ACS, Ferrovial, FCC y Sacyr pugnan por el mayor contrato de residuos del país

Tres únicas ofertas para el mayor contrato de basuras que licita un ayuntamiento español. El que dirige Alberto Ruiz-Gallardón dirimirá este mismo mes quién es el ganador que se hará cargo de la recogida de residuos y del transporte a la planta de tratamiento en la almendra central de la capital, limitada por la M-30. Aunque el Consistorio no da fecha concreta para este concurso que anunció en junio.

El rival a batir es FCC, que tiene la concesión de este servicio en Madrid desde hace décadas, concretamente desde 1940. Lucharán por quitarle el lugar ACS, Ferrovial y Sacyr Vallehermoso, según diversas fuentes del sector. Acciona no puja porque prefiere centrarse en las plantas de tratamiento de residuos, afirmó ayer la empresa.

El grupo que preside Florentino Pérez, a través de su filial Urbaser, ha preferido unir fuerzas con Ferrovial, presidida por Rafael del Pino, que puja a través de Cespa. La última vez que hicieron tándem en Madrid ganaron el gran contrato de la M-30. Aunque en esa ocasión se trataba de una actividad de nueva creación no de renovar una que ya está funcionando. No es extraño que en este tipo de concesiones renueve el operador que ya prestaba el servicio, según algunos expertos.

Mientras, Sacyr puja a través de su filial Sufi (grupo de servicios que adquirió el año pasado) aliada a la empresa pública de Sevilla especializada en gestión de residuos urbanos, Lipasam.

Para FCC, el contrato que va a adjudicar Gallardón supone mantener una de las joyas de la corona en su pata de servicios medioambientales, lo que le ayudará a mantener su cuota ahora predominante en el negocio de residuos. Para Urbaser, de ACS, que le pisa los talones, ganar representa aumentar su peso en esta actividad, pero aún resultaría un salto mayor para Cespa, de Ferrovial, y para Sufi, de Sacyr.

Multas contra el ruido excesivo

El contrato estrella se renueva ahora por nueve años (prorrogable a uno más) y con algunas novedades que exigirán a los contrincantes mayor esfuerzo técnico. Como muestra, el equipo de Gallardón ha decidido sancionar la 'emisión excesiva de ruidos o gases' por parte de los camiones que hacen la recogida de basuras.

Además, se prevé penalizar también las deficiencias en la señalización o la inadecuada composición de los equipos o el aspecto 'impropio' de la maquinaria, como explicó el Ayuntamiento en junio. A esto se une que habrá controles de calidad mensuales y aleatorios para comprobar que el grupo ganador no ensucia la vía pública durante la recogida o que no se mezclan un tipo de residuos con otro, por ejemplo.

Si el grupo adjudicatario no cumple con los criterios de calidad requeridos, la sanción puede superar los 250.000 euros al mes. Otra de las novedades es que el ganador o los ganadores tendrán que renovar toda la flota de vehículos.

Otro cambio es que el contrato se dividirá en dos zonas cortadas por el eje de la Castellana e incluye un tercer contrato para la recogida selectiva de vidrio y cartón en las dos zonas. Madrid tiene una tercera área, la periferia, que FCC ganó en 2003 pero en breve se abrirá la puja con sus competidoras porque vence en noviembre.