Obama, listo para escuchar a líderes de Sudamérica

El primer encuentro de Obama con los líderes de la región despertó expectativas, luego de que el mandatario estadounidense ofreciera reiniciar la relación con la isla de gobierno comunista y dejar atrás un período de frías relaciones entre la primera economía global y sus vecinos del sur.

Con la presión creciente de países latinoamericanos por reincorporar incondicionalmente a Cuba en los grupos regionales y para que Washington levante el embargo comercial que le aplica desde hace 47 años, Obama también abordará con los líderes los efectos de la crisis económica.

"Tengo mucho que aprender y estoy esperando escuchar con muchas ganas y descifrar cómo podemos trabajar juntos en forma más eficaz", dijo el presidente estadounidense a periodistas antes de ingresar a la reunión.

En su primera intervención en la Quinta Cumbre de las Américas que se realiza en Puerto España, Obama saludó cordialmente a dos de los líderes regionales representantes de la izquierda más radical en el hemisferio: los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales.

Chávez, quien al estrechar la mano de su par estadounidense le dijo que quería ser su amigo, le regaló en la mañana el libro "Las Venas Abiertas de América Latina", un texto clásico de la izquierda latinoamericana escrito por el autor uruguayo Eduardo Galeano.

Obama lo recibió con una sonrisa

Durante su presentación en la noche del viernes, Obama dijo que era importante reconocer los errores del pasado, pero pidió no culpar a su país por los problemas del hemisferio.

Además de las nuevas urgencias económicas de una región ya afectada por la pobreza y de la situación cubana, los líderes de los países sudamericanos podrían tratar en la reunión asuntos de seguridad, inmigración, narcotráfico y medio ambiente.

El grupo, llamado Unasur, es presidido por la mandataria de Chile, Michelle Bachelet.

Cuba

La cumbre que comenzó el viernes estuvo precedida de una febril actividad diplomática en torno a Cuba, que fue suspendida por la Organización de Estados Americanos en 1962. El país caribeño es el único ausente en la cumbre.

Antes de llegar a Puerto España, Obama levantó parcialmente el embargo comercial y ofreció reiniciar la relación bilateral a cambio de que La Habana acepte debatir el estado de los derechos humanos en su territorio, la existencia de presos políticos y las restricciones para salir del país.

El presidente cubano, Raúl Castro, dijo esta semana que estaba dispuesto a dialogar a agenda abierta y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, señaló que propondrá a la asamblea de países miembros la eliminación de la resolución que alejó a la isla antillana del foro.