El saneamiento más "intenso" de toda Europa: ¿servirá?
Ya se han despejado las dudas. O gran parte de ellas. El ministro de Economía, Luis de Guindos, presentó ayer gran parte de lo que aprobará hoy el Consejo de Ministros sobre la reforma financiera. Será el proceso de saneamiento, valorado en 50.000 millones de euros, "más intenso de toda la UE", según asegura el Gobierno. El objetivo: que al final del proceso de saneamiento se logre que fluya el crédito y que se abarate considerablemente el precio de las viviendas para que se ajusten a la realidad económica actual del país. Para ello hay que crear entidades sanas y fuertes en las que confíen los mercados. Ahora las entidades deben ajustar sus presupuestos de 2012 para comprobar si pueden o no hacer frente a las nuevas exigencias de provisiones. Las grandes firmas aseguran que pueden cumplir con los nuevos requisitos sin realizar operaciones extraordinarias. Pueden hacerlo incluso en un año, aunque la norma les permita realizarlo en dos, caso de Banco Sabadell, Banco Popular, Kutxabank o Unicaja, grupos que han pasado por recientes fusiones y podrían dilatar el calendario de dotaciones a dos. Incluso Bankia, sobre la que se han cernido en las últimas semanas todas las dudas, afirma que podría realizar estas provisiones adicionales en un año sin tener que recurrir a una fusión. Es muy posible, de hecho, que esta entidad adelante parte de las provisiones que tiene que realizar en el ejercicio 2011, ya que aún no ha presentado sus cuentas anuales.
Bankia cuenta con una posibilidad que no tenía hasta ahora. Puede pujar por una entidad intervenida, como Unnim, aunque haya recibido también ayudas públicas vía crédito a través del FROB. Esta alternativa le permitiría ampliar el calendario a dos años y disfrutar nuevamente ayudas. El decreto que publicará el Gobierno el sábado contiene letra pequeña, pero en este caso beneficiosa para Bankia y otras entidades. Según la norma todas las participaciones preferentes se convertirán en capital, lo que da un balón de oxígeno a la entidad, que debe asumir una media de 6.000 millones de euros en provisiones, además de tener que reforzar su solvencia para cumplir con la norma europea. Economía ha querido apretar, pero no ahogar a una entidad sistémica.
Una solución que no disgustaba al ejecutivo para alejar cualquier sospecha sobre Bankia -es el grupo financiero con más ladrillo en su balance de España- es propiciar una fusión con La Caixa. Pero los números iniciales parece que alejan ahora esta posibilidad, o por lo menos por ahora, explican algunos expertos. Dado el exceso de red y la duplicidad de oficinas entre ambas entidades el ajuste implicaría el cierre de al menos 3.000 a 4.000 oficinas y, por lo tanto, una reducción de entre 15.000 a 19.500 empleados, lo que supondría el mayor ERE de la historia en España. Pese a esta razón de peso la operación entre La Caixa y Bankia no se ha olvidado.
BMN, mientras, podría ampliar el calendario de provisiones o pedir nuevas ayudas si consigue adjudicarse Banco de Valencia, o se fusiona. Unicaja no necesita compañero de baile, ya que si lo necesita, que parece que no, contaría con dos años para provisionar al no haber finalizado aún su fusión con Caja España Duero. Banca Cívica es una víctima que debe concretar en las próximas semanas su boda, lo mismo que Liberbank. La situación de Ibercaja es diferente, pero también pasará por el altar.
La firma de análisis Kepler considera que una de las grandes perdedoras de esta noma es La Caixa. Cree que con sus resultados en 2012 serían cero a no ser que venda alguna de sus joyas como el 5,5% de Telefónica o el 12% Repsol. Otra posibilidad es una fusión.
