Travesía científica por el Ártico a bordo de un velero 'limpio'
El proyecto Desafío Hipatia prepara la botadura de un velero de última tecnología renovable
Tú ves cosas que existen y te preguntas por qué, yo veo cosas que no existen y me pregunto por qué no". Fue parafraseando a George Bernard Shaw como la científica Loreto Daza, a caballo entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), presentó el prototipo de pila de combustible a base de hidrógeno para almacenar energía renovable del que será el primer velero 100% limpio. Daza se ha sumado a la iniciativa Desafío Hipatia, auspiciada por varios organismos científicos, un proyecto pionero que quiere demostrar la viabilidad de botar un velero para la investigación que se nutra exclusivamente de energías renovables.
A la iniciativa se han sumado científicos que trabajan en los sectores más punteros. Es el caso de Daza, quien puso en marcha la tecnología de pilas de combustible en 1985, "cuando casi nadie se dedicaba a esto", explicó esta semana durante la presentación del proyecto en Madrid.
"La gente se pregunta si esto de las pilas de combustible es una entelequia; llevamos años hablando de ellas y no terminan de arrancar, pero son una realidad desde 1839, cuando se inventaron, y su ventaja es que generan energía allí donde se necesita, sin centros de transformación", añadió. Ahora se está probando su viabilidad para almacenar energía a bordo del Hipatia, que partirá de aguas valencianas rumbo al Ártico.
La construcción del velero arrancará en febrero de 2012 y la organización tiene previsto empezar las pruebas en octubre de ese año. "La construcción del barco se levantará a la vista de todo el mundo, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia", manifiestan desde la organización. El velero de 40 metros de eslora y dos palos gemelos se levantará como si se tratara de un mecano, con un sistema inventado por el impulsor del proyecto y presidente de la asociación Desafío Hipatia, José María Amo. "Los módulos se cortan con agua a presión y se ensamblan con simples tornillos", explica Amo en un tono entusiasta.
La expedición científica partirá durante dos años, en el sentido de los meridianos, para añadir aún más aventura a la iniciativa que empezó a gestarse en el año 2005.
La propulsión del barco se realizará a base un sistema de velas montadas sobre los dos mástiles gemelos de 30 metros y un sistema de cometas que se elevarán entre 200 y 1.000 metros de altura. A bordo se albergarán dos aerogeneradores para producir energía eólica y un sistema de células solares flexibles se adherirá a las velas para producir hasta cinco kilovatios de electricidad.
El calor residual de las esferas solares térmicas se aprovechará para producir agua de diferentes calidades, en función de las necesidades. El agua pura se empleará para alimentar la pila de hidrógeno y también se generará agua potable.
En este barco de experimentos también se da espacio al bioetanol. Se instalarán cuatro generadores a bordo partiendo de los motores flexifuel de Ford que se fabrican en la planta de Almussafes de Valencia. Estos motores aprovechan el calor que desprenden los sistemas de refrigeración y el que generan los gases de escape.
Con la venia del Tratado Antártico
A mediados de septiembre de 2013, el Hipatia pondrá rumbo desde Valencia hacia las islas Canarias coincidiendo con el 25 aniversario de la admisión de España como miembro consultivo del Tratado Antártico, que marca las reglas internacionales de gestión de la Antártida.Desde allí, este velero de 40 metros de eslora cruzará el océano Atlántico en busca de la ciudad argentina de Ushuaia, de donde partirá hacia el estrecho de Bering cuando sea el verano boreal. Una vez en el Ártico, el Hipatia quedará apresado por el hielo del invierno, donde funcionará como una estación científica hasta el verano siguiente.