déficit por debajo del 3% el año que viene) y François Hollande (partidario de una política presupuestaria algo más expansiva).

Los datos de Eurostat muestran que la estrategia de consolidación se aceleró el año pasado en casi toda Europa, con una reducción media de dos puntos en la zona euro (hasta el 4,1%) y en la UE (4,5%). Doce de los 27 países se sitúan ya por debajo del límite del 3% previsto en el Pacto de Estabilidad, aunque uno de ellos (Hungría) no lo ha logrado de manera sostenible, según Bruselas. En algunos países, como Portugal, Austria o Letonia, el ajuste redujo prácticamente a la mitad los números rojos. Y en economías de la talla de Alemania o Francia, el recorte ascendió a 80.000 millones de euros y 30.000 millones respectivamente, frente a los 7.000 arañados en España.

La publicación de los datos sobre el ajuste coincidió con la resaca de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, en las que los partidos euroescépticos de extrema derecha e izquierda han sumado el 30% de los votos. La Comisión Europea negó ayer cualquier relación entre "el ascenso del populismo y las políticas de consolidación". Y aseguró que donde suben ese tipo de fuerzas políticas son, precisamente, los países que menos han sufrido la crisis, en una aparente alusión a Francia, Holanda o Finlandia.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, tampoco estableció esa relación. Pero advirtió en Luxemburgo, donde asistió a la reunión del Consejo de Ministros de Exteriores de la UE, que "la austeridad es absolutamente necesaria, pero no es condición suficiente". Y tras enumerar la secuencia histórica que llevó al poder a Mussolini, Primo de Rivera y Hitler, recordó que los movimientos nacionalistas y xenófobos "nos llevaron a la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial".

García-Margallo precisó que no se trata de establecer paralelismos entre los años treinta y la actualidad. Pero abogó por "hacer una reflexión sobre el futuro de Europa para evitar que continúe el auge de unos movimientos que no aventuran nada bueno". Y tras calificar como pésima noticia el resultado electoral obtenido el domingo por el Frente Nacional de Marine Le Pen (18%), aseguró que en los próximos días aprovechará sus contactos con el Ejecutivo de Angela Merkel para convencerles de la necesidad de adoptar políticas de crecimiento.

Sin margen para la relajación

La evolución de las cifras de deuda pública conocidas ayer, sin embargo, reduce el margen de relajación de las políticas de ajuste. A pesar de los recortes del déficit, la deuda acumulada continuó aumentado en 2011 hasta situarse en el 87,2% de media en la zona euro y el 82,5% en el conjunto de la UE. Al comienzo de la crisis, en 2007, ambos índices se encontraban 20 puntos porcentuales por debajo. La deuda roza o supera ya el 100% del PIB nacional en Bélgica, Irlanda, Grecia, Italia y Portugal. Y rebasa el 80% en Alemania, Francia, Hungría y Reino Unido.

España mantiene su deuda por debajo de la media, en el 68,5%. Pero es uno de los países donde aumenta con más rapidez. Desde los 381.000 millones de euros de 2007 ha pasado a 734.000 millones el año pasado. Y las previsiones, que auguran recesión durante todo este año y una tasa de paro muy por encima del 20% hasta finales de 2013, apuntan a una continua escalada de la deuda pública española en un clima de creciente tensión en los mercados por las dudas sobre su sostenibilidad.

La cifra

35,1% del PIB fue el nivel de ingresos de España en 2011, repitiendo la cota de 2009, la más baja desde el comienzo de la crisis financiera en 2007.

Efectos de los planes de ahorro

AlemaniaEs uno de los países de la Unión Europea con el déficit público más bajo en términos relativos (un 1% del PIB). Representa un desfase negativo entre ingresos y gastos de 25.000 millones de euros, con un ajuste de 75.000 millones en un solo ejercicio. Esta corrección se logró gracias a un recorte anual del gasto de 60.000 millones, pasando de representar un 47,9% a un 45,6% del PIB.IrlandaLa nacionalización de la banca le llevó a registrar un déficit del 31,2% del PIB en 2010. Las exigencias de la troika para reconducir sus cuentas han tenido un efecto balsámico. En solo un año ha conseguido bajar el desfase hasta un 13,1%, a costa de elevar más de 15 puntos de PIB la deuda pública, que a finales de 2011 se situó en 169.264 millones (un 108,2% del PIB).HolandaLa economía holandesa es otra de las que está en el punto de mira de los mercados como consecuencia de su lentitud en la consolidación fiscal. En dos años apenas ha bajado del 5,6% al 4,7% de déficit, lo que supone apenas 4.000 millones.Todo lo contrario que lo sucedido con su deuda, que en dicho período creció en 45.404 millones y ya equivale al 65,2% del PIB.PortugalLos brutales ajustes aplicados a instancias del FMI y la UE han tenido un efecto directo en el déficit de Portugal, que en un año se ha reducido a la mitad, pasando del 9,8% al 4,2% del PIB. En la consecución de este objetivo han participado, entre otros factores, el alza de la deuda (23.000 millones), la caída del gasto en 5.000 millones y el aumento de ingresos en la misma cuantía.

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