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Tribuna
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El tigre de Société Générale

Hace algo más de un mes, el famoso ex trader Nassim Taleb fue invitado a Praga por el banco francés Société Générale. Varias decenas de los ejecutivos más senior de SocGen sirvieron de anfitriones del autor del best seller El Cisne Negro, en una sesión especial en la que le presentaron una lista de los posibles riesgos a los que consideraban que su augusta institución se enfrentaba. Dados los incesantes recordatorios de Taleb en torno a la idea de que solemos subestimar la frecuencia e impacto de las exposiciones potencialmente devastadoras, parece lógico que los dirigentes de SocGen (liderados por Daniel Bouton) deseasen escuchar su opinión en torno a la lista de riesgos.

La razón por la que el amistoso encuentro de Taleb con Bouton y compañía nos debería interesar es que, al parecer, la lista no incluía la categoría rogue trader (trader 'malvado', ó 'incontrolado'). Por la razón que fuese, los generales del banco no incluyeron ese riesgo en su conversación con quien se ha erigido en la voz de la advertencia ante las sorpresas inesperadas. Este olvido es una lección de la reciente masacre de SocGen a manos del rogue Jérôme Kerviel que es tan importante como los detalles de las pérdidas en sí.

En su libro, Taleb nos advierte acerca de aquellos acontecimientos impredecibles (los 'cisnes negros') que cuando se materializan tienen un impacto tremendamente profundo. Mantiene que no entendemos por qué tales sucesos aleatorios se dan, y que es difícil estimar su probabilidad y por tanto estar convenientemente preparados.

Taleb ofrece el siguiente ejemplo ilustrativo. El casino MGM Mirage de Las Vegas se gastó cientos de millones de dólares en sistemas de observación y seguimiento de alta tecnología y en modelos matemáticos sofisticados, con el objetivo de evitar grandes pérdidas en las salas de juego. El casino estaba sin duda preparado para controlar ese tipo de riesgo, considerado el más urgente (y convencional). Sin embargo, los acontecimientos que le ocasionaron más preocupación se hallaban fuera de los modelos. El 3 de octubre del 2003, el mago Roy Horn fue maleado por un tigre blanco que participaba en su espectáculo del casino. Como consecuencia, el show Sigfried and Roy tuvo que ser cancelado indefinidamente. Las pérdidas para el casino fueron tremendas, dado que el espectáculo era considerado el más exitoso en la historia de Las Vegas, generando ingresos anuales de más de 50 millones de dólares, y muchos más de forma indirecta. Y no sólo eso, la imagen del Mirage quedó seriamente dañada, dado el altísimo valor simbólico de Sigfried and Roy como reclamo publicitario.

Aparte del ataque del tigre, un contratista resentido intentó dinamitar el edificio, y un empleado se olvidó de cumplir con ciertos requisitos fiscales con una elevadísima sanción económica. Al final, el valor monetario de esos sucesos improbables supuso una carga mucho mayor que la que podían haber causado los riesgos más ortodoxos y monitorizados. Es decir, los riesgos fuera del modelo pueden ser mucho más devastadores. Los riesgos más peligrosos puede que no estén siquiera en el monitor de riesgos. La exposición que puede matarte puede provenir del lugar menos sospechado.

SocGen también ha sido víctima del suceso extraño, y el impacto ha sido tan devastador como en el caso del Mirage. El tigre de la institución financiera se llama Jérôme Kerviel y, si bien en esta ocasión el show continuará, el domador ha vuelto a sangrar en grandes cantidades. Es muy probable que ni Daniel Bouton ni la mayoría de sus ejecutivos hubiesen oído hablar de Kerviel antes del escándalo. El riesgo Kerviel no estaba en el radar, no al nivel de riesgo divisas, o riesgo préstamos subprime, o riesgo tipos de interés. Kerviel (que tenía un rango muy junior, cobraba un modesto sueldo, y operaba en mercados muy conocidos y en estrategias de bajo perfil), en definitiva, ejemplifica a la perfección el elemento extraño e improbable que causa dolor ilimitado.

Aparentemente, Bouton y sus lugartenientes tenían cada uno una copia de El Cisne Negro en sus manos durante la visita de Taleb. Quizás obviaron la historia del casino. Quizás pensaron que no era aplicable a ellos, dado que SocGen no aloja tigres. Al menos, no de cuatro patas.

Pablo Triana Director de Centro de Finanzas Avanzadas del IE Business School

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