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Finanzas

El mapa de cajas se reduce a cinco entidades tras cuatro fusiones

Las ayudas públicas aceleran en sólo 10 meses una reordenación pendiente en los últimos 20 años

El proceso de integración de cajas que empezó hace un año ha impactado de lleno en las 10 entidades existentes en Cataluña. De la incredulidad inicial se pasó casi de inmediato a las filtraciones interesadas y a la presión directa del departamento de Economía de la Generalitat catalana.

El balance de las integraciones aprobadas ofrece todo el abanico de posibilidades, desde dos fusiones a dos integraciones frías (SIP), pasando por una pura absorción. De las 10 cajas existentes hace apenas unas semanas se ha pasado a la mitad. La mayor operación se ha producido con la fusión entre Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, una integración diseñada para que incluyera las tres entidades de titularidad pública con Caixa Girona. Sin embargo, esta última, en una primera reacción de protagonismo, se decantó por la segunda integración, liderada por las cajas comarcales de Sabadell y Terrassa, a las que se añadió Manlleu. Caixa Girona se adhirió a la iniciativa que ha escogido la denominación comercial de Unnim. Al final, el consejo de administración de la caja gerundense del 9 de marzo decidió por amplía mayoría descartar la fusión y seguir en solitario. Tras una reducción de la calificación de la deuda y de la opinión contraria de la Generalitat, apareció por primera vez en el proceso La Caixa, que a la postre ha absorbido a la entidad gerundense y su obra social.

Caixa Girona desaparecerá dentro de seis meses. Al tratarse de una absorción, ninguna de las entidades fundadoras contará con representación en los órganos de gobierno de La Caixa. Al final, se ha demostrado que donde encajaba mejor Caixa Girona era en el primer proyecto con Catalunya y Tarragona, porque incluso añadiendo Caixa Manresa, estas tres cuentan con sólo ocho oficinas en las comarcas gerundenses, lo que refleja la escasa duplicidad de sucursales que hubiera existido. La integración que lidera Caixa Catalunya será la cuarta a nivel estatal, con unos activos consolidados de 81.020 millones de euros, créditos a clientes de 62.088 millones, y unos recursos de clientes gestionados de 70.009 millones.

La red de oficinas constará de 1.215 sucursales y 8.000 empleados. Por su parte, Unnim nace con unos activos de 30.000 millones, unos depósitos de 27.000 millones y una inversión crediticia de casi 21.000 millones. A finales de mayo quedaban dos entidades más, Penedès y Laietana, que habían negociado una integración. Curiosamente, la decisión de ambas ha sido incluirse en sendas fusiones frías (SIP). La primera ha acordado unirse a Caja Granada, Cajamurcia y Sa Nostra, mientras que Laietana ha acabado en la órbita de Caja Madrid, con una integración virtual con Bancaja, Caja Insular de Canarias, Caja Ávila, Caja Segovia y Caja Rioja.

La cifra

1.830 es el número de empleados que reducirán las dos fusiones de Caixa Catalunya y Unnim, que cerrarán hasta 545 oficinas.

Deutsche Bank se va a Madrid

El consejero de Economía, Antoni Castells, llegó a utilizar el dicho popular de "en este lavado de ropa no perderemos ninguna sábana" para ilustrar su voluntad de mantener todas las sedes sociales entre tanta fusión. La foto del sector financiero catalán actual demuestra que el deseo de Castells se ha producido a medias, teniendo en cuenta que se ha escapado la sede de Deutsche Bank a Madrid, después de más de un siglo de presencia en la Ciudad Condal.La filial española del banco alemán aprobó en la última junta de junio que trasladaba sus despachos a Madrid, sencillamente porque ahí había concentrado su operativa "efectiva". Con esta pérdida, y descontando Sabadell, en el capítulo de bancos ya sólo queda Bankpime, que también ha trasladado su cuartel general, pero dentro de la misma Barcelona.

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