Defensa cuestiona la eficacia inversora en EADS y Santa Bárbara

El secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, se mostró ayer crítico con los réditos que ha obtenido España de sus inversiones en EADS y Santa Bárbara. A su juicio, la integración de CASA en el consorcio aeroespacial europeo y la privatización de Santa Bárbara y su venta a la estadounidense General Dynamics "están lejos de aportar a España los beneficios que deberían", sobre todo cuando el país ha inyectado unos recursos "ingentes" en ambos casos.

Méndez reconoció que estos proyectos empresariales han contribuido a triplicar la facturación de la industria de Defensa en España y a duplicar la creación de empleo directo, pero advirtió que no se ha producido la transferencia de tecnología clave que permitiría al sector nacional mejorar sus capacidades. "No creo que ahora seamos más eficientes, ni más competitivos ni que se hayan ensanchado los mercados", apostilló.

En cualquier caso, avanzó que el Plan Industrial 2020 que prepara el Ministerio de Industria será "la gran oportunidad de futuro" para revisar las estrategias del sector, en el que señaló a Navantia como "un elemento sobre el que redefinir" este futuro.

Porque Méndez hizo estas declaraciones en unas jornadas organizadas por el grupo público de astilleros para analizar los retos que tiene por delante el sector naval militar español.

Impacto económico

En el acto, el presidente de Navantia, Aurelio Martínez, presentó los resultados de un estudio elaborado por la empresa para demostrar su capacidad para generar riqueza y crear empleo. "Navantia devuelve con creces lo que se invierte en ella. Queremos seguir aportando a la sociedad española algo más de lo que ella nos da", afirmó Martínez.

Según los datos que ofreció, el grupo de construcción naval aporta el 0,14% del PIB nacional y genera empleo equivalente al 0,17% de todo el país. En total, 3.774 puestos de trabajo directos (5.560 personas trabajan en plantilla) e indirectos.

El impacto de Navantia en las zonas donde opera es significativo, con contratos por 154 millones con 87 empresas de la industria auxiliar en la Ría de Ferrol; por 297 millones de euros con 163 empresas en la Bahía de Cádiz; y por 63 millones con 27 empresas auxiliares en Cartagena.

Estos datos, sin embargo, no pudieron ocultar la realidad de las pérdidas acumuladas por Navantia, que el año pasado ascendieron a 78,2 millones. Según Martínez, el 70% de estos resultados se explican por los retrasos y penalizaciones en muchos de los barcos que están en la fase previa a la entrega. Demoras derivadas de unos astilleros que están trabajando por encima de sus capacidades. "Sólo en la Bahía de Cádiz, hay que entregar 12 barcos en 20 meses", apuntó.

Con vistas al futuro, Navantia reforzará su papel de integrador de sistemas; se volcará en la exportación; ampliará acuerdos con socios como Lockheed Martin, Thales o MTU; y buscará el equilibrio financiero.

El secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, avanzó ayer, al término de las jornadas sobre el futuro de Navantia, que el ministerio ha dado luz verde a la compra de 50 vehículos blindados LMV Lince que irán destinados, principalmente, a las misiones desplegadas en Afganistán y Líbano.

Este medio centenar de LMV Lince (un blindado antiminas fabricado por la italiana Iveco) se une a los 135 adquiridos con anterioridad y que, en su gran mayoría, ya han sido recibidos por el Ejército.

Méndez también se refirió al futuro del contrato de los nuevos blindados VBR 8x8, valorado en unos 1.300 millones de euros y que será la principal inversión de Defensa en los próximos años. "El programa sigue estando entre nuestras prioridades, la primera", subrayó, pero reconoció que la firma del contrato se retrasará hasta el año que viene.

Explicó que, una vez que el Ministerio conozca el impacto que tendrá el ajuste económico aprobado por el Gobierno en su presupuesto, se elaborará un nuevo calendario para los 8x8 pero aseguró que los plazos previstos para la entrega de los vehículos no se ampliarán.

Por este motivo, descartó la posibilidad de optar por una solución provisional (alquiler o compra de un vehículo de transición, como el Bushmaster de Thales) para atender las necesidades operativas del Ejército.

El número dos de Defensa advirtió de que la nueva situación económica y presupuestaria obliga a su departamento a ser "muy selectivo" a la hora de determinar las prioridades futuras de compra. "Será difícil mantener una actividad inversora con la misma intensidad que la de los últimos 15 años", concluyó.

de la actividad de Navantia va dirigida a la exportación. En la actualidad, trabaja para seis Marinas extranjeras.

del PIB nacional es la riqueza que generan los astilleros de Navantia.

son los empleos directos e indirectos creados por el grupo público.