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CincoSentidos

Abogados españoles en las mejores escuelas del mundo

Estudiar derecho en el extranjero proporciona una visión global de los negocios y ayuda a conocer a fondo otras culturas.

Abogados españoles en las mejores escuelas del mundo
Abogados españoles en las mejores escuelas del mundo

Algunos de los mejores abogados del mundo debatiendo con los alumnos cuestiones legales y de otra índole. Esa cercanía, muy poco frecuente en España, y un gran ambiente cultural e intelectual caracterizan a algunas de las mejores universidades del mundo. Georgetown University's Law School (Washington), la University of Chicago Law School, la London School of Economics (LSE) o la Fletcher School of Law and Diplomacy, en Boston, son algunas de las posibilidades a la hora de realizar un posgrado en materia de leyes en el extranjero. Varios abogados españoles cuentan su experiencia con un consenso absoluto respecto a los resultados: inmejorables.

'Es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida profesional', asegura Diego Montalvo, asociado senior del departamento de derecho mercantil de KPMG Abogados, quien entre 2001 y 2002 decidió viajar a Londres para realizar un máster de un año en derecho y finanzas en la LSE. 'Buscaba un cambio. Estaba en una compañía y quería entrar en un despacho internacional, además se trataba de una escuela con mucho prestigio', comenta. Lo mejor de su decisión, según Montalvo, fue la visibilidad global que le aportaron los estudios y la experiencia personal de vivir fuera de España. 'La cantidad de gente que hay de otros países es impresionante, te abre la mente y te quita muchos prejuicios', afirma. Paulino Fajardo, socio director de Davies Arnold Cooper vivió su experiencia internacional en esta misma escuela a través de un curso de especialización en derecho inglés (1985). 'Destaca la orientación práctica y el nivel de profundización que se percibe en esta escuela. Además, la sencillez y la cercanía de los profesores, si la comparas con la de algunos catedráticos españoles, también llama la atención'.

Fajardo aprovechó su relación profesional con el mercado inglés para obtener un título que casi se cuenta con los dedos de las manos en entre los abogados españoles: solicitor del High Court of Justice (England and Wales), no antes de superar los cuatro exámenes que requieren esta posición a lo largo de dos años de trabajo. En cuanto a la necesidad de continuar la formación legal tras la licenciatura, el socio de Davies Arnold Cooper opina que 'normalmente la formación general en abogacía es insuficiente. Además, en España, los estudios se centran mucho en la parte procesal, pero la parte más importante del trabajo de un abogado no es contenciosa. La formación debe ser multidisciplinar, con contabilidad, oratoria, redacción, etc. Harvard fue pionera en esto'.

Formación personalizada

Al cruzar el Atlántico las cosas son aún más distintas. En la formación legal de posgrado americana una de las características más importantes es la posibilidad de realizar, prácticamente, un máster a la carta. Tanto León López Iglesias, abogado de Cuatrecasas, (LLM o máster en asesoría jurídica en Georgetown, Washington en 2004) como Vera Sopeña, abogada en Garrigues (LLM en la Universidad de Chicago en 2005), quedaron fascinados por la cantidad de asignaturas optativas que se podían elegir en sus respectivas universidades.

'Dos personas que realicen el mismo programa en Georgetown pueden hacer cursos muy distintos. Mis asignaturas, en general, eran bastante corrientes, porque me interesaban mucho las operaciones internacionales, pero había hasta un seminario de especialización en los aspectos jurídicos de las películas de Indiana Jones', comenta León López.

Fundada en 1789, Georgetown ha sabido adaptarse a los tiempos y a las necesidades de cada momento. Sus alumnos destacan el método socrático de participación constante como una de sus principales virtudes. 'El sistema de estudio es muy práctico con debates continuos en los que los profesores te ayudan a pensar y a encontrar soluciones a los problemas por ti mismo', señala el abogado de Cuatrecasas.

'Las posibilidades de estudio que hay en una universidad americana no tienen nada que ver con las que hay en España. El acceso a la investigación es mucho mayor; además, tenía más de 300 asignaturas para elegir y tres trimestres en vez de en dos semestres, lo que permitía variar mucho en cada periodo lectivo', comenta Vera Sopeña.

La Universidad de Chicago, unas de las más prestigiosas de Estados Unidos, y de la que han salido 81 Premios Nobel, tiene un plus para los estudiantes de Derecho: es de las pocas que permite a sus estudiantes presentarse al examen del colegio de abogados de Nueva York, al que Sopeña decidió prestarse y el cual aprobó.

Estos dos abogados fueron becados por las fundaciones de dos entidades financieras españolas. Sopeña, señala que el total de sus gastos pudieron ser unos 50 o 60.000 euros, ya que sólo la matrícula fueron 55.000 dólares. Según León López, el máster en Georgetown costaba en 2004 unos 30.000 dólares.

Diego Montalvo pidió un préstamo para financiar su posgrado. 'Me lo dieron fácilmente y lo empecé a pagar cuando empecé a trabajar', afirma. Marisa Fernández, socia de Hammonds, realizó en el 96 un máster en derecho internacional de los negocios en el Instituto de Empresa, en colaboración con la Fletcher School of Law and Diplomacy (una escuela de Boston que depende de Harvard). 'Además de las figuras que nos dieron clase en España, ya que venían profesores de Harvard, pasé cuatro meses en el campus de Boston. Estaba trabajando y fue muy duro compaginarlo con el máster, pero valió la pena', comenta esta abogada.

Marisa Fernández hace hincapié en el enfoque mucho más rápido, práctico y agresivo que existe fuera de España en el terreno legal. 'La formación aquí es más humanista', comenta. 'De esta experiencia sólo puedo sacar ventajas, la perspectiva del trabajo se amplía de una forma brutal y en el ámbito personal, te endurece para trabajar, además del idioma, que es fundamental', añade.

Todos estos profesionales señalan que tomaron la decisión correcta con su elección en la formación legal. Además, aseguran que las empresas y los bufetes valoran esta clase de experiencia, no sólo por los aspectos teóricos, sino también por los emocionales que viven los estudiantes durante su estancia en el extranjero. Multitud de culturas, experiencias y opiniones distintas que, a través de algunas de las mejores escuelas internacionales, ayudan a forjar a los líderes del futuro.

Lo más de lo más en Estados Unidos

Si se hace referencia a las escuelas privadas de derecho más caras de EE UU, la publicación US News ofrece un ranking que encabeza Yale University, seguida de las universidades de Columbia y Northwestern.El mismo centro que ocupa el primer puesto en este ranking es, a su vez, el más prestigioso de Estados Unidos de cara al año 2008 y con una puntuación de 100 puntos.En el caso del prestigio internacional, la legendaria Harvard se lleva el segundo puesto, aunque en este caso empata en puntos con la Universidad de Standford. A éstas les siguen las también archiconocidas Columbia y la Universidad de Nueva York, con 88 y 85 puntos respectivamente.University of California-Berkeley (con 81 puntos) va seguida por la Universidad de Chicago y la de Pennsylvania, que empatan también con un punto menos que California.Sin duda, el prestigio de la universidad o escuela es una de las cosas en las que se fijan los interesados a la hora de hacer la elección definitiva, sin embargo no es lo único. Las empresas también hacen su valoración de la formación que poseen sus futuros empleados y los centros valoran la colocación de sus alumnos una vez que acaban sus estudios.Un ranking de Internet Legal Research Group acerca del porcentaje de acceso al empleo de los graduados establece como número uno, con un 99% de estudiantes empleados tras la formación, a la Universidad de Yale. A esta le sigue, con el 98% de estudiantes colocados, Duke y en tercer lugar, existe un empate con un porcentaje del 97% entre la Universidad de Virginia, la de Nueva York y Harvard.En general, las cifras de colocación de los alumnos son muy elevadas en todas las universidades. Según este ranking, en Estados Unidos el porcentaje de estudiantes que obtienen trabajo al finalizar sus estudios en los centros de derecho supera el 90% en 28 universidades.Además de las mencionadas, se encuentran en esta posición centros como Georgetown, Chicago, Columbia, Cornell, Standford, Pennsylvania, Vanderbilt o Minnesota.

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