El humor de Woody Allen abre Cannes

Val Waxman es un neurótico director de cine caído en desgracia al que se le abren de nuevo las puertas cuando obtiene su primer encargo de clase A en años. El problema es que la ansiedad le deja ciego y se ve obligado a recurrir a sus amigos para terminar el rodaje e impedir que los productores se percaten de su estado. Esta es la trama de Hollywood Ending, la comedia escrita, dirigida y protagonizada por Woody Allen que abrirá el próximo miércoles fuera de concurso la 55ª edición del Festival de Cine de Cannes.

A lo largo de su historia, el festival de cine ha proyectado otras películas de Woody Allen, Manhattan (1979), La rosa púrpura de El Cairo (1985) y Hannah y sus hermanas (1986), pero esta ocasión será especial porque el propio Allen presentará la película. Los franceses han sido siempre muy generosos con el cineasta norteamericano, por lo que ha llegado la hora de agradecérselo poniendo por primera vez los pies en la Croisette (sede principal del festival). Todo un acontecimiento. Cuando el director de Annie Hall anunció su presencia en Cannes, el delegado general del festival, Gilles Jacob, recordó que cuando presentó Manhattan en 1979 el público aplaudió durante largos minutos... al telón. Ver a Woody Allen, 20 años después, abrir en persona el festival, es para Jacob un espectáculo casi sobrenatural.

Además, Hollywood Ending -interpretada también por Tea Leoni, Debra Messing, George Hamilton, Mark Rydell y Treat Williams- es perfecto para el evento, según informaba su director en un comunicado.

Humor para comenzar una 55ª edición del festival que apela al placer, 'provocado por la magia del cine', tal y como aseguró la directora general del festival, Véronique Cayla, en la tradicional rueda de prensa de presentación del certamen.

Y para celebrar el 55º aniversario, el festival proyectará en su inauguración el corto de Gilles Jacob, Histoires de festival: 26 minutos para revivir los momentos fuertes de la historia de Cannes de 1946 a 2001.

A la celebración se sumarán David Lynch, un director mimado en Cannes (ganó el premio al mejor director en 2001 por Mullholland Drive y obtuvo la Palma de Oro en 1990 por Corazón salvaje), que oficiará de presidente del jurado, integrado por las actrices Sharon Stone (EE UU), Michelle Yeoh (Hong Kong, China) y Christine Hakim (Indonesia) y los directores Bille August, de Dinamarca; Claude Miller, Raoul Ruiz y Régis Wargnier, de Francia, y Walter Salles, de Brasil. Junto a ellos Martin Scorsese, presidente del jurado que elegirá el mejor corto; Nanni Moretti, ganador de la Palma de Oro en 2001 por La habitación del hijo, que impartirá su lección de cine, y otros miembros del universo cinematográfico, como Leonardo DiCaprio, Cameron Díaz, Ralph Fiennes, Gabriel Byrne, Matt Damon, Charles Aznavour, Sandra Bullock, Jeremy Irons, Claudia Cardinale, Rosanna y Patricia Arquette o Antonio Banderas. Porque además de buen cine, hay que dar espectáculo.

Para esta edición, los organizadores han juzgado la calidad de 2.281 películas (939 largometrajes y 1.342 cortos), frente a las 1.798 del pasado año y las 1.397 de 2000. Un 27% de aumento en un año, por debajo del 29% de 2001, aunque la organización recuerda que en 1997 sólo se vieron 861 películas. De estos 939 largometrajes representantes de 89 países (76 países en 2001), competirán por la Palma de Oro 21 (22 el último año) de 15 países, 18 de ellos estrenos.

Novedades

Este año el público echará en falta a realizadores habituales en la Croissette y, en cambio, verá desfilar por la alfombra roja nuevas caras, como Elia Suleiman, Paul Thomas Anderson, Jia Zankhe y Michael Moore, así como cineastas franceses que entrarán por primera vez en competición. Y más novedades. El cine inglés regresa a Cannes, después de su ausencia en 2001. Reino Unido presenta tres películas en competición oficial y una en la sección Una cierta mirada.

La presencia de Estados Unidos está caracterizada por la diversidad. La primera industria cinematográfica acude a Francia con dos películas en competición y un interesante programa fuera de concurso, encabezado por Woody Allen y acompañado, entre otras, por la nueva película de dibujos animados de Dreamworks. Además, Martin Scorsese presentará 20 minutos de su próximo trabajo Gangs of New York.

Más nutrida es la presencia francesa, con cuatro películas candidatas a la Palma de Oro. Se trata de L'adversaire, de Nicole García; Marie-Jo et ses deux amours, de Robert Guediguian; Demonlover, de Olivier Assayas, e Irréversible, del franco-argentino Gaspar Noé.

En la sección oficial no habrá representación española (el pasado año la organización seleccionó la película Pau i el seu germà, rodada en catalán, de Marc Recha), pero sí de diversas partes del mundo. Destaca la presencia de las película del palestino Elia Suleiman y del israelí Amos Gitaï -dos manifiestos de paz, a juicio de la organización-, y otras cintas de Argelia, Turquía, Líbano y Siria, que compite por primera vez en la sección oficial.

La actualidad se impone en la selección. Así, la religión o la Inglaterra de hoy están presentes en las propuestas de Marco Bellochio o Ken Loach y Mike Leigh. Pero la cinta más política del festival es el documental de Michael Moore, Bowling for Columbine, basada en los trágicos sucesos que acontecieron en 1999 en la escuela secundaria Columbine, en Littleton (Colorado), y que es toda una condena al mercado internacional de armas.

Tampoco faltan los tributos en esta edición que se clausurará el 26 de mayo. Alain Resnais, uno de los grandes nombres del cine francés, es el homenajeado. El público podrá ver una nueva copia de Je t'aime, je t'aime (sábado 18 en la Sala Buñuel), película que no pudo exhibirse en la edición de 1968, debido a los desórdenes públicos.

Todo está a punto para que arranque la maquinaria del Festival de Cine de Cannes, este año engrasada con un presupuesto de unos 7.622.451 euros, aportados a partes iguales por capital público y privado.