Tiana se suma a la millonaria nómina de princesas Disney
Los ingresos por sus productos de consumo multiplican los de taquilla.
En 2000, un ejecutivo de Nike fichado por Disney para relanzar su división de consumo observó que buena parte de las niñas que hacían cola para ver un espectáculo sobre hielo de la empresa iban vestidas de princesas. Ahí nació la idea de comercializar conjuntamente los productos relacionadas con las princesas de las películas del estudio. La franquicia princesas Disney es sin duda la más destacada para niñas menores de 8 años en todo el mundo, y ahora incorpora a un nuevo miembro: Tiana.
El estreno de Tiana y el sapo la próxima semana en España se produce tres meses largos después de que comenzara a triunfar en taquilla en Estados Unidos, donde ha superado los 100 millones de dólares de recaudación. Una cifra modesta en comparación con los logros simultáneos de Avatar, pero que cubren ampliamente el presupuesto y que además sólo supone el arranque de los ingresos que generará. Porque los datos económicos de las princesas Disney son destacados sobre todo en el territorio del consumo. Según Associated Press el pasado mayo, la franquicia esperaba recaudar este año 4.000 millones de dólares (2.900 millones de euros) con las ventas de sus 25.000 productos licenciados, un 50% más que la recaudación de todas sus películas en la historia.
En España, por ejemplo, se comercializan actualmente las siguientes línea de producto: disfraces, ropa para niña, complementos, hogar, peluches, papelería, libros y juguetes. Las ocho princesas oficiales, cuyas aventuras están disponibles en DVD, son Blancanieves, Aurora (La bella durmiente), Cenicienta, Bella (La bella y la bestia), Ariel (La sirenita), Mulan, Pocahontas y Jasmine (Aladdin), con las tres primeras, las originales, encabezando las listas de ventas nacionales. Según fuentes de Walt Disney Company, la reedición de Blancanieves ha sido el tercer DVD más vendido en España las pasadas Navidades, todo un éxito para una dama que cumplió 70 años.
Desde que en 2000 se constituyó el grupo original de princesas, la de Tiana será la primera incorporación. Según distintas fuentes, su perfil corresponde a una necesidad de marketing: a las princesas de piel cerúlea originales se le sumaron una árabe como Jasmine, una india como Pocahontas, una oriental como Mulan... y Tiana es negra.
También es un personaje notablemente más moderno. Es una joven empresaria que lucha por su independencia en el Nueva Orleans de los años veinte, la era del nacimiento del jazz. Todo cuanto rodea al argumento de la película transmite los aires de innovación que ha quiere introducir en el estudio John Lasseter, el creador de Pixar, que ahora ha pasado a dirigir también las producciones propias de Disney.
El rechazo hacia el exceso de color rosa
El modelo de femineidad planteado por las princesas genera desconfianza en muchos consumidores como una propuesta sexista, con mujeres preocupadas por su belleza y rodeadas de objetos de color rosa. La idea se refuerza con algunos de los lanzamientos de Disney bajo la marca, como la tienda Bibbidi Bobbidi presente en varios de los parques temáticos de la empresa: un lugar donde las niñas a partir de tres años pueden convertirse en princesas con un completo vestuario que incluye maquillaje o manicura, por un precio de hasta 200 euros.El responsable de productos de consumo de Disney que lanzó la línea Princesas, Andy Mooney, afirmó en The New York Times que "simplemente, dimos a las chicas lo que querían, aunque ninguno de los implicados imaginamos cuánto lo deseaban (). Creo que las chicas se imaginarán como princesas, y luego superarán esa fase para convertirse en abogadas, doctoras, madres o lo que corresponda".La idea de que el gusto por estos referentes es innato está totalmente en desuso. Yolanda Redondo, psicóloga del Centro CCPP Mirasierra, afirma que sólo atrae como mímesis del entorno de las pequeñas: "Los fabricantes de princesas probablemente observen a su alrededor e intenten copiar el modelo políticamente correcto del momento. Los niños/as ven el producto y se identificarán con él según coincida más o menos con el modelo de mamá que tengan en su casa. Si no coincide, puede que el modelo de las princesas sea ignorado, o rechazado".