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Unión Europea

Polonia siembra de incertidumbre la negociación del Tratado de la UE

La penúltima etapa para superar la debacle constitucional de la UE arrancó ayer en Bruselas con la presentación del borrador del nuevo Tratado. La presidencia portuguesa confía en cerrar el acuerdo en octubre de este año, aunque Polonia ha vuelto a sembrar de incertidumbre el proceso.

Dos leones, Vigoroso y Poderoso, cubiertos con un manto de ganchillo es la simbólica obra de la artista Joana Vasconcelos que el Gobierno portugués ha colocado en una entrada de la sede del Consejo de la UE en Bruselas. Ayer, el ministro de Exteriores luso, Luis Amado, comenzó en ese mismo edificio una labor de encaje legislativo que debe permitir a la UE dotarse de un nuevo Tratado que aspira a agilizar el funcionamiento de las instituciones comunitarias.

La anterior presidencia, bajo la batuta de la canciller alemana Angela Merkel, dejó perfectamente preparado en junio el bastidor sobre el que Lisboa debe trabajar. 'Cuatro semanas después', destacó ayer el presidente de la CE, José Manuel Barroso, 'ya tenemos un borrador de Tratado que traduce el mandato político a lenguaje jurídico'.

Los 27 países confirmaron ayer, con motivo de la apertura oficial de la Conferencia intergubernamental (CIG) que redactará la versión definitiva del Tratado, que ese mandato cerrado por unanimidad constituye el marco insoslayable de referencia. Pero la ministra polaca de Exteriores, Anna Fotyga, pidió una CIG 'eficaz y abierta', en la que se clarifiquen algunos de los puntos que inquietan a Varsovia, como la aplicación del sistema de voto actual hasta 2017.

La representante del Gobierno de los Kaczynski sugirió además la posibilidad de que su país se autoexcluya, como ha hecho el Reino Unido, de la aplicación de la Carta de derechos fundamentales incorporada al futuro Tratado.

A pesar de estas pegas, la mayoría de los países mostraron ayer su confianza en que las negociaciones se desarrollen con gran celeridad y que el acuerdo definitivo pueda cerrarse en la cumbre europea de octubre en Lisboa.

'Mañana mismo por hoy comenzarán los trabajos del grupo de juristas', indicó Amado. Y Barroso recordaba que 'estamos ante una CIG única, porque a diferencia de las anteriores sabemos ya a dónde queremos llegar'.

En concreto, a un punto entre el desastre de negociación de Niza (diciembre de 2000) y el sueño constitucional de Valéry Giscard d'Estaing (junio de 2004). En el camino se ha quedado todo el ropaje constitucional (desde el nombre a la bandera o el himno) e, incluso, objetivos históricos de la UE como la libre competencia.

Barroso, siempre pragmático, pide que 'no se compare el nuevo texto con el de la Constitución, sino con la situación actual', respecto a la cual 'supone un avance'. Los principales cambios serán la creación de una presidencia estable de la UE y la creación de la personalidad jurídica del club.

A pesar del recorte, queda la incertidumbre del proceso de ratificación y, en especial, de un posible referéndum en el Reino Unido. 'Corazón independiente', se llama curiosamente la otra obra de Vasconcelos colocada en la entrada vip del Consejo.

La victoria de Erdogan

La Unión Europea, de forma casi unánime, acogió ayer la aplastante victoria de Recep Tayyip Erdogan en las elecciones del domingo en Turquía como una muestra inapelable del electorado con las reformas económicas y políticas impulsadas por el AKP, el partido islamista moderado que lleva cuatro años en el poder.Partidos políticos europeos e instituciones comunitarias esperan que Erdogan aproveche el respaldo popular para afianzar sus credenciales europeístas e impulsar el estancado proceso de negociación para el ingreso del país en la UE. Tanto Bruselas como Ankara saben que si se desaprovecha esta oportunidad, la candidatura turca puede sucumbir ante la anunciada intención del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de impedir que llegue a buen puerto.La prueba de fuego puede ser en diciembre de este año, momento en que Sarkozy quiere aprovechar la presentación de un informe de la CE sobre el proceso de reformas turcas para abortar las negociaciones.Y Sarkozy puede contar como aliados a otros países reacios al ingreso de Turquía (Alemania, Austria o Chipre). 'Es esencial que el nuevo Gobierno turco reinicie las reformas económicas y legales con resultados decisivos y concretos', urgió ayer el comisario europeo de Ampliación, Olli Rehn.Wilfrid Martens, presidente del Partido Popular Europeo, recordó que el AKP forma parte como observador de esa formación y subrayó que el resultado electoral confirma al partido de Erdogan 'como una fuerza política viable y de clara orientación europea'.

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