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Tributos

Hacienda detecta sólo un 2,6% más de fraude el primer año del euro

La Agencia Tributaria detectó el año pasado un fraude fiscal por valor de 11.958 millones de euros, un 2,6% más que en el ejercicio anterior, según los datos hechos públicos ayer conjuntamente por el director general del organismo, Salvador Ruiz Gallud, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Los resultados globales se antojan pobres (apenas un 3% de aumento), sobre todo si se tiene en cuenta la campaña lanzada por el Ministerio de Hacienda en busca del blanqueo de dinero en el primer año en que el euro llegó al bolsillo de los consumidores. Con todo, los datos reflejan dos aspectos claramente diferenciados, según se refiera a actuaciones especiales u ordinarias.

El fraude detectado por operaciones extraordinarias (actuaciones puntuales como apresamiento de buques en mar abierto u operaciones especiales por seguimiento de grandes tramas de evasión) experimentó una caída del 51,7% (sólo se detectó fraude por 912 millones de euros), claramente por debajo del contabilizado en 2001 (1.890 millones de euros), un ejercicio que fue extraordinario. En cambio, las actuaciones ordinarias (en las que Ruiz Gallud centró la atención), mantuvieron un crecimiento similar al de años anteriores, alcanzando 11.046 millones de euros, un 13,11% más.

Por áreas, y siempre analizando las actuaciones ordinarias, se ha producido una mejoría de resultados en todas ellas. El área de inspección se lleva la palma (5.315 millones; un 12,48% más). La deuda liquidada por actas en este área alcanza 3.519 millones de euros, a los que se debe sumar las actuaciones por delito fiscal (756 millones de euros; un 5,53%).

El área de aduanas e impuestos especiales ha mantenido la dinámica de ejercicios anteriores. El descubrimiento de contrabando y el blanqueo de capitales se ha elevado un 19%, rozando los 3.000 millones de euros.

Gestión

En el área de gestión, las liquidaciones a contribuyentes reclamándoles un mayor pago suponen más de 1.000 millones de euros, con un aumento del 12,56%. Se minoraron devoluciones (comprobación que efectúa Hacienda sobre las solicitudes presentadas por los contribuyentes) por un importe de 1.120 millones de euros, lo que representa un 7,2% más que el año anterior.

Uno de los aspectos que mejor ha funcionado en 2002 ha sido lo que técnicamente se denomina 'recuperación de deuda'. Durante el año pasado se hizo hincapié en este sistema, ya sea deuda en fase de apremio o embargo, o mediante fraccionamiento de pago. Con ello se ha podido cobrar durante 2002 deuda fuera del plazo voluntario de pago por valor de 2.749 millones de euros, un 15% más. El esfuerzo se ha extendido a la asistencia y ayuda al contribuyente, con servicios nuevos como la compensación entre cónyuges en el IRPF, la petición de cita previa a través de Internet y la visualización de deudas pendientes.

La agilización de gestiones por teléfono e Internet también se ha potenciado, permitiendo la extensión de un millón de certificados tributarios.

La presentación de declaraciones por vía telemática se ha acelerado, de un millón en 2001 a 2,7 millones en 2002. El mayor avance en términos absolutos corresponde a las declaraciones de renta, que superaron las 1,15 millones.

Recaudación líquida

Montoro aprovechó la presentación de los datos de control de fraude de la Agencia Tributaria para avanzar los primeros resultados de recaudación de tributos. Aún con datos provisionales, la recaudación líquida por vía impositiva ascendió en 2002 a 123.144 millones de euros, un 9% más que en 2001, lo que no está mal teniendo en cuenta el actual escenario de desaceleración económica (el crecimiento del PIB se encuentra ahora en torno al 2%). Los ingresos tributarios resistieron, en parte, por el buen comportamiento de la recaudación por el impuesto de sociedades, influida por el cambio de normativa fiscal, y que ha permitido a las empresas aflorar plusvalías reinvertidas de años anteriores a un mejor coste tributario.

La Agencia Tributaria se centrará en la compra de inmuebles

El mercado inmobiliario será uno de los puntos de especial vigilancia en el Plan General de Control Tributario para 2003, que está ultimando la Agencia Tributaria. El boom de la vivienda, que acumula tres años con crecimientos de dos dígitos, es ideal para la colocación de dinero opaco al fisco. Hacienda ya puso el año pasado la lupa en los apartamentos costeros, con un plan especial, aprovechando los indicios de blanqueo de dinero con la sustitución de la peseta por el euro. Los resultados de este plan aún se desconocen. El Ministerio de Hacienda prefiere alargar las investigaciones a los primeros meses de este año, según admite el director de la Agencia Tributaria, Salvador Ruiz, en un sector en el que se están produciendo elevaciones de márgenes empresariales, sobre todo de sociedades constructoras e inmobiliarias, además de los especuladores a título individual. Aquí es esencial la colaboración con ayuntamientos y comunidades autónomas. En el año 2002 se inició la colaboración para detectar fraude en las transmisiones patrimoniales de inmuebles. Del mismo modo, la Agencia Tributaria ha diseñado un programa de control de alquileres no declarados a partir de los recibos de luz, gas, agua y teléfono. Por otra parte, el fisco mejorará el control sobre empresas de mediano tamaño, las que cuentan con una facturación anual de entre 3 y 6 millones de euros, más de 100.000 sociedades, según los registros actuales. Son empresas que, por su volumen de ingresos, quedan al margen de las investigaciones sobre grandes tramas de fraude. Otro aspecto relevante es la potenciación de las herramientas telemáticas. Se pretende aumentar el número de cruces informáticos para mejorar la selección de contribuyentes susceptibles de incurrir en irregularidades tributarias.

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