El arte democrático cumple 35 años

Una edición más no es poca celebración". Con estas palabras resume Ana Larrañaga, la directora de la Feria de Arte y Antigüedades (Feriarte), la emoción que representa gestionar una exposición que lleva en cartel nada menos que 35 años. Durante este periodo los directores de la muestra se han marcado como objetivo destacar la labor de los anticuarios y difundir el producto que comercializan.

En la presente edición de la feria expondrán sus colecciones 124 anticuarios y galeristas, lo que supone una cifra similar a la que participó el año anterior. Sin embargo, la sombra de la crisis también se prolongará por los estands. "Las dificultades económicas afectan a todos los sectores", declara la directora. "Si bien los niveles de calidad se han mantenido respecto a las ediciones anteriores y también el número de empresas expositoras, los intercambios comerciales sí que parecen resentirse".

Para conmemorar el aniversario de Feriarte, que tiene lugar en el recinto ferial de Ifema y estará abierta desde el 19 de noviembre hasta el próximo 27, los organizadores han invitado a alrededor de 2.500 personas a su fiesta de inauguración, celebrada ayer en el espacio destinado a la muestra.

El evento fue amenizado por un maridaje muy especial entre artes decorativas y un espectáculo de flamenco, "la fusión de dos artes", en palabras de Larrañaga, quien subrayó que se trató de la unión de un arte tangible con un bien intangible, tal y como determinó recientemente la Unesco.

Con el objetivo de reflexionar sobre el papel jugado por Feriarte en estos años, los participantes también están convocados a tomar parte en dos jornadas de debate que tendrán lugar los días 23 y 24 de noviembre. El objetivo de las conferencias será reflexionar sobre el estado del mercado del arte y el futuro de la feria. A estas jornadas está previsto que asistan críticos de arte, coleccionistas, artistas y expositores.

Entre las novedades para este año destaca también la propuesta de los organizadores de la feria a los expositores de que seleccionen entre toda su obra su pieza favorita. El objetivo de esta iniciativa es doble: por un lado, pretende trazar un itinerario que conduzca a los visitantes a lo largo de toda la feria conociendo las mejores obras, y por otro, quiere identificar lo mejor de la muestra para el público experto, pero también acercar el mundo de las antigüedades al público en general desde la perspectiva de los expositores. "Las piezas llevarán una etiqueta identificativa y la selección se hará en función de diferentes variables, como exclusividad, belleza, espectacularidad, etcétera", indica Larrañaga.

Feriarte cuenta este año con alrededor de 15.000 piezas en exposición. Entre ellas se contabilizan pinturas, muebles, antigüedades clásicas, esculturas, relojes, porcelanas, plata, objetos de cristalerías, piezas artísticas asiáticas, joyas, tapices y otros artículos de colección. Entre los expositores presentes en la muestra destacan los nombres de Vendôme, Joyería Chico, Sala Nonell, Miguel Cebrián Antigüedades, Ulysse Art Déco, Theotokopoulos, Alcora Antigüedades y Antigüedades Marco Polo.

Lejos de ser casual, la elección de las piezas es el resultado de un doble filtro, tal y como subraya la directora de la feria. En primer lugar, los expositores evalúan las obras que van a llevar a Feriarte a partir de un paquete de requisitos establecidos por la organización de la muestra. Posteriormente, un comité de expertos, constituido por 50 especialistas de diferentes ámbitos (pintura, escultura, mobiliario...) estudia una a una las obras que forman parte de la exposición para calificar su idoneidad. En principio, rige la regla de los cien años, es decir, para que un objeto sea considerado una antigüedad debe superar esta edad. Sin embargo, existen excepciones, explica Larrañaga. Por ejemplo, los objetos que pertenecen a las corrientes art nouveau y art déco no tienen más de cien años, pero su calidad es indiscutible y por ello forman parte de las colecciones expuestas en Feriarte. Sucede algo semejante con las obras de artistas vivos de renombre, como Antonio López, que estará representado en la feria. Su obra pictórica es tan relevante que, más allá de confirmar la autoría, su presencia está más que justificada.

Cabe resaltar dentro de las obras que pueden verse estos días en Ifema la selección de pintura antigua flamenca y española, con obras expuestas por las galerías Theotokopoulos, Bernat, Xarrie Anticuario y Soraya Cartategui. Entre los autores destacan Josse Lieferinxe, Jan Brueghel II, Pieter Claesz, Peter van Avont, Frans Francken II o José Antolinez.

Dentro de las joyas, siempre merece la pena visitar los estands de Vendôme, especializado en art nouveau, y de Joyería Chico. En el apartado de decoración y de mobiliario, sobresalen las sillas venecianas del siglo XVIII expuestas por Miguel Cebrián, así como los muebles de origen inglés y del siglo XIX que lleva a Feriarte la Sala Nonell. La galería Dos Coronas & Paul Ziarsolo expone el sillón Mae West Lips, fabricado a partir de la recreación de los labios de la actriz estadounidense ideada por Salvador Dalí. De esta pieza solo existen seis ejemplares.

En materia de organización, destaca entre las novedades de este año la creación de un nuevo espacio dedicado al sector del vino. Varios especialistas asesorarán al visitante sobre qué vinos son adecuados para la guarda y para construir una bodega en su propio hogar.

Desde el punto de vista estético, Feriarte sufrió una completa renovación en la edición del año pasado, que se ha mantenido en la presente. Los estands se organizan en torno a una plaza central, de la que parten varios pasillos. Su apariencia coincide con la ambientación utilizada en las galerías de arte, con predominio de los tonos blancos y con elegantes juegos de luces en todos los espacios.