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Inmobiliario

Caja Madrid y tres inmobiliarias toman el 10% del Calderón

El estadio del Atlético de Madrid tiene cuatro nuevos socios. Tres inmobiliarias y Caja Madrid han entrado en el capital de la empresa que ostenta la propiedad del Vicente Calderón, División Inmobiliaria, tomando una participación del 10% por 22,6 millones.

La recalificación de los terrenos donde se asienta el estadio Vicente Calderón, propiedad del Atlético de Madrid, es una operación largamente anhelada por el ayuntamiento y por el propio club.

El posible traslado del Atlético al estadio de La Peineta, propiedad del consistorio madrileño, dejaría liberadas tres hectáreas de terreno en una de las zonas de mayor proyección futura de la capital, donde se prevé enterrar la M-30, desarrollar un pasillo verde y edificar pisos de lujo.

La operación ha despertado el interés de varias empresas. Las inmobiliarias Martinsa, Andria y Vemusa, además de Caja Madrid, han tomado una participación del 10% en la sociedad División Inmobiliaria del Atlético de Madrid, una empresa creada el pasado mes de septiembre capitalizada con el valor estimado del estadio, 226,2 millones de euros, según fuentes cercanas a la operación. La entidad financiera firmará esta semana el contrato.

Los terrenos del estadio han sido valorados por el club en 226 millones

La participación de los cuatro nuevos socios se ha hecho a través de una sociedad conjunta, RTM Desarrollos Urbanísticos y Sociales. Cada uno de los socios ha tomado una idéntica participación en la compañía, aportando en total 22,6 millones de euros que se abonarán en dos plazos.

El club ya ha recibido el primero de los pagos, 11,3 millones, y el resto se abonará la temporada que viene. A cambio, el Atlético de Madrid ha ofrecido a RTM una opción de compra por el 100% de las acciones de la División Inmobiliaria (es decir, del estadio), en cuanto el ayuntamiento recalifique los terrenos como urbanizables.

En el hipotético caso de que no saliera adelante el convenio con el consistorio, del que aún sólo hay firmado un protocolo de intenciones, los gestores del Atlético han puesto como garantía de pago a RTM los derechos televisivos del club de fútbol, que generan anualmente 20 millones de euros, y que, por otro lado, se encuentran embargados por Hacienda.

Los dos máximos directivos del club, Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo, también se han presentado como garantes personales de la operación.

Los socios de RTM han aportado los 22,6 millones por el 10% de División Inmobiliaria a un interés del 3,5% a partir del segundo año. Durante este ejercicio, sin embargo, el club está exento del pago de intereses.

Socios muy diferentes

La composición de RTM es heterogénea, y los socios tienen poco que ver entre sí. El club ha contratado al banco de negocios GBS Finanzas, dirigido por Juan Antonio Samaranch, para que busque al mayor número posible de empresas interesadas en la operación.

Hasta ahora, sólo tres inmobiliarias han querido estar presentes. Por un lado está Martinsa, propiedad del empresario Fernando Martín, quien, curiosamente, forma parte del equipo directivo del Real Madrid.

El segundo socio es la inmobiliaria Vemusa, en la que figura como administrador único Enrique Ventero, consejero del Atlético. Vemusa quiso entrar en un principio como socio único en la operación, pero los gestores del club se negaron, según fuentes cercanas al Atlético. Como tercer accionista figura Andria, cuyo presidente es el polémico financiero Marc Rich.

GBS Finanzas sigue buscando socios dispuestos a entrar en RTM, sobre todo entidades financieras. Las mayores inmobiliarias, como Sacyr Vallehermoso, Metrovacesa, Nozar, Realia y Pryconsa han sido tanteadas, pero todas ellas han rechazado la operación por no verla demasiado clara, según fuentes conocedoras de las negociaciones.

La recalificación de los terrenos del Calderón se encuentra pendiente de la decisión que tome el Ayuntamiento de Madrid, que considera que el precio impuesto por el Atlético es demasiado alto. El interés de Gallardón en la operación reside en el derecho de tanteo y retracto preferente que el consistorio tiene sobre las instalaciones de los clubes en el caso de que decidan venderlas. En concreto, el artículo 25 de la Ley 10/1990 del Deporte afirma: 'En el caso de enajenación a título oneroso de instalaciones deportivas que sean propiedad de una sociedad anónima Deportiva, corresponden los derechos de tanteo y retracto, con carácter preferente, al ayuntamiento del lugar donde radiquen las instalaciones o, en el caso de no ejercitarlo éste, a la comunidad autónoma respectiva y subsidiariamente, al Consejo Superior de Deportes'.

Los gestores del Atlético piden 226 millones por los terrenos del Calderón más 120 hectáreas de terreno en otra zona de la capital para construir una ciudad deportiva al estilo del Real Madrid. Pero el consistorio, en un informe técnico elaborado recientemente, considera que esos terrenos no valen más de 80 millones. Además, pide un alquiler de 14,5 millones anuales durante 50 años por usar La Peineta.

Sin embargo, para el ayuntamiento es vital que el club se traslade a La Peineta. La zona donde se asienta actualmente el Vicente Calderón es el centro neurálgico del proyecto estrella del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, que consiste en el soterramiento de seis kilómetros de la M-30 a su paso por el estadio. El proyecto sería prácticamente inviable sin el traslado del estadio del equipo rojiblanco, pues supondría que debajo de él pasarían al día millones de coches, algo que técnicamente acarrearía muchos problemas.

El Ayuntamiento de la capital tampoco es ajeno a la rentabilidad económica que obtendría con la operación. En 2001, compró por 480 millones los terrenos de la Ciudad Deportiva del Madrid, que luego, al vendérselos a cuatro empresas, le reportaron importantes plusvalías.

Marc Rich, un financiero indultado por Clinton

Su nombre real es Marc Reich y es viejo conocido de la justicia de EE UU. Uno de los empresarios que ha entrado en la operación de venta del Vicente Calderón es el millonario de origen judío Marc Rich, que hizo su fortuna en los años setenta a través del comercio de petróleo. Esta actividad le supondría su primer choque con la justicia: fue acusado de comerciar ilegalmente con países embargados por Estados Unidos, como Irán. En pocos años acumuló en aquel país nada menos que 51 delitos, entre los que figuraban evasión de impuestos y tráfico de armas. Rich se refugió en Europa, con un pie en Suiza y otro en España, donde obtuvo la nacionalidad durante el Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo.Apasionado de España, a Rich no le importó vivir en sus mansiones de Puerta de Hierro (Madrid) o Marbella hasta que se calmaran las aguas en EE UU, algo que no sucedió hasta 2001, en el último periodo del Gobierno de Clinton, quien le concedió el indulto en medio de una tormenta política por las donaciones millonarias que la ex mujer de Rich había concedido al Partido Demócrata.En España, uno de los negocios que mantiene Rich es la inmobiliaria Andria, en Madrid, a través de la cual ha entrado en el Calderón.

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