Segundas partes para el verano

Precedida por una importante campaña de marketing y la impaciencia de los que aprendieron a descubrir la impactante y a veces indescifrable primera parte, se estrenó el 15 de mayo en EE UU la segunda entrega de las aventuras de Neo/Keanu Reeves concebida por los hermanos Andy y Larry Wachowski, The Matrix Reloaded. Mientras se sacan las cuentas de las primeras recaudaciones en España (se estrenó ayer), al otro lado del Atlántico ha quedado sin resolver si es la película que más ha recaudado el primer día de estreno o si el cetro sigue en manos de Spiderman, después de haberse estrenado simultáneamente en 8.517 pantallas.

Los devotos de Matrix han esperado cuatro años desde la primera entrega hasta ver la continuación de este festival de ciencia-ficción, asiática testosterona, música revolucionaria e imágenes que han sentado cátedra en la cultura de la filmografía. Hasta entonces y durante todo el verano The Matrix es quizá la más relevante de una serie de películas que son segundas partes de éxitos comerciales y a cuya fórmula se les va a sacar jugo hasta la extenuación.

Todo ha empezado con X-Men United, que alimentada por el éxito de la primera parte ha seguido contando con la presencia de la ganadora de un Oscar Halle Berry. Sigue la saga de los mutantes superhéroes capitaneados por otro actor, Patrick Stewart, muy curtido como capitán Jean Luc Picard en las series de ciencia-ficción Star Trek The Next Generation.

El músculo de la ciencia-ficción sigue con el estreno del invencible Terminator 3. La primera Terminator se estrenó hace 11 años pero el paso del tiempo no ha sido problema para que Arnold Schwarzenegger se meta en la piel de este otro imposible personaje por tercera vez para repartir a diestro y siniestro con un noble motivo. La casi aristocrática Lara Croft, personificada por Angelina Jolie, volverá a mostrar lo que es una heroína de videojuego cuando se le mete una cosa en la cabeza por sofisticado que pueda ser y por lejos que la pueda llevar. Esta vez en la película The cradle of life Angelina Croft, en un intento por recuperar la estela de Indiana Jones, se hace un periplo por Grecia, Kenia, Tanzania, Hong Kong y China pero no llegará a las pantallas de cine hasta finales de julio.

Y no es la única chica que en una segunda toma muestra sus habilidades. Cameron Díaz, Drew Barrymore y Luci Liu vuelven a dar cuenta que la segunda generación de Los Ángeles de Charlie no se queda atrás con las artes marciales.

Mínimo riesgo

A Hollywood le gusta repetirse. Sólo en EE UU se ha planeado estrenar unas 16 segundas partes desde mayo hasta agosto y hasta final de año llegarán al menos nueve más. Es casi el doble que el año pasado. En la industria del cine se sabe que si la primera entrega de una película va bien, las entradas están vendidas para la segunda parte y es una tentación atractiva cuando el coste de hacer y, sobre todo, patrocinar una película se ha duplicado. Según la Motion Picture of America, el coste medio de una película entre realización y venta era de 38,8 millones de dólares en 1990 y ahora esta media se ha elevado hasta los 89,4 millones de dólares. La seguridad de recaudar de vuelta el dinero las hacen particularmente atractivas para los estudios que buscan minimizar el riesgo.

Esto es particularmente cierto en el caso de las películas de acción, como las que dominarán la cartelera este verano, y en buena medida quedan inacabadas para permitir una vuelta al celuloide. Otras, sin embargo, son concebidas como series desde el principio. Es el caso de El señor de los anillos: El retorno del rey, tercera parte de la saga de la serie de Tolkien que se estrena a finales de año, o Harry Potter.

A pesar de todo, muchos estudios contienen la respiración a la hora de lanzar una segunda parte. Y es que no todas suelen estar a la altura de la primera y merecen una tercera. Una vez perdido el factor sorpresa, hay que añadir mucha magia o mejorar un guión (algo que no suele ocurrir) para que se renueve la apuesta. En el caso de The Matrix la profusión de efectos especiales va a permitir garantizar una buena entrada a la tercera parte, The Matrix Revolutions, que no se hará esperar y llega a los cines en noviembre. Lo que sí es de esperar es que algunas de este año no pasen.