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Resumen 2009. Los países en desarrollo

Los emergentes sortean la crisis con solidez

Las economías en desarrollo tiran del precio de las materias primas y atraen el dinero de los inversores en Bolsa, con China y Brasil como los países más destacados

Una de las sorpresas del año ha sido la estabilidad del crecimiento de los mercados emergentes, como China y Brasil, que han encabezado el rally bursátil a medida que diminuía la aversión al riesgo y aumentaba la liquidez, debido a la política heterodoxa de los bancos centrales.

El índice de mercados emergentes MSCI ha ganado en 2009 un 73%, gracias a la escalada producida entre marzo y octubre, estancándose en el último trimestre. Las salidas a Bolsa en Asia y Sudamérica supusieron el 72% del capital hasta noviembre, en un contexto mundial de caída del 40%. Sólo Brasil, China, Rusia e India acogieron el 56% del volumen ofertado. Seis de las diez principales operaciones se realizaron en los mercados emergentes.

"æpermil;ramos conscientes de que hasta 2008 crecerían más que los países desarrollados. Pero la sorpresa ha sido en 2009, pues han tenido estabilidad en medio de la crisis", reconoce Marian Fernández, responsable de Estrategia de Inversis Banco. "Tanto la renta fija como la variable de mercados emergentes han tenido un comportamiento positivo merecido. Creíamos que les iba a arrastrar la crisis."

La Bolsa brasileña ha ganado un 82% con un crecimiento gradual durante todo el año, y la de china un 96%, manteniendo el nivel alcanzado en el primer semestre y superando las sospechas de burbuja que se plantearon a principios del segundo. A diferencia de crisis económicas anteriores, en esta ocasión tienen una posición más sólida, basada en crecimiento económico real y beneficios empresariales.

En el caso de China, explica Alan Thompson, economista de la gestora Scottish Widows Investment Partnership, al tratarse de una economía planificada ha conseguido el crecimiento mediante la inversión pública y una política fiscal activa para estimular la demanda interna.

Thompson destaca que las economías en desarrollo han sido "comparativamente resistentes, pese a la aguda recesión de la mayoría de economías desarrolladas. Eso refleja una serie de mejoras estructurales, como cuentas corrientes más fuertes, mayores reservas de divisas, y economías más flexibles".

La fortaleza de estos mercados es tal que han superado el obstáculo de un dólar muy débil, aunque en algún caso incluso les ha venido bien. "China se benefició de una moneda más débil gracias a su tipo de cambio fijo con el dólar", explica Thomson, "mientras que otras economías han sufrido puesto que sus monedas se apreciaban y sus exportaciones se volvían más caras".

Es el caso de Brasil, cuyo presidente Lula da Silva ha fomentado el consumo con incentivos fiscales a las empresas y bajando los tipos de interés para que aumentara el crédito. El carry trade -financiarse en dólares para invertir en divisas con tipos más elevados- hizo que en octubre Brasil batiera el récord de entrada de capitales; el real se había revalorizado un 36% en lo que iba de año. Para protegerse de una burbuja monetaria, comparable al caso islandés, el Gobierno decidió aplicar un impuesto del 2% sobre las compras extranjeras de acciones y activos de renta fija. De ese modo intenta mantener sus reservas de divisas extranjeras. Desde entonces el cambio con el dólar se ha mantenido estable, en torno a las 1,75 unidades.

China, el resto de Asia y Brasil han crecido sustituyendo la demanda exterior por la interior, pero a Europa del Este, muy dependiente de las exportaciones a la eurozona, le ha ido bastante peor.

Refugiarse en el oro

El crecimiento de las economías en desarrollo ha apoyado la subida del precio de las materias primas, especialmente las industriales y las agrícolas. Como indicativo de la demanda de commodities se puede recurrir al Baltic Dry Index, índice de precios de los fletes marítimos de cargas secas, que ha subido un 289% en el año, con una gran volatilidad. En el crecimiento de los metales preciosos, en cambio, han intervenido otros factores. La demanda de joyas de oro ha sido débil en 2009 pero está mostrando signos de recuperación. Evy Hambro, gestor del equipo de recursos naturales de BlackRock, explica que puede atribuirse a que los consumidores han sido conservadores en el gasto dado el ambiente de depresión económica y, justamente, al alto precio del oro. En el futuro los mercados emergentes pueden convertirse en un foco de presión en la demanda de metales preciosos, por el aumento del poder adquisitivo de sus ciudadanos. "India normalmente tiene altos niveles de consumo de joyas de oro", cita como ejemplo.

Mientras tanto, la demanda de metales preciosos crece más por su valor como inversión. El oro se ha revalorizado un 24% en el año, y ya son nueve seguidos subiendo. Alan Thomson explica que la debilidad del dólar "ha influido, pero el oro ha subido también respecto a todas las monedas", como el euro. Otros factores que han presionado al alza los precios, además de su valor como inversión, son "el incremento de la incertidumbre" y "el miedo a una mayor inflación en el mundo desarrollado".

"El oro protege contra el aumento de precios de consumo", explica Marian Fernández. La subida, insiste, se ha debido a razones financieras, no a su uso como materia prima para joyas. "Es una moda", añade. "Ha recordado a la burbuja del petróleo de 2008."

Entre los inversores en oro destacan los bancos centrales europeos, para diversificar su exposición al dólar. Philip Klapwijk, presidente de GFMS, consultora especializada en metales preciosos, señala que los bancos centrales y los gobiernos "van por detrás del mercado, venden cuando está débil, y compran cuando está caro". El motivo es que es la postura menos arriesgada, explica. "Si venden, y sigue al alza, piensan que les van a criticar". Ya le ocurrió a Gordon Brown en 1999, entonces ministro de Hacienda del Reino Unido, que fue muy criticado por vender más de la mitad de las reservas del Banco de Inglaterra.

El petróleo sube en línea con la economía

Si una commodity se ha comportado como se esperaba, se trata del petróleo. El barril de Brent ha subido de los 62 dólares a los que cotizaba a final de 2008 a los 78 dólares (un 28%). "La demanda ha empezado a reaccionar", explica Marian Fernández, responsable de Estrategia de Inversis Banco. "La sorpresa es menor, ha ido en la línea de crecimiento general".Alan Thompson, economista de la gestora Scottish Widows Investment Partnership, reconoce que "nunca se puede estar seguro de por qué ha cambiado el precio del petróleo, pero hay un número de factores que pueden explicarlo". En primer lugar, señala, la demanda global de petróleo no parece haberse frenado tanto como se podía esperar dada la contracción del PIB. Además los países productores han recortado la oferta en busca de un mejor precio. "El suministro de petróleo parece más ajustado a la demanda que en otras épocas", opina Thompson, "reflejando la reducción de gasto en exploración petrolífera causada por los bajos precios de los ochenta y los noventa".En el precio también ha influido el aumento de las reservas de los países de la OCDE, que a finales de octubre tenían para 59,4 días, 2,5 más que un año antes.

'Commodities' al alza

-Los futuros del cobre, uno de los metales más relacionados con la actividad industrial, se han revalorizado en 2009 un 139%.-El plomo ha registrado una subida en el año del 141%.-Entre las materias primas agrícolas destaca la apreciación del cacao, con un 27%, y la del azúcar, con un 93%.

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