Coberturas sin franquicia y a todo riesgo

Forma parte del paquete de productos básicos que conlleva cualquier operación de renting. El seguro supone en torno al 15% de la cuota anual de un coche alquilado, es decir, unos 1.200 euros. La práctica totalidad de los clientes arrendatarios de vehículos disponen de este servicio a través de las propias compañías de renting, que estas contratan con las aseguradoras. "No se puede ceder un coche en alquiler que no esté asegurado. Es ineludible", asegura Agustín García, presidente de la Asociación Española de Renting (AER). Las coberturas suelen ser a todo riesgo, sin franquicia, para cualquier conductor y con sistema bonus/malus por siniestralidad. No obstante, algunas empresas, sobre todo las grandes, asumen el riesgo de daños propios, realizando ellas mismas su gestión.

Los usuarios de vehículos de renting buscan una gestión integral del servicio que, respecto al seguro, implica desde la emisión y gestión de la póliza incluida en su cuota mensual hasta la gestión y tramitación íntegra del siniestro que pueda producirse. Esto incluye la recogida y entrega del vehículo en su domicilio y, por supuesto, la reparación del automóvil en el mínimo tiempo posible, indican desde Santander Consumer Renting, que confía en Axa para la cobertura de su flota de vehículos. Para esta entidad aseguradora, que cuenta con 310.000 clientes de renting, la personalización es una de las claves. "Para ofrecer las mejores condiciones de precio, coberturas y gestión es imprescindible conocer bien el riesgo, el tipo de vehículos que componen la flota, su uso y utilización. De esa manera, podemos aplicar una solución a la medida de cada cliente", señalan desde Axa.

El seguro de responsabilidad civil es obligatorio para cualquier vehículo, la diferencia está en la utilización específica de cada una de las flotas, subraya Alfonso López Sánchez-Chicheri, gerente de MM Globalis, entidad perteneciente a Mutua Madrileña que tiene una cartera de más de 200.000 pólizas de vehículos de empresas, lo que supone un volumen de primas de 130 millones de euros. "No es lo mismo una flota de camiones que puede funcionar con una responsabilidad civil, un complemento de aseguramiento de lunas y, por ejemplo, una cobertura de pérdida total, que una flota de visitadores médicos de un laboratorio farmacéutico que precisa un seguro a todo riesgo sin franquicia", observa. Y añade que los niveles de exigencia de servicio de las flotas, especialmente en renting, es muy superior al de un particular. "Los tiempos de visita de los peritos desde la declaración de los siniestros, los plazos de inmovilización del vehículo por reparación, la rapidez en las comunicaciones del proceso de tramitación, etc., son indicadores clave de cómo una compañía aseguradora diferencia la atención operativa de un vehículo de uso profesional que cuesta dinero cuando está parado, del coche de un particular".

La clave de cualquier seguro, también el de renting, es el servicio, según Francisco Cobos, director de gestión de flotas de Mapfre. "Siempre nos hemos distinguido por coberturas muy específicas, por los servicios añadidos y, sobre todo, por las cuotas cerradas, que no varían, es decir, si el contrato es de tres años la prima tiene esa misma duración".

Para Alfonso López Sánchez-Chicheri, la mediación representa una parte fundamental para el desarrollo del negocio en el segmento de seguros para empresas. Por tanto, "es clave la labor de acompañamiento en la gestión de los clientes que desarrollamos junto a nuestros colaboradores, con los que estamos aplicando la experiencia de la compañía en el ámbito de la fidelización a particulares", puntualiza.

Las primas de flotas suponen un volumen de negocio muy importante para las aseguradoras. "El seguro es un aspecto competitivo más para las compañías de renting a la hora de vender su producto. Y negocian muy duro", resalta Agustín García.