Telefónica España vuelve a cambiar su estructura para acercarse al cliente
Telefónica España va a dividir su estructura en cinco direcciones territoriales, Centro, Cataluña, Este, Sur y Norte, que recibirán apoyo de una dirección de desarrollo de negocio global. La empresa da un giro a su estrategia dado que estas direcciones tendrán funciones ejecutivas sobre el negocio. En septiembre había creado una dirección de coordinación territorial que ahora desaparece.
Telefónica va a cambiar su estructura territorial en España. La operadora, que ayer celebró su junta de accionistas, anunció una amplia reorganización que va a pasar por su división en cinco grandes direcciones territoriales, Centro, Cataluña, Este, Sur y Norte, que recibirán apoyo de una dirección de desarrollo de negocio global. Y serán como cinco Telefónicas España distintas porque cada una tendrá responsabilidad plena sobre el negocio en sus respectivas zonas.
El presidente de Telefónica España, Guillermo Ansaldo, explicó en un comunicado que "todas las direcciones territoriales tendrán responsabilidad sobre la cuenta de resultados y gestión comercial y de ventas, además de mantener la representación institucional de la compañía en sus áreas de influencia".
A su vez, la citada dirección de desarrollo de negocio global será la única unidad comercial que operará a nivel central y su máximo responsable será Javier Aguilera, quien reportará directamente a Ansaldo. Esta división "dará soporte y apoyo a las direcciones territoriales, se encargará de los clientes multinacionales, gestionará el desarrollo de nuevos productos y servicios y de las campañas nacionales de marketing, además de aglutinar los presupuestos de cada área y las nuevas iniciativas comerciales". De Aguilera dependerán cuatro direcciones; Gran Público (Emilio Gayo), Empresas (Salvador Anglada), Operaciones y Red (Enrique Blanco) y Desarrollo de Servicios y Sistemas (Cristina Álvarez).
La empresa quiere hacer frente en sus territorios a Telecable, R y Euskaltel
A su vez, las citadas direcciones territoriales quedarán a cargo de Adrián García Nevado (Centro), Kim Faura (Cataluña), Javier Castro (Este), José Rocillo (Sur) y Javier Zorrilla (Norte).
La implantación de esta estructura viene apenas unos meses después de los anteriores cambios establecidos por Telefónica España en su organización. En septiembre, la operadora había situado a García Nevado al frente del área de Negocios, a Faura en Relaciones Corporativas y a Rocillo en Coordinación Territorial. No han durado mucho estos cambios. Fuentes oficiales de Telefónica explican que, en la reorganización de septiembre, ese área de Coordinación Territorial tenía un carácter más institucional que ejecutivo.
Feroz competencia
Otras fuentes indican que la anterior estructura implantada por Telefónica España era mucho más ineficaz a la hora de llevar a cabo la gestión y hacer frente a la competencia, cada vez más dura en todos los negocios. De hecho, el movimiento puesto en marcha está destinado a buscar la proximidad al cliente y mejorar tanto la atención comercial como la calidad de los servicios.
De esta manera, la operadora quiere estar en disposición de hacer ofertas más ajustadas para cada zona y así hacer frente a la presión que ejercen grupos locales como R en Galicia, Telecable en Asturias y Euskaltel en el País Vasco, entre otras.
La capacidad de hacer ofertas adaptadas podría ser decisiva para la compañía que está sufriendo en sus cuentas la dura guerra de tarifas que se vive tanto en el negocio de telefonía fija como de móviles. Esta competencia está provocando la pérdida de clientes, quienes buscan los precios más bajos. Una tendencia que se está extendiendo al calor de la crisis económica. En estas circunstancias, Telefónica registró en el primer trimestre de 2011 unos ingresos de 4.372 millones de euros, cifra que supone una caída del 5,6% con respecto al mismo periodo de 2010.
Alierta: "Sin los ERE de los 90, Telefónica estaría hoy quebrada" 6.755
César Alierta, presidente de Telefónica, aseguró ayer en la junta de accionistas de la operadora que sin las reestructuraciones de plantilla que el grupo hizo en los años 90, la operadora estaría hoy quebrada. Ante las cuestiones y críticas planteadas durante el turno de preguntas por los representantes de sindicatos como CGT y AST por la intención de la empresa de reducir la plantilla en España en cerca de 6.000 empleos además de por los planes de retribución al equipo directivo, Alierta explicó que el ADN de Telefónica es anticiparse siempre a los cambios del sector. El directivo señaló que la compañía tiene en España 34.000 empleados que es el doble que el conjunto de "nuestros rivales en los negocios de telefonía fija y móvil".Alierta, que recordó que en 2010 se redujo la plantilla en Alemania en un 10%, dejó claro que los ajustes estarán bajo las premisas de voluntariedad, universalidad y no discriminación. Y afirmó que la compañía buscará el acuerdo con los sindicatos mayoritarios.También recordó que Telefónica redujo sus ingresos en España un 5,6% en el primer trimestre, si bien comentó que espera que esa tendencia negativa cambien. El directivo recordó la fuerte presión en los precios que vive el sector, y añadió que la calidad de los servicios será fundamental para el futuro.Al mismo tiempo, Alierta defendió el plan de incentivos de 450 millones de euros para un grupo de 1.900 directivos aprobado por la junta, asegurando que está destinado a mantener el talento y evitar que se vayan a la competencia. "Competimos en 26 mercados y tenemos que tener motivados a nuestros profesionales", afirmó Alierta, quien recordó que solo el 10% de los ejecutivos incluidos en este plan están en España.
Defensa del negocio en Brasil
El presidente de Telefónica volvió a tener palabras para Brasil, un mercado clave para la empresa, que en 2010 aportó el 18% de los ingresos. "Estamos orgullosos, fuimos a Brasil cuando nadie quería ir", dijo Alierta, quien citó unas palabras del expresidente brasileño Lula da Silva, quien afirmó que Telefónica había comprado en el país sudamericano un billete de lotería con premio.Alierta señaló que la sociedad resultado de la fusión de Vivo y Telesp será la décimo cuarta operadora del mundo, aunque advirtió que el objetivo es que la nueva compañía, propiedad de Telefónica, entre en el top 10 de las grandes operadoras mundialesDe igual forma, Alierta tuvo palabras para sus competidores globales, y recordó que, en el primer trimestre de 2011, Telefónica elevó sus ingresos reportados en un 10,8% frente a un 2,6% de la media del conjunto de sus rivales.
La cifra
6.755 millones dedicó Telefónica a retribuir al accionista en 2010, cifra que supone el 9% de su capitalización. La rentabilidad por dividendo fue del 8,2%.