Un escáner corporal español para las tropas de la OTAN en Afganistán

Largo alcance en la detección de amenazas. Es lo que buscaba la OTAN para sus controles de seguridad. Y lo ha encontrado en una joven empresa española, Alfa Imaging, artífice de una tecnología de exploración, que se presenta como alternativa tanto a los tradicionales detectores de metales como de los escáneres corporales que se han empezado a implantar con controversia.

Las demostraciones tuvieron lugar el pasado octubre en Bruselas, y ahora la alianza quiere probar sus dispositivos en Afganistán. En España, Metro de Madrid y Valencia también están interesados. A ellos puede sumarse AENA, si finalmente desecha el polémico escáner que "desnuda" a los pasajeros.

Primero fueron los clásicos detectores de metales, para los que se buscó una alternativa debido a su baja capacidad de rastreo. La conclusión de Carlos Callejero, director de Alfa ImagingAlfa Imaging, es que "estamos muy desprotegidos". En realidad, un detector de metales es incapaz de reconocer, por ejemplo, explosivos o pistolas de cerámica.

Frente a ellos, se empezaron a comercializar sistemas de barrido basados en los rayos X de baja energía o las ondas milimétricas activas. Ambos obtienen una imagen nítida del cuerpo de la persona y de los objetos sospechosos que pueda ocultar tras su ropa. El aeropuerto de Schiphol, en Holanda, fue en 2007 el primero en instalarlos. Con el atentado fallido de Detroit, en diciembre, su uso se masificó en EE UU, que a principios de este año ya tenía 190 aparatos.

Sin embargo, los escáneres que se han comercializado han sido objeto de polémica, debido a la vulneración de la intimidad y a las reticencias hacia sus posibles efectos dañinos. "Ni siquiera permitiría que un bebé o una embarazada estuvieran cerca de un transmisor de wifi", expresa el directivo de Alfa Imaging.

En Europa, Francia, Reino Unido e Italia se han animado a probar estos escáneres, a la espera de un pronunciamiento sobre su implantación definitiva. La Comisión Europea manifestó el mes pasado una valoración positiva, aunque tiene pendiente clarificar sus impactos sobre la salud. Su introducción dependería en todo caso de cada país.

Frente a esos inconvenientes, el equipo que ha presentado Alfa Imaging se centra en las ondas milimétricas pasivas, prescindiendo de las receladas fuentes de radiación. Con este método, similar a los infrarrojos, se detecta la energía emitida por el cuerpo y se obtiene una imagen de los contornos sin detalles anatómicos.

Para facilitar la labor de los operadores de seguridad, la información recogida se traslada a una vista completa tomada por una cámara normal. Las posibles amenazas se muestran con un recuadro en rojo, gracias a los algoritmos programados en un software. Además, se trabaja en mejorar la calidad de la captación milimétrica. El alcance de la cámara es variable, desde los 15-20 metros que despiertan el interés militar, a 2-3 metros, reduciendo así su tamaño. "Estamos dispuestos a adaptarnos a los clientes", dice Callejero.