_
_
_
_
_
Pequeños gigantes

La revolución española en el ADN

Memorias de ADN artificial con gran capacidad de almacenamiento. La propuesta de Threellop Nanotechnology transformará el mundo de la salud, la seguridad y la defensa.

Un cambio en la forma y el modo de hacer las cosas hoy en día en el mundo. Aunque suene así de radical, esto es lo que puede suponer la aplicación del producto que comercializa la joven empresa tecnológica Threellop Nanotechnology, dedicada a la fabricación y al diseño de circuitos integrados, los llamados chips de silicio.

En concreto, el producto que comercializa es el primer ADN (ácido desoxirribonucleico) artificial de silicio, basado en la tecnología Inchrosil (Inorganic Chromosome based in Silicon). Se trata de un circuito electrónico que emula el comportamiento y la estructura del ADN orgánico, es decir, que con componentes electrónicos se reproduce con toda exactitud la estructura de la doble hélice de este tipo de ácido nucleico, conformando así el primer ADN artificial construido con silicio (circuito integrado o semiconductor) en el mundo.

Las aplicaciones prácticas son propias de la ciencia ficción, ya que al conseguir replicar de forma artificial un organismo vivo, igual que un robot imita al ser humano, esta tecnología permite utilidades como una memoria de información genética, que es lo que se está vendiendo ahora, pero con un 88% de ahorro en comparación a los discos duros y bases de datos actuales, y un almacenamiento de información más completo. En este sentido, su utilidad práctica puede definirse como una especie de computador de ADN y, también, como un sistema de cálculo de altas prestaciones.

Todo ocurrió cuando en 2006 tres hermanos, José Daniel, Silvia y Carlos Llopis (ingeniero informático el primero e ingenieros electrónicos los dos últimos, en la foto de la derecha), quisieron hacer un posgrado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). La institución les pidió un proyecto para poder acceder a sus instalaciones; en concreto, un circuito electrónico que fuera de relevancia para poder fabricarlo en los laboratorios de microelectrónica (MTL) del MIT.

"Nos pusimos en contacto con la subdirectora del MTL, le comentamos por encima nuestro proyecto y nos pidió que viajáramos a Boston. Una semana después de la conversación ya estábamos allí, se enamoró del proyecto y nos sugirió patentarlo y crear una empresa en España para comercializarlo", explica José Daniel Llopis, director científico y tecnológico de la compañía. Así, en 2007 se constituyó Threellop Nanotechnology (Three, que significa tres en inglés, y Llop, por el apellido de los tres hermanos), con sede en Valencia, y el año pasado, una filial en Estados Unidos. "Somos la primera empresa no norteamericana que ha podido acceder al programa para star-up del MIT, hasta ese momento ceñido exclusivamente a empresas norteamericanas", dice orgulloso Llopis.

La razón de la creación de la filial se debe, según el fundador, al hecho de que la empresa española tendría muchos gastos, por cuestión de aranceles, a la hora de importar su propia producción. "Además, era necesario fabricar en Estados Unidos, ya que en España no existen capacidades productivas como en este país".

En este sentido, Llopis muestra su predilección por el mercado estadounidense frente al español. "No hay color. España es un país de servicios; por ejemplo, aquí se compran las secuencias de ADN en el extranjero, mientras que en EE UU se cuece todo". Asimismo, remarca que "en nuestro país hay muy poco mercado en la biotecnología; por su parte, las empresas que existen son muy docentes y jerarquizadas por las universidades, el gran cáncer de la industria española". Llopis declara que su empresa cuenta con una buena base de clientes en Estados Unidos. "De aquí a unos cuantos años, nuestros productos se comprarán en España y mediante un distribuidor mío, pero no directamente", aventura. El objetivo de la compañía es tener presencia en ambos lados del Atlántico.

Aplicaciones

El producto que comercializa la empresa de los hermanos Llopis, las memorias de ADN, dispone de diversas aplicaciones. De hecho, su utilización habla de un futuro que ya está aquí. Así, los dispositivos permiten identificar a una persona por su huella genética (sistema biométrico con ADN); pueden servir para terapias genéticas o suponen la configuración de grandes barcos de información genética (conectados a las secuenciadoras de ADN o por separado).

También, este producto puede servir como sistema de trazabilidad de animales. Por último, puede usarse como identificador en servicios militares, "sobre todo como herramienta para la detección en caso de guerras bacteriológicas, ya que tenemos el ADN en formato electrónico de un militar y podemos saber, tras el combate, qué agente bacteriológico se ha utilizado", añade.

A su juicio, el circuito que ha creado tiene una gran proyección futura, "ya que sólo de la patente estamos comercializando la memoria. Existe una amplia gama de productos y desarrollos". En este sentido, considera que este producto supone mucha responsabilidad por las altas implicaciones que tiene para el desarrollo de la sociedad. "De momento, es difícil, porque ahora no sólo estamos trabajando para hacer un hueco a un nuevo producto, sino que, igualmente, abrimos un nuevo mercado. Es lo mismo que pasó hace unos treinta años con los sistemas operativos o el ratón del ordenador, que no tenían mercado, pero hoy en día mueven billones de euros", subraya Llopis.

Los dueños de la empresa, que cuenta con la ayuda del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) a través del programa Neotec, precisamente para el proyecto sobre sistemas de almacenamiento electrónico de información genética, se han propuesto otra serie de trabajos investigadores con el objetivo de apuntalar a Threellop Nanotechnology como líder en su campo.

Entre ellos destaca un sistema de identificación civil o sistema biométrico con el ADN. La funcionalidad más clara en este punto es que "gracias a nuestro dispositivo, las personas podrán tener su ADN en formato electrónico", avanza Llopis. Al mismo tiempo, la compañía está trabajando sobre un proyecto en el área médica. "Se trata de estudios genéticos de los pacientes; de esta forma, los dispositivos permitirán al médico comparar y estudiar las enfermedades futuras o actuales del mismo, por ejemplo, en el estudio del ADN de tejidos cancerígenos o enfermedades degenerativas, etcétera".

Clientes

El espectro de clientes que conforman la base comercial de la empresa, a pesar de su corta experiencia, es muy amplio. En estos momentos está vendiendo sistemas de almacenamiento genético masivo a Gobiernos, en concreto, para proyectos de identificación civil o militar; hospitales; laboratorios de genética; institutos de investigación de excelencia; productos de delicatessen, y ministerios de Defensa.

Datos básicos

Facturación. Para este año, la cifra de facturación prevista de Threellop Nanotechnology alcanza el millón de euros, fundamentalmente a causa del capítulo exportador. Para el ejercicio 2010 la pretensión es llegar a los tres millones y para 2011 o 2012 se espera que las ventas de la compañía estén en torno a los 10 millones de euros.Objetivos. La empresa se plantea como objetivo a corto plazo el conseguir un crecimiento ordenado, mientras que a medio plazo la pretensión inicial es expandir y consolidar el mercado al que se dirige. En cambio, a largo plazo las miras son mucho más ambiciosas. De esta forma, José Daniel Llopis muestra su deseo de que "la empresa se convierta en una multinacional con presencia en varios países".Asociaciones. A pesar de su corta andadura, la compañía es ya miembro de asociaciones como Gecobio (una iniciativa promovida por el Ayuntamiento de Valencia y la Consejería de Sanidad de la Generalitat Valenciana); Nano-Spain (Red Española de Nanotecnología) o del Microsystems Technology Laboratories (MTL) del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_