La Generalitat se enfrenta al ministro defendiendo la tasa turística

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, no se mostró ayer favorable a la iniciativa de comunidades como Cataluña, que han optado por imponer una tasa turística, que varía entre uno y tres euros por pernoctación, para tratar de elevar los ingresos. Soria se mostró respetuoso respecto a las decisiones tomadas por cada autonomía en su marco competencial, aunque tildó de contradictoria la medida. "Gravar la actividad turística no es congruente con impulsar la llegada de viajeros", resaltó el titular de Industria.

A estas declaraciones respondió el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, defendiendo la tasa para hacer frente a la situación económica. Homs es consciente de las críticas que ha levantado aunque ha dejado claro que "no la quieren imponer".

El portavoz catalán insinuó que podrían introducirse matices como lo avanzado el pasado lunes por el presidente de Turismo de Barcelona, Joan Gaspart, que sugirió que quedaran excluidos del impuesto los campings y las casas rurales.

Pese a mostrarse dispuesto a negociar más con el sector y con la oposición, Homs defendió la necesidad de aplicar este tipo de medidas para dar oxígeno a las arcas de la Generalitat, y añadió que todos los Gobiernos de Europa están implementando este tipo de medidas.

Homs también alertó de la voluntad "homogeneizadora" del Gobierno de Mariano Rajoy en respuesta a las declaraciones de Soria. El ministro es claramente partidario de una "homogeneización de los marcos normativos" que rigen el turismo, entendiendo que "cuantas menos leyes y más claras, mejor. El exceso de leyes paraliza los proyectos de inversión", dijo Soria. "El ánimo homogeneizador de este Gobierno y los anteriores es una constante", afirmó.